Las calles de la ciudad se encuentran empapadas de sangre,
De los hombres que perdieron el juicio,
Al ver el rostro del tenebroso abismo.
Los cielos llenos de odio están,
Por el fuego eterno que en la tierra está,
En el corazón de la gente,
Ya solo existe perdición y muerte.
Los grandes hombres,
Ahora tan solo son,
Enviados por el gran señor Sol,
Dueño del fuego y toda perversión.
Los que se sienten fuertes,
Serán los primeros en el infierno quedar,
Porque su corazón ya perdido está,
Por tanta desdicha mental.
Las puertas del infierno podrán ser vistas otra vez,
Y llevándose las almas llenas de maldad,
Al fin tendrá de nuevo el poder,
Saciando así a su creador,
Que la luz alguna vez apresó.
Los poderes de la luz serán opacados,
Por el fuego de las demoníacas lástimas,
Que tendrán por objetivo acabar con las esperanzas,
De los hombres del bien sin poder salvar sus almas,
Que perdidas ya están por su trágica ambición,
Su destino es que terminen en el angustiante encuentro con la desesperación.
Las sombras de la perdición encontrarán a todo aquel,
Que ha osado tratar de vencer, al señor de los cielos con el poder,
Que se le dio concedido al venderse a él,
Aquel que llama a las almas a la maldad,
Y los hace rendirse ante su inmensa brutalidad.
La sangre de los siervos de Dios ha sido derramada,
Por los hombres malos que tienen ya perdida su alma,
Por su hambre de poder y su sed de muerte,
Su condena será que en el infierno su corazón siga latente.
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Lo malo de lo bueno
PoetryMuestra de poemas parte del Poemario "Lo malo de lo bueno"... Dedicado a la ideología o debate interno de la vida, como consecuencia y desarrollo de nuestras acciones que llevan que nuestro mundo pierda el camino de esperanza. Se intenta transmitir...