Historias para no dormir

Relato 17 (Capítulo 15)- Tick Tack

Me giré para ver a quién pertenecía la voz.

-Siento todo esto, la verdad es que solo tenía ganas de venganza y no pensé con claridad. Eres la única que puede resolver esto, lo sé.

Era la madre de Kaos, me había encontrado ella a mí y no parecía ida como antes. Entonces antes había fallado adrede el tiro.

-Los despistaré, mientras coge un bus hacia casa y continua la investigación. Sé que podrás ayudarme descubriendo la verdad y demostrando que soy inocente.

-Entonces, ¿usted no tiene nada que ver con su marido en esto?

-No, ¿crees que fue él?

Vi como su cara tornó a una expresión seria y triste. Me levanté, me entregó mis cosas y empecé a andar hacia donde me había indicado. Estaba en mi límite pero tenía que resistir hasta llegar a casa. Cogí el bus, le mandé un mensaje a mi madre diciendo que ya mismo volvía a casa, me puse mis cascos y di al play.

"I was five and he was six We rode on horses made of sticks He wore black and I wore white He would always win the fight."

La música me ayudaba a pensar, comencé a conectar pistas e hipotésis.

"Bang, bang, he shot me down Bang, bang, I hit the ground Bang, bang, that awful sound Bang, bang, my baby shot me down."

La hipótesis de que el asesino fuese el padre y la madre la cómplice quedaba descartada, espera, ¿de verdad debía creerla? Quizá me ayudó, hizo todo eso para ganarse mi confianza y que no pensase en ella como una posible sospechosa.

"Seasons came and changed the time When I grew up, I called him mine He always laugh and say Remember when we used to play?"

Teía un cacao mental impresionante, yo no era detective, no sabía nada de esto sólo lo que había visto en películas y series.

"Bang, bang, I shot you down Bang, bang, you hit the ground Bang, bang, that awful sound Bang, bang, I used to shoot you down."

Sólo tenía dos sospechosos y aún no tenía motivo para ninguno de los dos. Carecía de sentido.

"Music played, and people sang Just for me, the church bells rang"

Tengo que ir a la casa de Kaos, supongo que registrar la casa me serviría para encontrar motivos de por qué asesinar a sus propios hijos.

"Now he's gone, I don't know why And 'til this day, sometimes I cry He didn't even say goodbye He didn't take the time to lie."

Sonaba todo tan macabro y subrealista que pensaba que estaba en una pesadilla que no iba a acabar nunca. Me pellizqué el brazo. Dolió, no era un sueño... supongo.

"Bang, bang, he shot me down Bang, bang, I hit the ground Bang, bang, that awful sound Bang, bang, my baby shot me down."

Poco a poco fui cerrando los ojos y quedé dormida.

Alguien me despertó poco antes de llegar a mi parada. Era Kaos. Esto hacía aún más subrealista todo. Al salir del bus me dirigí a mi casa, necesitaba cambiar mis vendas y descansar un poco más.

Cuando llegué vi una nota en el arcón de la entrada:
"Nos hemos ido ya al aeropuerto, seguramente llegues pronto. Tienes dinero donde siempre y comida en la nevera. Cuando lleguemos te llamamos. Un beso"

Es cierto, mis padres tenían un viaje estos días, se me había olvidado. Entré al baño para cambiarme las vendas y darme una ducha. Después me fui a mi cuarto, me lancé a la cama y suspiré de alivio al poder al fin descansar un rato tranquila.

Después de un rato tirada en la cama sin poder dormir me levanté, no me apetecía seguir con la investigación porque estaba poco concentrada para ello. Tampoco quería ir a un sitio donde me pudieran encontrar fácil, no quería arriesgarme a que ocurriese otra locura. El cementerio, pensé. Tenía la llave del cementerio, estaba alejado del pueblo y no solía ir mucha gente además que nadie fuera del pueblo sabía dónde estaba.

Me vestí y me dirigí hacia allí. La verdad es que era un gran esfuerzo para mi estado actual. Una vez allí abrí la cancela con mi llave, cuando estuve dentro la volví a cerrar así si alguien entraba podría estar alerta ya que realizaba un gran escándalo.

Recorrí el laberinto de tumbas hasta el centro del cementerio donde había una plazoleta. Escogí uno de los bancos que había, puse el cojín que había traído conmigo y me tumbé. Al poco rato quedé sumida en un profundo sueño.

La gente no suele visitar los cementerios con mucha frecuencia, quizá el hecho de que le recordase a aquellas personas que ya no estaban no les gustaba. Para mí en cambio era un lugar donde estar tranquila, sin duda mis visitas al cementerio desde la muerte de Kaos habían aumentado. Sentía la necesidad de venir cuando estaba triste, me reconfortaba la tranquilidad de estar rodeada de aquellos que ya se fueron. Aunque bien es cierto que nadie muere, todo el mundo sigue vivo mientras alguien mantiene el recuerdo de esa persona.

Entonces el estruendo de la cancela de entrada abriéndose me despertó.