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Me desperté cómo de costumbre, me duché, desayune y fui caminando hasta el colegio, deseando que un príncipe azul se topará con migo y ser felices por siempre, lamentablemente sólo eso sucede en cuentos y películas de amor.

Me sentía completamente sola 2 años sin amor de algún tipo, sin amor de padres, sin amor de amigos, sin amor de mi supuesto novio, que hasta ahora estaba perdido.

¿Por qué estaba en este mundo?, nada me detenía para irme, ya que oficialmente no tengo nada... Pero ¿que?, en que estas pensando Marina, estas loca.

Pero después de algunos meses en volví a preguntar lo mismo y volví a responderme a mi misma repuesta.

- 3 años después -

Ya tenia 18 años, y en esos momento se me ocurrió irme ahora mismo de la casa de mis padres, estaba haciendo mis maletas cuando mi madre sin previo aviso entra a ni habitación.

- ¿A donde creés que vas? - dijo mi madre gritandome

- ¿A donde voy?, pues a mi apartamento, me voy de la casa -.

- Por Dios tu nisiquiera tienes 16 años -

- Te recuerdo que hace 2 días cumpli 18 años -

- Y claro te vas pero no sabes nada de está familia -

- ¿A qué te refieres? -

- Tu padre tiene anemia desde hace 3 años y tu no lo sabias o ¿si? - dijo gritandome

- Obvio que no, porque adivina que tu no me lo dijiste -

Después mi madre se quedó callada mirándome fijamente, su mirada reflejaba enojo y mucho pero mucho orgullo.

- Callate y vete de aquí ahora mismo -

- Oh claro que si -

Coji mi maleta y me fui, la verdad no tenía un departamento, y tendría que empezar a buscar uno, si es que no queria volver ala casa de mis padres y la verdad no quiero volver.

Estaba vagando por las calles y me dije a mi misma:
El día de mañana será diferente.

El dia de mañanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora