CAPITULO 9

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Estaban a inicios de la ciudad, era todavía amanecer, los jovenes estaban asustados, la ciudad tenía una apariencia tenebrosa, la niebla la tragaba, apenas lograban ver los edificios, casi destruidos, las calles solitarias, todos tenían hambre, tenían que buscar alguna tienda.
Un local cercano tenía la puerta abierta, Joe logró verla, todo el grupo se acercó, a pasos lentos pero largos, Patrick iso un gesto para informar que el entrará primero, lo seguía Ninna, por detrás Jean y finalmente Joe. Dentro todo era mas oscuro, sus trajes estaban sudados, la tienda se dividía en estantes, Joe y Jean de fueron a la derecha, Ninna y Patrick al lado contrario.
-Tengo miedo.
-Dame la mano, tranquila, saldremos con mucha comida.
-Gracias Patrick, de verdad.
-Sólo soy amable.
Caminaron de la mano, él mas grande que la de ella, tocaban cuidadosamente las entanterias, Ninna sintió un tipo de lata, la tomó. Ya habían pasado un tiempo, Joe estaba lleno de comida, Jean igual.
-Patrick, vamos.
-De acuerdo.
Joe, Jean, Ninna y Patrick se fueron a la salida, Jean estaba algo cansada, su corto y liso pero rubio estaba alborotado, su fina cara manchada y sus labios hinchados, todos estaban igual. Los cuatro habían conseguido comida para un mes completo, no era necesario ver la fecha de vencimiento, no les importaba.
-Tengo demasiada hambre- Jean se quejaba casi siempre.
-Vamos a comer moderadamente- Joe siempre dando órdenes.
Había una caja de galletas, dos latas de atún, una botella de jugo, dos latas con frutas entre otras cosa y mucha agua. Jean saco las galletas y un cepillo para peinarse, ponía gestos de dolor al momento de hacerlo.
-Están ricas...
Terminaron rápidamente, el sol estaba a mitad de camino, tenían que cruzar la ciudad si o si.
Iban caminando unos cincuenta minutos cuando una sombra se cruza en su camino, todos se detienen. La sombra vuelve a cruzarse, de un momento a otro salta un lobo a la cara de Patrick, los demás lograron esquivarlo, Patrick peleaba con el lobo, el lobo lo mordió y rasguño varias veces, Joe tomó un tronco y le pegó, el lobo gimió y se fue. Jean y Ninna se acercaron rápidamente, le levantaron la cabeza y observaron sus heridas, Joe ayudó a pararlo y caminaron nuevamente, como si no hubiera pasado nada, Patrick cojeaba.
-Debemos parar.
-Imposible, necesitamos cruzar la ciudad.
-Joe, Patrick esta mal, tienen que descansar.
-Estoy bien -interrumpió Patrick-.
-Vez, esta bien.
Sieguieron caminando, el sol apunto de esconderse, Patrick callo al suelo.
-¡Patrick!...
Patrick cayó inconsiente, Jean gritó. Unos hombres anchos se acercaban, Jean salió corriendo, uno de ellos la siguió, Joe tomó un fierro y Ninna se quedo junto a Patrick, dándole la espalda a los hombres, eran tres.
Tomaron del pelo a Ninna y la azotaron contra el piso, la agarraron de los débiles brazos y la metieron a un tipo de caja, así de rápido, Joe se alejaba lentamente, uno de ellos se acercó, Joe le pegó en la cara, el hombre se movió rápidamente y sacó una pistola, PUM... Joe cayó al suelo, también lo metieron a una caja.
-Por favor, porque me sigues.
Jean corría como nunca, pero el hombre estaba a punto de alcanzarla, Jean dobló agilmente a la izquierda y se escondió detrás de una caja llena de basura, vio una botella tirada, la tomó silenciosamente, El hombre se detuvo, miró hacia los cuatro lados, Al frente, la derecha, Izquierda y hacia atrás, giro hacia la derecha, estuvo mirando un buen rato, Jean lo tomo de sorpresa y le rompió la botella en la cabeza, salio nuevamente corriendo, empezó nuevamente la persecución, al hombre le sangraba la cabeza, estaba furioso, iso todo lo que pudo y se tiró encima de Jean, ella cayó bruscamente, el la tomó del cabello, la giró y la abofeteó, la cargo y se dirigió donde los demás.
-Están todos.
-Falta el herido.
Tomaron a Patrick, dejaron a Jean en la caja y se marcharon.

Un edificio casi destruido, hay eran donde habitaban, amarraron con cadenas a los jóvenes, piernas y brazos.
-Ayuda, porfavor -Jean estaba asustada-.
-Al fin despertaron.
Se abrió la puerta, una hombre entró y la volvió a cerrar, los jovenes estaba amarrados uno al lado del otro, el hombre dio unos paso y se detuvo, frente a Jean.
-Tu.
La desató, Jean lo empujó bruscamente y intento salió, NO, la puerta estaba cerrada.
-Perra.
-Se levantó y sacudió- Tron, llévame a la rubia al cuarto.
Jean lloraba.
Una pieza negra, una gran cama, cadenas al rededor, Jean amarrada, el hombre desnudo.
-Eres virgen. Ella no respondió.
El se tiró encima de ella, la empezó a acariciar, ella estaba sucia, el saco su lengua y le lamió el culo, separo sus nalgas y le metió la lengua en el ano.
-Ah...
-Te gusta. Ella lloraba aún.
-Callate hijo de puta.
El hombre empezó a masturbarse, acercó su pene en la boca de Jean.
-Abrela.
Ella lo iso, su pequeño pene entró en su boca, ella ponía cara de asco, cuando volvió a entrar ella lo mordió, el la abofeteó y la penetró analmente, ella gemía por el dolor, el seguía, cada vez más fuerte y rápido, la tomó de cabello y la tiro hacia atrás, Oh.. Jean sintió un líquido, lloraba cada vez más fuerte.
-Creo que lo ise muy rápido, te está saliendo sagre, río entre dientes.
Se separo de ella, salio del cuarto.
-Matenla.
Dos hombres entraron, la soltaron, uno llevaba un machete, Jean lloraba, la tomaron del brazo, uno se los agarro y el otro la apuñaló, ella grito, fue un grito de dolor, cayó al suelo, los hombres la dejaron desangrandose.
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THE PURGEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora