La vida de un satanico

V. El fin de una vida cristiana

Suena el teléfono en el rancho Los Pilares, lugar donde suelen reunirse los satánicos cada año a ofrecer sacrificios a su Maestro.

"Eres valiente al llamar luego de lo que hiciste, Lukas está muriendo y necesita hablarte" Dice la criada al contestar y luego le da el teléfono al dueño del rancho.

"Dónde están mis hijos?" Pregunta un angustiado padre en su lecho de muerte.

"No te entregaré a mis hijos para que lo dediques al diablo!" Le responde la que en ese momento era su esposa, palabras que hacen soltar una estruendosa y dolorosa carcajada a aquel hombre. Aquella mujer, asustada, resuelve colgarle el teléfono.

"Luccian, quiero hacer un último trato. Te ofrezco una vida de servicio de mi primogénito, toma mis poderes y pásalos a mis hijos"  Dice aquel hombre moribundo dirigiendo su mirada hacia un lado de la cama totalmente oscuro y deteriorado, a los segundos se escucha una voz procediente de ese lugar aceptando el trato. En ese momento su corazón dejó de latir, los que allí estaban tomaron el cuerpo y lo enterraron en una tumba especial que tenían preparada de antemano para ese momento en la parte más retirada de aquel rancho. 

"Debemos apurarnos para llegar temprano a la iglesia" Le dice el padre de familia a su hermosa esposa quien se encuentra terminando de peinar a su hija única de 5 añitos.

"Amor, la misa es a las 7pm. Apenas son las 5:30!!" Le responde la esposa.

"Si pero quiero hablar con el pastor, soñé con algo que me ha dejado perplejo y quiero que me dé dirección" Responde él ansioso.

"Sabes lo que pienso al respecto, está bien que hayas encontrado El Camino y todo lo demás pero no me presiones" Dice la esposa con una enorme sonrisa que amenaza con iniciar una discusión.

"Esta bien amor, orare a Dios para que llegues a aceptarlo como tu Señor"

El joven, que recientemente había sido bendecido con un empleo de detective en la policía de la localidad, iba con intenciones de gozarse en la presencia de su Señor aquel viernes.

"Pastor, gracias por recibirme. He tenido un sueño que me preocupa bastante. Me veo rodeado de muchas tinieblas sin embargo veo claramente a dos niños, uno de aproximadamente 6 años con un bebé en sus brazos y junto a ellos va una sombra alta con ojos como de fuego, me preocupa porque tengo varias semanas soñándolo y últimamente es con mayor frecuencia" Le dice el joven a su Pastor.

Mientras tanto, la esposa recibe una visita inesperada...

"Hola María! Años sin saber de ti hermana, entra! no te quedes afuera. Son mis sobrinos?" Le dice la dueña de la casa indicándole hacia dónde está la sala.

"Disculpa que llegue sin avisar... Y luis?" Le pregunta María un tanto preocupada al ver a su hermana sola con su niña.

María se veía totalmente atribulada, tenía dos mochilas para cargar bebé, en una llevaba al más chico, Alex, adelante y a Lukas, el más grandecito atrás. Aún dentro de la casa no se dispuso a bajarlos, como si intuyera lo peor.

"Él? Apurado como siempre de llegar a la iglesia se fue hace una hora. Ven con nosotras, la iglesia queda dos cuadras de aquí" Le responde la hermana con una tierna sonrisa con la que consigue calmarla.

"Mamá!" Se escucha el grito de la niña de 5 años. Aquel grito fue tan desgarrador que hace que la madre salga corriendo en su axilio, detrás de ella, y un poco temerosa, iba María con sus hijos.

Cuando suben a socorrer a la infante, ven junto a la niña un ser espeluznante, totalmente negro,  en vez de manos tenía garras afiladas y ojos como de fuego.