Prólogo

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Un amor Joven.
Un amor fugaz.
Un amor diferente.
Un amor infinito.

Aquella vez lo ví. Tan despreocupado por hacer bien su trabajo, y es que se veía que le importaba muy poco. Distraído era la palabra que lo definía, aparte de que, al parecer, poseía un aire de misterio. Ese misterio que yo me empeñé en descubrir hasta el fondo, incluyendo esos pequeños detalles que nunca faltan o se olvidan.

-¿Que deseas?- Esa fue la palabra que lo empezó todo...

Recuerdo que quise matarle a él, matar a alguien ese día porque llegaba tarde a la universidad pero me las arreglé para que todo saliera perfecto.

-Café con leche- Simplemente era mi adicción. Estaba enganchada a esa bebida como si se tratase de una maldita dogra que se negaba a alejarse de mí. Incluso consideré en ir al psicólogo o al médico.

Lo conocí tan a fondo. Guardaba tantos secretos que, aunque él no lo reconociera, se que necesitaba compartirlo y una parte de mí se sentía feliz porque fuí la afortunada. Si, abolutamente afortunada, de que Zayn se apoyara en mí, confiara en mí.

Incluso superó los problemas y yo, pude superar los tantos que el me trajo...

Y como decía nuestro libro favorito.

Las almas gemelas están destinadas a estar juntas, para siempre. Infinitamente.

Zayn y yo, a pesar de todo el daño, pudimos luchar por lo nuestro.

Me sentiría inmensamente feliz si me dejan una estrella y comentan. Un beso.

Alejandra :)

Café con leche |Z.M|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora