APROBADO DE MUERTE

Capítulo 7: La anciana y los fantasmas.

Estábamos los cuatro muy asustados , no había nadie y nos habíamos llevado el susto del puente. Estamos atrapados en el pueblo.
De repente apareció Julia corriendo:
-¡CHICOS! Mirad esto, sobre esta habitación había un cementerio.- dijo mirandonos fijamente.
- ¿ Por qué no cavamos y lo comprobamos nosotros mismos?- dije yo.
- Está bien.- dijeron Fran y Rocío.
Empezamos ya a cavar , encontramos las palas en el armario pero cuándo vinimos no las vimos bien.Eso me dio un mal presentimiento...
-¡EEEH!- gritó Fran.
- ¿ Que pasa?- dijimos los tres intrigados.

- He encontrado dos tumbas.- dijo atemorizado.
Se trataba de una mujer, esta murió con 113 años y un leñador que murió joven.
-¡DIOOS! El leñador es el que ví anoche.- dije seguro
- Y la risa de persona mayor sería ella.- dijo Rocío.
- Esto ya empieza a dar miedo.- dijo Julia.
Entonces pasadas un par de horas fuimos a la casa de una sabia del pueblo, le contamos nuestra situación y contesto lo siguiente:
-¿Entonces ya os ha atacado?- pregunto asustada.
- Sí , sobre todo a Fran.- contesté.
- Tiene un orden, ¿no es asi?
- Exacto.-dijimos los 4.
- Pero a el ya le han dejado una chapa.- dijo Rocío.
-¡Entonces te debes esconder!- dijo la anciana.
-¿ Por qué?-pregunto él.
- Margaret que es la anciana era ciega al igual que su hijo, entonces los dos no pueden ver, sentían vuestra presencia pero no os podían ver.- dijo ella.
- ¿ Entonces estoy salvado?- dijo Fran.
- Depende, puede que si o puede que no porque si vuelven a notar tu presencia irán a por ti, y no se conformarán hasta que dejes de vivir.- contestó la sabia.
- ¿Y como se marca esa presencia?- pregunto Julia.
- Supersticiones.- respondió.
- ¡Os dije lo del 666 y el restaurante!- gritó Julia.
- Entonces si lo he entendido bien, ¿si hacemos alguna superstición irá a por nosotros?- dijo Rocío.
-Has dado en el clavo.- dijo la anciana.
Julia mientras se daba una vuelta por la casa, y fue y dice:
-¡Que espejo mas bonito!- dijo Julia.
- ¡NOOOO!- chilló la anciana.
Y a Julia se le cayó el espejo, entonces en la casa empezó ha haber una gran niebla como la del puente :-¡TOMAD UN TREBOL DE CUATRO HOJAS!- dijo la anciana.
-¿Y para Julia?- dije yo.
- Ya no podemos hacer nada por ella.-dijo la anciana.
Se despejó la niebla y Julia ya no estaba:
-¡Noo! La hemos perdido.-dijo Fran.
-Vayamos a buscarla.- dijo Rocío.
-Espera, dijo la anciana, Fran se debe quedar, si tiene mala suerte volverán a ir a por él.- dijo la anciana coherentemente.
- Esta bien.- dije y salimos Rocío y yo de la casa dejando a Fran allí.