Capítulo 5: Superstición

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Ya nos dirigíamos los cuatro a nuestra cabaña íbamos por el camino felices, sonrientes y con buena cara (yo seguía rojo).
Al fin llegamos , nos tocó la número 666, lo malo es que Julia es supersticiosa entonces creyo que nos iba a pasar algo malo(666 es el número del diablo).
La llave como nuestra profesora nos había indicado estaba debajo del felpudo, entramos y la cerradura crujió porque hacía tiempo que nadie entraba.

A primera vista la cabaña estaba bien tenía un cuarto de baño y dos habitaciones, nos repartimos de manera que los chicos estuviesen en una y las chicas en otras , ¡MENOS MAL! Fran casi me pone con Rocío que vergüenza...
Nos fuimos a la cama agotados tras un duro día pero no pudimos dormir. Primero oímos unos pasos en la cabaña y a traves del móvil le preguntamos a Julia y Rocío si eran ellas y dijeron que no, que también los estaban oyendo. También escuchamos una madera chirriar podía ser una silla, una puerta , un cajón... Cualquier cosa.Y por último y más aterrador , escuchamos una risa como de una persona mayor.
Al día siguiente nos pusimos en planta a las 8 de la mañana , ninguno dormimos y seguíamos preguntandonos que podía pasar.
Julia estaba empeñada en que se trataba de la habitación pero yo no me lo tragaba , no creía que un número tuviera mala suerte. No soy supersticioso. Primero fuimos a un café que había en el pueblo, lo peor es que se llamaba el gato negro cosa que a Julia no le gustó obviamente:
-Chicos esto es una señal.-dijo Julia seria.
- Son todo casualidades no creo que pase nada.-dije yo.
- ¿Cómo explicas los pasos de ayer?-me preguntó.
- Pues... Puede que se colase algún gato.- dije yo.
- ¿Y el chirrido?- pregunto insistente.
- A lo mejor lo provocó el viento.- dije seguro.
- ¿Y la risa maléfica?- pregunto mirándome fijamente.
- Mmm... Pues... Vale me has pillado ni idea.- dije ya sin argumentos.
-¿Ves? No tiene explicación lógica que valga.- dijo de un tirón.
Volvímos a la cabaña y había unos arañazos y uno de los seis estaba boca abajo estaba empezando a tragarme lo que decía Julia...
La segunda noche no oímos nada pero Fran se levantó a beber agua y dijo que vió una silueta con un saco y encontro en la pared una mancha de sangre que ponía: NO DURAREIS MUCHO MÁS.

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