Capitulo 10

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                                                                   Aquella Noche

Llegada la noche, Adriana se sentía con los pelos de punta, el estomago lleno de mariposas y con la cabeza perdida; no podía esperar que llegara la hora de su tan esperado encuentro "a las 19:00 en la casita de nuestro parque" había mencionado Michael en otro mensaje enviado una horas antes.

-Hoy seré la señorita más bonita de todas!; se decía a si misma

Ella no era una de esas chicas que siempre andaba arreglada, usando tacones y vestidos brillantes, con el pelo bien peinado y con la cara pintada; pero tampoco era del tipo de señorita que andaba siempre usando jeans y camisetas con los rasgos un poco descuidados; no era femenina ni tampoco tenía aireas varoniles, estaba entre la exacta perfección de ser bonita sin parecer una princesa.

Se puso un vestido oscuro de color azul, que hacia resaltar sus rasgos sin que ella se diera cuenta, dejo caer suelta su cabellera oscura siendo sujetado por una pequeño broche. Llego a sombrearse un poco sus ojos y pintarse los labios; era una de las primeras veces que se esforzaba por parecerle bonita a alguien, rompió con sus estilo totalmente solo para "no darle la razón" a aquellas chicas huecas.

Ya eran las 18:30 cuando termino de arreglarse, tenía que darse prisa si quería llegar antes de la hora al parque, así que tomo su bolso y puso pie en marcha, haciendo que su pelo volara contra el viendo las calles parecían estar iluminadas por las estrellas, y la emoción hacia latir su corazón muy deprisa; llegando al parque 10 minutos antes, empezó a mirar por los alrededores, esperando que por alguna razón como en las novelas el aparecía minutos antes también y se encontrara con ella, pero nunca sucedió. Las 19 y las estrellas estaban en su punto más alto, el sol se había escondido por completo y al oscuridad hacia ver la noche más bonita, escuchando como los grillos salían ha hacer su monótono ruido y al mismo tiempo se escucha un vacio alrededor. "Como el mismo parque brillante, que hacia erizar mi piel y brillar mis ojos, podría convertirse en un lugar oscuro y vacio"?; se preguntaba a si misma Adriana.

Sumergida en sus sentimientos se perdió mirando los arboles que se encontraban a su alrededor, sin ver como el reloj transcurría lentamente hasta que escucho sonar el reloj del parque una y otra vez marcando las 20; al percatarse de eso se asombro demasiado y de un salto se paro del banco en que se encontraba sentada, no habían señales de Michael y ella ya sentía frio, solo esperaba una llamada al menos un mensaje que explicara todo eso, hasta que llego:

-Hola... Adriana?, soy Michael lo siento pero no podre llegar a nuestra cita

-Por qué?, podrías venir más tarde?; contesto ella sin notar que su voz se agrieta cada vez mas.

-No, definitivamente no podre verte mas, adiós; respondió, pero en el fondo de la conversación se escuchaba una voz muy suave y dulce como la de una chica diciendo: -"Michael por qué no vienes?, estás hablando con uno de tus juguetes o es que apostaste de nuevo"; cortando poco después la llamada antes de que Adriana pudiera decir algo.

Todo ese tiempo en el que ella había estado esperando había sido en vano, la cita por la cual estaba tan entusiasmada no había llegado ocurrir, su corazón se sentía oprimido y confuso; solo quería volver a casa a pensar tranquila las cosas o quizás terminar con esos pensamientos de una vez por todas.

El supuesto "AMOR"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora