Capitulo 11

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                                                              El comienzo del Juego

Llegando a su casa, solo saludo a sus padres y se fue directo a su habitación, esperando que alguno de ellos preguntara: que sucede hija? ¿Fuiste a algún lado vestida así?; pero no, nunca preguntaron nada y solo dieron las buenas noches, dichosos padres que tenían que nunca estaban en casa, dejando que ella vaya a un parque sola a esperar a un chico y además que aquel chico nunca llegue. Pensamientos de impotencia y de rabia salían de el corazón de Adriana, se quito aquel hermoso vestido azul cambiándolos por sus pantalones anchos y una camiseta ajustada, desmarañando su pelo y llevándolo sobre su rostro, tirándose a su cama a acurrucarse en una esquina; eso era todo lo que ella hacía antes de conocer a Michael, pero todo cambio cuando el llego. Porque estaba tan entusiasmada con aquella cita?, porque me arregle de ese modo?; se preguntaba a sí misma, ni ella entendía e porque, quizás por el comentario que habían hechos aquellas chicas o quizás era por que en verdad quería parecerle bonita a Michael, o solo quería arreglarse aunque sea una vez, todas esas teorías eran en su mayoría ciertas pero quizás la segunda era la que se acercaba a sus sentimientos.

Aquel parque lleno de emociones brillante se había opacado de tanto de que ella lo miraba una y otra vez, aquel parque que era tan especial para ella se había transformado en un parque común y monótono sin nada en especial, porque todo eso ocurría?, si ella se esmero tanto por esa noche cambiando su forma de ser y siendo diferente de como era antes, esa noche tan esperada no había ocurrido y su corazón se sentía oprimido en su pecho. Además que había sido aquella voz que había escuchado antes de cortar la llamada de Michael?, podría ser verdad que el solo jugaba con ella o fue todo un mal entendido que ocurrió entre ellos.

Qué clase de amor seria ese, que se daña con tan solo un pequeño rose y se rompe al instante, ese no era el amor que sentía Adriana, ese no era el amor que ella había elegido, ese no era el amor que a ella le había tocado; o eso era lo que pensaba ella. Michael nunca llego a su corazón de esa manera volviéndose todo un enredo tan difícil de desatar y romper.

Después de tanto pensar, Adriana se había quedado dormida olvidando de una vez por todas todo eso que le quitaba el sueño, durmió durante mucho tiempo despertando de improviso y dándose cuenta que no había ido a la escuela, quiso mirar el despertador para saber la hora exacta pero sus fuerzas no le bastaron dejando caer una nota que había encontrando sobre su mesita de luz:

Adri...

"Pequeña aventurera" cuando llegue hoy a tu cuarto te encontré empapada en sudor, revise tu temperatura y parecía que tenías fiebre ya avise a tu escuela que no irías hoy, así que por favor descansa y no te muevas de la casa. Note que ayer saliste a la noche sin ningún abrigo lo más seguro es que hayas atrapado un resfriado, que estabas pensando en salir así "tonta", pero no importa recupérate pronto y cuida de ti. Te quiero mucho

Tu idiota madre

-Se ha preocupado por mí; pensó Adriana en ese momento, con las mejillas calientes y con un corazón cálido.

Las 2 p.m, Adriana había dormido más de 10 horas, para aliviar su corazón y despejar su mente, cada cosa había tomado su lugar y las confusiones habían cesado, por el momento. Toda una tarde estuvo descansando sintiendo su cuerpo un poco débil y enfermo, pero no era para tanto su energía no terminaría ella debía encontrarse con Michael y aclarar todo de una vez por todas.

Llegaba la noche y sus padres no regresaban a su casa, ya estaba oscuro y las luces de la ciudad iluminaban todas las calles; eran 20:30 cuando llego una llamada que terminaría con todo, la conversación que desataría la cadena de lagrimas se empezaba a escuchar atraves del teléfono, diciendo palabras tan crueles y secas desde el teléfono de una persona tan cálida y alegre como era Michael:

- Por qué crees que estoy haciendo eso?, estúpida; respondió una voz masculina

- Tu eres el estúpido Michael, no entiendes nuestra apuesta verdad?; contesto la voz de la misma chica que había oído Adriana en la conversación con Michael

- Claro que lo entiendo, yo no quiero a Adriana, no me gusta, satisfecha?

- Admite que fue una apuesta; repitió

- Si fue una apuesta, todo fue un juego; contesto Michael con la voz firme y seca.

- Y porque no se lo dices a la cara?, ya que te está escuchando. Adriana podrías venir a la plaza frente a los canales, dentro de diez minutos, por favor ven; respondió la voz y cortando la llamada antes de que ella aceptara.

Que haría Adriana, en verdad iría a ese lugar, porque lo haría?; pero sus ganas de saber lo que en verdad pasaba no al detenían, que era todo eso de lo que hablaban, "una apuesta, un simple juego", eso era lo que en verdad ella significaba para Michael?, todo eso volvía a ser muy confuso, lagrimas empezaban a brotar de sus ojos mientras corría hacia las calles que iban a los canales, a terminar el juego que ella creería que era para Michael.

El supuesto "AMOR"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora