CRUSH
Parte#2
Nunca habría imaginado que algo así ocurriría. Fui tonta, ingenua, por confiar en un desconocido. La escena se despliega y me doy cuenta de que no es normal, él no es humano. Un chico corriente no podría levantarme a cuatro metros del suelo, suspendida en el aire. Intento asimilar su corpulencia que desafía las leyes físicas. Mientras lo hago, su mirada fiera destella como la de un lince en la oscuridad, absorbiendo sombras.
El aire se vuelve denso y mis labios se resecan al soltar un aliento caliente y entrecortado. El miedo y la adrenalina se entrelazan en mí, risas nerviosas y lágrimas fluyen sin control. Me siento atrapada en una pesadilla que desafía lógica y cordura. El tiempo se suspende, preguntándome si tocaré el suelo de nuevo.
Antes de encontrar una respuesta, Baco me arroja al suelo con violencia. Grito ahogado en mi garganta. El estruendo de mi cuerpo golpeando el suelo reverbera, dolor punzante se expande por mí. Mis huesos quejan en cada movimiento. Respiración entrecortada, lágrimas arden en mis ojos. A pesar del dolor, alzo la barbilla con determinación, negándole mi debilidad.
—¿Qué piensas hacer? —mi voz tiembla, pero infundo fuerza y valentía. A pesar de las lágrimas que empañan mi vista, no mostraré debilidad.
—Eres sorprendentemente veloz para ser humana. ¡Uf! —responde con una sonrisa victoriosa, aunque su rostro sigue siendo tétrico, acentuado por la palidez de su piel. Sobre mí, se sienta a horcajadas, su mirada inclemente fija en su presa. En otro momento, esta posición sería placentera, pero ahora solo siento saliva incómoda en mi garganta, traicionándome y dejándome inmóvil. Sus muslos aprisionan los míos, anulando cualquier movimiento.
Solo la caricia del ónix me brinda consuelo; mis manos se aferran a él en busca de protección. Cuando la piedra emite una punzada que recorre mi abdomen y espalda, el dolor se transforma en alivio vertiginoso. Esa sensación se extiende hasta mis pies, todavía atrapados bajo el cuerpo de Baco.
Letras ardientes llenan mi mente, pero no logro unir ni una palabra coherente. Mi cabeza se convierte en un crucigrama desafiante mientras intento transferir energía a mis manos, que aferran el cuarzo con serenidad. Aun así, el chico parece ajeno a mis pensamientos. Forma una mueca que no comprendo. Lo poco que me queda se esfuma entre sus manos, y aunque intento liberar una frase, solo logro balbucear. —No, por favor —suplico sin fuerzas. Mis labios parecen incontrolables, mis ojos fijos en el cielo. La sangre llena mi boca y sé que no hay vuelta atrás.
El rostro de Baco se distorsiona en una sombra grotesca, y siento cómo mis pulmones se llenan de un humo viscoso. El olor a azufre penetra en mis fosas nasales, el dolor cede a un sopor oscuro. Las palabras de Azraél resuenan: "El verdadero peligro no reside en los monstruos de los cuentos, sino en aquellos que parecen humanos". Aunque lucho, sé que no escaparé de este ser demoníaco que ahora posee mi cuerpo.
La oscuridad se adueña de todo, mi mente cae en un abismo sin fin. El mundo desaparece mientras una risa siniestra resuena en el vacío.
Repentinamente, me encuentro observándolo; él levanta el puño y me encojo, esperando un golpe que no llega. Sorprendida, volteo para verlo. Con su mano derecha aparta los rizos de mi mejilla. Mi rostro se voltea en dirección opuesta. Sin moverme, observo su acción irónica. Su toque es suave, sus yemas queman. Repite el gesto una y otra vez. Su respiración ruidosa me obliga a mirarlo de reojo; no puedo apartar mi vista de la suya, algo me lo impide. La piedra vibra bajo mi tacto mientras él se acerca. Tras su reacción cariñosa e irónica, coloca sus manos pesadas en mis hombros, su peso sobre ellos. Mi cuerpo queda inmovilizado bajo su presencia.
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Magnet in Dark© Parte I "EL ÓNIX" NUEVA VERSIÓN -#PGP2024
ParanormalSINOPSIS "Una simple mención de las palabras 'Había una vez' o 'Ábrete sésamo' puede abrir las puertas de la imaginación y desatar una aventura, pero no es así en mi caso. Me llamo Iona Sabatelli, tengo 21 años y soy una chica común que tiende a p...