Lo malo de lo bueno

Deshonrar la Vida

La vida, tan bella, tan efímera,

Que tan solo unos instantes de perdición,

Provocan la destrucción de años de lucha,

De varios siglos de admiración,

Que se acaban con un simple adiós,

Que es el llamado del perdón.

El enfrentamiento de la mente,

Con la enfermedad de la gente,

Que quiere simplemente escapar,

Escapar del dolor de la angustia,

Que nos dice que la vida está aquí,

Entre nuestros sueños,

Entre tantos malos augurios,

Se pierden por la ambición,

De no querer, de no saber, de no poder... entender.

Salir de la oscuridad es tan difícil,

Como integrarse a la luz eterna,

Que con su aroma a bondad,

Calienta los corazones rígidos por la maldad.

Alimentándose de la decepción,

Y la desgracia llena de ilusión,

El corazón de los pobres de sueños,

Desgastan su vida, su humillante fascinación,

Su deprimida mente, se muere poco a poco,

Por no poder soportar la decepción de ser quien se es,

De ser para ellos un perdedor.

Perdiendo orgullo, el constante creer,

Que se apodera del sentir, que degrada el amar,

Sintiendo que no hay mas vida, que la que se deja atrás.

Vagando por la vida como un simple perdedor,

Que perdió más que la vida, perdió el amor,

El amor que jamás sintió,

En su alma, en su pobre corazón.

Desdichado, pobre iluso lleno de rencor,

Por la vida, por el perder lo que nunca pudo encontrar,

Peor es nunca haber sentido amor,

Que haber perdido el motivo por no sentirlo.