Prólogo

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-Ahí va el palito con patas- se burlaban un grupo de chicos ante un joven alto, flaco y con su característico pelo rizado. -¡FLACO! TIRAME UN HUESO!- le gritaban, los comentarios ofenden y él más que nadie lo sabía.

-Que te lo tire tu madre...- alcanzó a decir el chico. El grupo miró, por decirlo de alguna forma, al líder.

-¡Tú, idiota! Vuelve aquí- salieron en su búsqueda.

En la carrera por la vida y la muerte, Harry tropezó con un chico.

-Oops...

-¡Mira por dónde vas idiota!

-Perdona, lo siento mucho. Ahora no tengo mucho tiempo, luego te lo compensaré- siguió corriendo. Louis lo miró como a todos los flacos que ve, con rabia y envidia.

-Putos flacos- siguió con su camino.

-Maricon- Louis se dio la vuelta y vio a los chicos.

-¿Te crees que soy gay? Irradio heterosexualidad ¿captas?- hizo una mueca de asco y lo miro de arriba a abajo -Si vienes a pegarme junto con tus matones, es mejor que lo dejes para otro día. No estoy de buen humor idiotas. ¿Saben ustedes lo que me cuesta entrar en las camisas de talla S?- su voz sonó melancólica

-¿De que carajos habla este idiota?

-No puedo ni intentar usar top crop sin que me digan Maria celulitis.

-Ya... Tranquilo. Mira...- saca algo de la mochila -Es mi comida pero da igual, tiene jamón dietético. Suerte con tu problema- sonrieron y se fueron

-Estupidos- bostezo y abrió el sándwich -¿Jamón dietético? Más dieta tienen mis chocolates que esto- lo miro y analizó las cosas -Me da igual, tengo hambre- se fue caminando y masticando su sándwich.

Mientras que Harry se había escondido en un casillero. Por este tipo de ventajas agradecía ser flaco.

Miraba por las rendijas del casillero, veía a toda clase de alumnos pasar. Alumnos que ni sabia que existían.
Harry no era el más popular, pero si destacaba por su media, era realmente buena.

-El narrador tiene razón, mi media es de un 8. A diferencia de un tal Tomlindon, o algo así. Su media está por debajo de mi talla de ropa. Lo único que hace en clase es formar peleas...

Y como iba diciendo, las medias de Louis no eran del todo buenas. Parecía un chico sin futuro, lo único que le preocupaba era estar flaco.

Harry se paso la mayor parte del día escondiéndose y asustado.
Una vez que llego a su casa fue a la cocina y miró a su madre atentamente.

-Quiero ir a un nutrisionista. Mamá, soy demasiado flaco- Anne estaba mirando el periódico semanal y tenía un vaso de café en la mano.

-Harry... Sabes que no tenemos dinero.

-¡¿Sabes lo que me dijeron hoy?!- su madre lo miro esperando una respuesta -Me dijeron, flaco tirame un hueso.

-Harry, eso es la edad. No te preocupes- bufó y se sentó en una silla en frente de su madre. Echo un vistazo a la casa.

-¿Cómo si tienes dinero para comprarle a Gemma ropa de marca, y yo que pido algo IMPORTANTE no me ayudas?

-Harry, no me hables así- alzó la voz

-No te estoy alzando la voz, solo te estoy diciendo lo que pienso. Estoy harto de esto ¿sabías? Yo me voy a mi habitación y tú sigue con lo tuyo- puso los ojos en blanco -¿Si te digo que quiero engordar para que me queden marcas como Prada me dejarías ir?

-¡Harry, vete a tu habitación!

-Adiós...- salió de la cocina murmurando algo dejando a Anne sola en la habitación.

En realidad Anne se había planteado llevar a Harry a un nutrisionista. Conocía a una madre que también llevaría a su hijo a un especialista.

Marcó el número en su teléfono y llamó.

-Hola Jay ¿qué tal?- reía -Harry y yo tenemos una pequeña discusión debido al nutrisionista.

-Oh, mi hijo también llegó con el autoestima por los subsuelos. Imagínate que hoy lo hicieron sentir gordo.

-Harry tiene el mismo problema, pero al revés. Es demasiado flaco y no engorda con nada.

-Que mala suerte y ojalá yo fuera así- las dos rieron

-¿Piensas apuntar al niño al aula de apoyo?

-Sí, yo de hecho iré a hacer los papeleos mañana.

-Ah... Si quieres te puedo acompañar, quiero también hacer los de Harry.

-Por supuesto Anne, sería un placer conocernos en vez de hablar por teléfono. Oye... Te dejo, tengo a las gemelas peleándose- gritó por detrás de la línea -¡DAISY NI SE TE OCURRA JALARLE EL PELO A TU HERMANA O TE DOY UN CHANCLETAZO QUE NO DUERMES EN UNA SEMANA!- colgó

Ahora Harry iría a apoyo.
Harry tendría la talla que él quería tener.
Harry sería feliz.

***
Soy la autora, seguro que la historia las decepcionó. Pero era algo improvisado, cuando termine la editare y todo eso.

Espero que les haya gustado, este pequeño prólogo.

Déjame amarte {Larry}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora