Levanto la vista y miro el reloj, lo qual me recuerda que tengo que buscar una noticia pero tambien tengo que comer, justo en ese instante se oye un gruñido provinente de mi estomago muerto de hambre, voy a la cocina y al abrir la nevera ne encuentro con unas sobras de lentejas de hace tres semanas y poco mas.
Decido ir a comprar comida, pero me sorprende otro gruñido ahora mas fuerte que antes que me intica que lo mejor es que coma fuera, ya que comere antes...
Gracias a dios, delante de mi apartamento hay un restaurante bastante desolado (con lo cual no hay casi gente y no es muy caro) donde sirven muy buena comida. Bajo las escaleras, es un primer piso, no tengo porque cojer el ascensor, y de repente me encuentro con el chico de esta mañana, al que le grité muchas tonterias.
Al verme supongo que recuerda ese aconteciemiento (yo con pijama despeinada y gritandole a la vida), y por eso se le escapa una carcajada, seguida por una deliciosa sonrisa dirijida a mi, y solo a mi. Me empiezo a poner roja como un tomate..., y cuando menos me lo espero el me suelta unas palabras que canviarian mi vida de ahora en adelante.
--Encantado, soy Nikolas Merberd, y desde hoy tengo el placer de ser su vecino, señorita gritona.- dijo él aun con la sonrisa en la cara.
Dios no puede ser, ¿a que ha venido aqui? Pero si en etsre apartamento a parte de yo solo hay ancianos, y no hay nada cercano, esta alejado de todo...
--¡E-encantada! Si-siento lo de esta mañana, espero que no te haya asustado... y no me llamo señorita gritona me llamo Del.la, Del.la Penlak.- digo yo tratando de no tartamudear por la verguenza.
Y por si no fuera poca la veguenza que estava soportando, justo en ese instante un tercer gruñido se oye pidiendo a gritos comida... mi cara se pone mas roja que nunca no se que hacer, no creo que pueda mirar a a Nikolas a la cara.
--¿Asi que la barriga de la señorita gritona tambien sabe gritar? Jajaja no pasa nada si tienes hambre solo tienes que decirlo.
--Señor Merbe-
--¡Por favor llamame Nikolas.
--Ni-nikolas... es usted un sinverguenza...
--Vamos no se enfadee, ¡para compensarla la llevo a comer!
--¿¡Quee!?
--Vamonos vamonos que tu barriga no podra aguantar mucho mas tiempo...
De pronto Nikolas me cojio la mano, ya no podia estar mas roja asi que creo que empeze a ponerme naranja de tantos nervios y verguenza acumulados... y encima me estava llevando a comer, ni me conoce, seguro que es un mujeriego que solo me quiere utilzar para sus juegecitos... ¡Pues lo va a tener claro!
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.Sobredosis. (pausada)
RomanceDel.la Penlak, una chica de 20 años que cuenta con mas torpeza que suerte nos cuenta su día a día dentro de su vida como periodista y sus problemas con las amistades. Y por si eso no fuera poco aparece un vecino que canviara las cosas...