Basta con una lágrima para el corazón de un hombre destrozar,
Y ya destrozado éste muchas mas lágrimas saldrán,
Teniendo así una reacción, de no poder ya escapar del dolor,
Y sentirse condenado a perder para siempre su pobre amor.
El llanto, algo tan espectral,
Pero en cierto punto hasta celestial,
Dios mío, tú que eres omnipotente,
Rompiste en llanto como cualquier mortal.
Imagina cuanto dolor debe sentirse,
Para que hasta el mismo señor de los cielos,
No haya podido contenerse,
En otras palabras es algo que la gente está destinada a sentir,
Aunque éste diga ser el más indemne lo sentirá al fin.
Los más sensibles dicen morir,
Cada encuentro con este sentimiento tan febril,
La felicidad de los hombres está casi destruida,
Por aquel sentimiento de perder tanto, que lo desanima.
Perdiendo el alma los hombres ya están,
Por el arrepentimiento que sienten en su corazón,
No pueden escapar del destino que dispuesto ya está,
Por el Señor del tormento y la destrucción.
Las palabras del hombre que fueron dichas por el tiempo,
Expresan sin lugar a duda que merecen el castigo eterno,
Ya que nunca pudieron entender,
Lo que significaba en realidad el poder,
Ahora ya nunca jamás podrán contemplar el mágico Edén,
Con sus ojos tan faltos de Fe.
Advertidos fueron,
Y aún así desobedecieron,
Ahora su alma perdida se encuentra,
Por el arrepentimiento que ahora penan,
Ahora hasta la eternidad,
Cuando supliquen una segunda oportunidad,
Que será negada,
Por su vida llena de maldad.
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Lo malo de lo bueno
PoesíaMuestra de poemas parte del Poemario "Lo malo de lo bueno"... Dedicado a la ideología o debate interno de la vida, como consecuencia y desarrollo de nuestras acciones que llevan que nuestro mundo pierda el camino de esperanza. Se intenta transmitir...