Hyt.O
Que roben, que roben lo que quieran,
Que tiren, que tiren lo que no les haga falta.
Que rompan, que rompan lo que no esté roto.
¿Por qué a quién le importa?
Nadie va a levantar el dedo.
¿A mí me importa?
No, señores y señoras, yo ya estoy cansado de que este sea un mundo lleno de títeres de la avaricia esclavos del impulso.
Oh, no me llaméis loco todavía que aún estoy cuerdo.
Pero dígame usted, tú o joven, como quieras que te llame, ¿qué ha sido de la reflexión? ¿De la ética que vence a la mente inculta? ¿Al tonto que se come los mocos?
Esa ética que solo tratando un tema te llega al corazón y a lo más profundo del caparazón donde todas las neuronas inteligentes son.
¿Qué ha sido de mirar con la inteligencia y no con la ilusión?
Este mundo no es perfecto, al menos ante mis ojos, usted quizás no lo entienda porque ciego está. No pretendo ofender, pero nosotros y el poder que tenemos de inmoralidad hace al mundo desperfecto.
Que maten, que maten lo que no está muerto.
Porque según los asesinos esto es la ley de la vida, la que debe ser destruida.
No puede haber paz si nada se cuida, si nada importa, si nada se aprecia, si nada se trata con la lógica que se nos dota.
