Hyt.O
Se veía acorralado el agua en el vaso, su pureza era tal que la transparencia le atravesaba, de lado a lado, de gota a gota.
Estaba mi reflejo flotando en su interior, ahogádose en distorsiones.
Lo más perfecto estaba dejado en tristeza disimulada.
Las lágrimas se diluian
a penas.
Qué bien que me detesten y caigan,
yo también las detesto y no las contengo,
y trago velozmente con este vaso y con todos los que me llene el sarcasmo.
