Sin Gloria Ni Finales Felices | Frerard

Capitulo 8

Día 12

Luego debe haberte despertado e ir al lugar donde vivía Frank y recoger sus cosas, regresaron nuevamente hacia tu departamento sin antes ir a comprar comida en el supermercado. El niño se mantenía un tanto serio, no podías pensar en que tal vez estaba avergonzado o simplemente no quería hablar del tema aunque en su mente parecía querer hacerlo. No tenías ni idea que hacer, nunca tuviste que cuidar a un niño en tu vida. No tuviste hermanos como para saber que hay qué decir o hacer en estos momentos, aún así preferiste callar antes que decir algo inapropiado.

Cuando llegaron, vos comenzaste a guardar las cosas compradas mientras Frank dejaba su mochila en el piso y se sentaba en una silla.

- ¿Por qué lo haces? – Te preguntó Frank, obviamente entendiste a qué tema venía eso, así que para aligerar la cosa dijiste:

- Los porqués se los dejamos a los científicos y a los detectives, ellos las necesitan más que nosotros. Aunque si insistes puedo decirte que simplemente lo quería hacer. – No dijo nada más, tal vez con tu respuesta se había quedado conforme.

- ¿Quieres que haga la comida?

- Nop,-sonreíste.

- ¿Porque no? – Se levantó de la silla acercándose hacia a vos lentamente mirándote fijamente.

- Porque solo haré la sopa de arroz instantáneo.

- ¿Prefieres esa cosa fabricada antes que hechas por estas manos? – Tomó tus manos mientras preguntaba y vos no sabías que mierda pasaba con tu cuerpo, en serio.

- ¿Eh... si? Tengo hambre. –dudaste en dar esa respuesta, pero era la única que se te ocurrió dado la cercanía de Frank.

- Bien, pero me las pagaras. –Te sonrió vengativo.

Y eso no te gustaba ni un poco.

*****

Sabías que esa sonrisa no te había gustado nada.

Frank te había dicho de salir a dar una vuelta, vos como tonto aceptaste. Ni que fuera tu ex esposa para hacerlo aunque esta vez, al parecer, no te desagradaba. No lo hacías por compromiso, sino porque además de estar en modo "héroe" por haberlo sacado de ese lugar querías permanecer cerca de él por el tiempo que fuese. Así que, fueron a dar con un parque y Frank sonrió sentándose en una de las sillas de la hamaca y vos lo acompañaste, balanceándote un poco.

- ¿Qué harás conmigo? – te preguntó, de repente, Frank. Mirándote fijo, te incomodaste y preferiste mirar hacia la tierra del suelo.

- ¿Por ahora?... – tosiste, tratando de que el nerviosismo se fuera un poco.-... esto. – El niño rió y siguió hamacándose hasta que después de un rato, se levantó.

- Quiero un helado.

Y mierda, no estabas preparado para ver esa imagen de Frank comiendo un cucurucho.

Día 13

Te despertaste con la puta luz solar que entraba por la ventana y justo daba en dirección hacia tu cara. Bufaste y con un suspiro te reacomodaste en el lugar ligeramente. La verdad no te moviste mucho. Sentiste tu brazos fríos y buscando la sábana que se habría quedado unos centímetros más bajos. Sin embargo, en vez de sentir la suavidad de una tela sentiste un suave brazo que rodeaba tu cintura, y que hasta ahora por idiota no te habías dado cuenta. No quisiste moverte, era obvio quien estaba detrás. No entendías por qué se había venido para acá, vos lo habías dejado dormido en el sofá, tapado con una frazada. Y ahora...