Te encontré cuándo no buscaba nada
Era ya las 6 de la mañana Felipe había despertado para ir a clases, quedaban ya pocos días para finalizar el año escolar. Felipe se puso su camisa blanca, pantalón gris, saco rojo y sus zapatos negros del uniforme.
Su padre también había despertado temprano, había descansado lo suficiente la noche anterior y además como era su día libre quería aprovecharlo con su hijo. Se puso su pantalón deportivo azul, camiseta verde zapatillas blancas y su chaqueta azul que hacía juego con el pantalón que llevaba, la mañana había amanecido algo fría pero sabían que ya el día se arreglaría.
-Buenos días Anie -dijo Julien
-Buenos días sr. Clayton -contestó Anie -ya está listo el desayuno.
-Muchas gracias Anie -dijo sonriente
En realidad lo que él quería decirle es Muchas gracias por todo este tiempo de servicio junto a mi hijo y a mi.
Hacía ya varios años que Anie había llegado a la mansión de los Clayton como una inmigrante más, el día que se presentó Anie a la entrevista de trabajo fue una gran sorpresa, pues aún vivían en Sudamérica con Jennifer la madre de Felipe, quien estaba necesitando ayuda con los quehaceres del hogar puesto que se acercaba la hora del alumbramiento de Julián.
Por otra parte Anie siempre ha sido muy respetuosa y muy agradecida con sus jefes por lo que no tardaron mucho en relacionarse con Jennifer, se llevaron muy bien desde el inicio y tenían la confianza suficiente para contarse muchos de sus problemas.
-Aquí está su desayuno listo -dijo Anie.
Enseguida bajó Felipe a desayunar, Anie había puesto ya la mesa: leche, pan tostado, cereal y unos huevos cocidos estaban servidos sobre la mesa.
-Buenos días papá -dijo Felipe aún desperezándose.
-Buen día hijo por favor apresúrate, no querrás llegar tarde a tus clases hoy.
- Si papá no te preocupes termino de desayunar y podremos irnos -contestó Felipe
-Mientras voy encendiendo el auto -dijo su padre.
-¿Piensas hacer algo hoy papá, te noto algo extraño?
Su padre no dijo nada pero Felipe sabía que algo ocurría, sin embargo no le prestó mucha importancia su padre en algún momento le diría cualquier cosa si algo estuviese mal.
Poco después Felipe se despidió de Anie, tomó su mochila, sus llaves y salió. Afuera estaba ya su padre esperándolo con el auto encendido, enseguida subió Felipe y emprendieron marcha con rumbo al instituto.
-Hijo hay algo que tengo que decirte -dijo su padre mientras conducía el auto.-
Sabes esta ciudad ya no es segura -continuó su padre- hay mucha delincuencia, hay gente mala que hace daño a cambio de nada, su pretexto es que no tienen ni un pedazo de pan para llevarlo a su familia si es que acaso la tienen, por esta razón se aprovechan de la gente para quitarles lo que ganan con el esfuerzo de su trabajo
-Si papá, lo sé, pero no entiendo que quieres decir con eso -respondió Felipe con bastante curiosidad y asombro
-Bueno lo que pasa es que cómo tu sabes trabajo directamente con el gobierno y la policía estatal, estoy más cerca de los casos de robo, secuestro, extorsionadores, y la verdad no quisiera que nada malo te pase.
-Se cuidarme papá, siempre estoy con amigos, ando por las calles principales y si por alguna razón se hace tarde voy por calles iluminadas o pido a alguien que me acompañe -dijo Felipe con seguridad.
-De todas formas no está por demás recordártelo, ya vamos llegando será mejor que tomes tus cosas.
-Si papá, enseguida.
Felipe, tomó su mochila y cinco minutos después ya habían llegado al instituto, con la conversación que tuvieron en el auto, ni siquiera pudo pensar en que es lo que le diría a Sofía, solo sabía que en cualquier momento la encontraría, ya se le ocurriría algo que decirle.
Felipe iba en dirección a su aula cuando sintió que alguien lo tomó por el brazo.
-Hola mi amor, -dijo Sofía mira tengo que hablar contigo.
-Sofy mi amor que sorpresa, yo también tengo algo que decirte -Dijo Felipe en un tono como de admiración y con cierto nerviosismo.
El timbre que anunciaba el inicio de clases sonó por lo que ambos entrarían a sus clases.
-Sabes -dijo Felipe,- en la hora de receso te busco y hablamos ¿te parece?
-Si seguro dijo ella, se dió media vuelta y caminó en dirección a su clase.
