Ahí estabas otra vez, solo que en esta ocasión te veías cohibida y triste.
Te abrace muy fuerte, no quería soltarte; comenzaste a sollozar y me susurraste al oído un "te extraño" y supe que era momento de dejarte ir.
Me fui de aquel lugar y no regrese, no quería volver a caer; porque contigo era lo único que hacia, caer.
ESTÁS LEYENDO
Negro azabache. [#Wattys2015]
Short Story[Prohibida su copia o adaptación] Esta historia a sido inscrita a los #Wattys2015