Esta fecha... que recuerdos me trae este día. Que mar de emociones viví. Que increíble el pensar que todo sucede tan rápido, que en un abrir y cerrar de ojos, cuando menos se lo espera, la persona que uno desea, física, mental y emocionalmente nos expresa amor mutuo; nos lleva a sentirnos queridos, protegidos, felices.
Era un día más cuando empezó. Nos ibamos a ver, planeamos ir a la plaza, una cerca del barrio, sencilla, rodeada de toda clase de persona: viejitos jugando a las bochas, las típicas chusmas, con madres y niños disfrutando la tarde de un día más que se termina.
Me levanté, bañe y cambié. Nada muy wow, unas calzas, una remera y una campera. Arreglé mi pelo en un intento fallido porque el viento arruinaba todo, y a las horas ya tenía rulos de vuelta. Comí nerviosa, porque tenía una idea en mente, salió de mí, lo sentía así, quería que ese día quede en la memoria y así fue.
Alrededor de las 15:00 pm, apareció Luli (compinche para todo, junto con Thomas). A los 10 minutos, llegaron ellos, Tomás con su producción casual: un buzo negro con detalles en amarillo, jean y unas zapatillas.
Salimos para el lugar acordado, y en menos de 5 minutos ya nos encontrabamos ahí. Hablamos, reímos, nos llenamos de besos, las horas no pasaban volando cuando él me decía lo más mínimo, me besaba y todo se borraba, no existía nada más allá de él. Pero sin esperarlo, alrededor de las 7 nos teníamos que volver, y todavía no hallaba las palabras para expresar eso que no paraba de dar vueltas en mi cabeza... así que fuí de a poco...
Flashback
" - Me gustaría que nosotros...
- ¿Qué nosotros?
-Estemos...
-Estemos...
-Juntos."
Me había lanzado de cabeza al pozo, ni siquiera podía entender si él sentía o no algo por mí, y yo ya había declarado que lo quería en mi vida como algo más. Porque eso era, era mi algo más, ese algo que tanto me gustaba y necesitaba. Y moría por mantener cerca y dentro de mí. Su respuesta fue más que hermosa, no puedo recordar ni bien las palabras dichas, ni bien el mismo flashback, es una similitud a lo sucedido, pero hubiera pagado porque cada uno de ustedes vea y sienta lo que yo sentí, no, miento, lo que ambos sentimos en ese momento.
Ahora lo comprendía. Me había enamorado, en dos meses había encontrado el amor. Un amor tan distinto que me calcomía cada parte del ser. Su amor. El amor que me daba Tomás. Ese amor que te llena y completa. Que estabiliza hasta lo que se ve imposible.
Se confirmaba. Era increíble pensarlo y nada como vivirlo. Estabamos juntos. Eramos novios. Él para mí. Yo para él.
