Capítulo 1

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Sebastian

Y cerré la puerta de la habitación.

Todas las emociones se me arremolinaron y quise liberar todo lo que sentía por dentro. Quería llorar, quería gritar, quería romper cosas... Quería volver allí y hacerle entender que ella en el fondo me amaba. Pero eso no era cierto, sólo lo pensaba para sentirme mejor, y lo sabía; contrariamente, cerré los ojos, inspiré hondo y no pensé en Angelique como mi ex novia, como mi ex amante, como mi ex amor... sino como lo que ella misma dijo: como una mujer totalmente desconocida para mí.

Cuando llegué al final del pasillo, rápidamente me encerré en mi habitación y apoyé la frente en la puerta. Estaba tan destrozado. La Angelique que estaba en su habitación no era la misma que yo conocía. A mi pesar, sabía perfectamente que la persona que había conocido no existía, ni existiría jamás.

Solté el aire que estaba conteniendo en un suspiro entrecortado. Golpeé la puerta con los puños, y ahogué un sollozo. Cómo dolía haberla perdido desde el principio. Y yo como un idiota pensando que ella cambiaría, que se mostraría a sí misma tal como era. ¡Pero claro que lo había hecho! Sólo que no de la forma que yo esperaba. Yo quería que fuera ella misma conmigo, que me demostrara que esa actitud desafiante y esa barrera no funcionaban conmigo... simplemente porque me amaba. Es que fui un orgulloso y un arrogante al pensar que cambiaría porque conmigo se sentía comprendida. Yo quise entenderla...

Obviamente se aprovechó de mis sentimientos. Y hubiese preferido mil veces que me hubiese engañado para aprobar, o cualquier otra estupidez como esa. ¡Pero incluso había tenido la osadía de pensar en irnos juntos a Estados Unidos! Era una completa manipulación, por una causa mucho más egoísta y significativa de lo que yo había pensado. Me giré y apoyé la espalda en la puerta. Todo en esa maldita habitación me recordaba a ella. Desde la cama deshecha hasta la puerta que conducía al baño... y el armario... ¡el armario!

Rápidamente caminé hasta allí y me puse de rodillas para rebuscar entre las cajas una que era de metal. Cuando la hallé, le pasé la mano por encima y soplé para quitarle el polvo que tenía. Alcé la vista hasta las fotografías pegadas a las puertas del armario, y me levanté para comenzar a quitarlas. No lo hice con cuidado, con delicadeza, como el tesoro que se habían significado cuando las había revelado, no. Las estaba arrancando y más de una foto terminó rota. No me importó. Nada más importaba. Mis sentimientos iban a terminar en esa caja, olvidados y apartados de todo lo que realmente me importaba. Aunque en ese momento no tuviera idea de qué era lo que realmente quería.

Negué con la cabeza y acabé de arrancar todas las fotos, las miré dentro de la caja y sentí que no era suficiente. No quería hacer nada de aquello. No iba a enterrar la caja como un adolescente despechado. Tenía que pensar qué iba a hacer con ella, pero no me la iba a llevar a Estados Unidos definitivamente. Busqué la Cannon y le saqué la memoria extraíble. Tampoco quería tener ese mínimo recuerdo. Lo miré y pensé cómo algo tan pequeño podía tener prácticamente todas mis experiencias con Angelique. Bufé y me sentí como un estúpido al pensar en eso, así que cerré la caja y cambié el dígito de seguridad a letras. Escribí su nombre y la bloqueé completamente.

Tenía una maleta que hacer. Este viaje lo tenía previsto desde antes, sólo esperaba la confirmación por parte de mi hermana. Pero no iba a ser un viaje, iba a ser un regreso completo. Vería a mi hermana y a mi familia por fin. Sonreí tristemente ante ese pensamiento y traté de concentrarme en eso mientras hacía la maleta. Más pronto de lo que esperaba, la maleta estuvo hecha. Suspiré y pasé el cierre lentamente, apoyé las manos sobre la maleta y volví a suspirar. Deseché cualquier pensamiento triste y rebusqué en cada rincón de la habitación tratando de encontrar cualquier objeto olvidado. No quería regresar por nada; sin embargo, tampoco quería apresurarme a la decisión definitiva de la directora.

Mi Ángel VerdaderoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora