Lo miré con toda la furia que podía tener. Maldito infeliz, juro que me las va a pagar de la manera más dolorosa.
-No más preguntas -dijo su abogado.
- ¿Usted tiene preguntas señor Black? -le preguntó a mi abogado.
-Si, si las tengo -dijo y se puso de pie. Caminó hasta donde estaba Grier -Señor Grier, ¿Por qué cree que el señor Dallas lo atacó? -le preguntó.
-Mmm, porque es un lunático -dijo él.
-Ajá, según sé el señor Dallas tiene un excelente historial psicológico. No tiene ningún problema mental -dijo y giró para mirar a los miembros del jurado -Entonces queridos miembros del jurado, ¿ustedes creen que pudo golpearlo porque si? Algún motivo tuvo que tener, ¿Cuál fue el motivo señor Grier? -Grier guardó silencio y compartió una nerviosa mirada con su abogado -No más preguntas al señor.
-Puede retirarse Grier -le dijo el juez -Señor Black, ¿tiene alguien para interrogar?
-Sí -dijo él. Se giró a vernos -Llamo al estrado a la señorita ______ Brooks.
Todo el mundo se giró a verla. Con cuidado ella se puso de pie y caminó de la misma forma hasta el lugar en donde antes estaba Grier. El mismo hombre del libro se acercó a ella.
-Jura decir la verdad, y nada más que la verdad -le dijo.
Ella apoyó la mano derecha sobre el libro.
-Lo juro -dijo. Mike se acercó hasta ella.
-Bien señorita Brooks, ¿Usted conoce al señor Grier? -le preguntó.
-Sí -dijo ella asintiendo.
- ¿Podría decirnos hace cuanto?
- Conozco a Nash desde hace ya dos años, lo conocí en unas vacaciones que hice con mi padre.
- ¿Podría decirnos como es él?
-Nash es un chico dulce, cuando quiere. Atento y respetuoso -habló ella. ¿Acaso eso iba a ayudarme a salir? -Pero tiene un serio problema, es demasiado celoso...
- ¿Celoso? -dijo mi abogado y sonrió -¿Podría decirnos un poco más de eso?
- ¡Objeción! ¿Qué tiene que ver la vida personal del señor Grier con esto? -dijo su abogado.
-No da lugar -dijo el juez y miró a Jared-Prosiga.
-Nash y yo comenzamos una relación amorosa algunos meses después de conocernos, antes de eso todo era perfecto, hasta que comenzaron a aparecer los celos. Pero no eran celos normales, eran celos posesivos y hasta irracionales. Aguante esa situación, porque de verdad lo quería, y quería intentar algo con él. Hasta que hace unos meses decidí terminar con la relación, sus celos me estresaban...
-Entonces ¿usted nos está diciendo que el señor Grier sufre un grave problema de celos?
-Sí -dijo ella asintiendo.
- ¿Usted conoce al señor Dallas? -le preguntó. Ella posó su mirada en mí. Y había algo en su mirada que no había visto antes.
-Sí -contestó.
- ¿Puede contarnos sobre eso?
-A Cameron lo conozco hace un mes. Él y yo vamos a la misma Universidad, al igual que Nash.
-Ajá, ¿usted podría decirme algunas cosas sobre el señor Dallas?
-Él es caballero y respetuoso. Siempre se muestra generoso con la gente que quiere y siempre encuentra la manera de hacerte reír.
- ¿Señorita Brooks, tiene usted algo con el señor Dallas? -le preguntó.
Ella volvió su vista a mí y yo la miré fijo.
-Sí -dijo ella.
Entonces sentí que mi corazón se aceleraba. Ella iba a mentir para sacarme de aquí.
- ¿Hace cuanto?
-Hace dos semanas.
Cameron se giró a ver a los miembros del jurado.
-Una joven pareja, que acaba de empezar ¿no les parece tierno? -preguntó. Todos rieron por lo bajo. Se acercó de nuevo a _______ - ¿Cree usted que eso tiene que ver con lo que pasó ayer con el señor Grier?
-Estoy completamente segura de ello -dijo ella.
- ¡Maldita seas ______! -rugió Grier.
- ¡Vuélvele a levantar la voz imbécil y te arrepentirás! -le advertí.
- ¡Orden, orden! -dijo el juez elevando la voz, haciendo que todos se callaran -Prosiga señorita.
-Cameron jamás actuaría sin provocación. No lo conozco hace mucho, pero si lo suficiente. Siempre está tranquilo, y pasivo. Le gusta compartir tardes con sus amigos, y no es celoso... bueno quizás un poco, pero normal. Estoy segura de que Nash se enteró y que fue a buscarlo -dijo y su voz comenzó a sonar temblorosa. Todos la miramos bien.
-Es hora de la actuación -me susurró Cher.
-Lo único que yo quiero es que él salga. Ustedes no tienen ni idea de lo terrible que fue ayer para mi enterarme de que él estaba aquí -dijo y soltó algunas lágrimas -Yo lo quiero, y él no es un mal chico. Yo sé que también me quiere...
-Tranquila señorita Brooks -le dijo Mike y le cedió un pañuelo.
Ella sonó su nariz y soltó un nuevo sollozo. Giré mi vista al jurado y todas las mujeres que estaban allí miraban con ternura a _______.
- ¿Acaso no puedes dejarme en paz Nash? -le preguntó a Grier - ¿No te cansas de querer volverme loca?
- ¡Eres una cualquiera! -le gritó él.
- ¡No te voy a permitir que le hables así a mi terroncito de azúcar! -le grité poniéndome de pie.
- ¡Ya cállense señores o los encerrare a los dos! -gritó el juez.
Todo el mundo volvió a guardar silencio.
-Lo único que pido es que piensen bien antes de encerrarlo. Yo sé que él hizo unas cuantas cosas malas en el pasado, pero me dijo que estaba dispuesto a cambiar...
-Sí, por ti si cariño -dije en voz alta. Todos me miraron.
-No tengo más preguntas señor juez -dijo Mike.
-Señor Lax, ¿tiene preguntas para la señorita Brooks? -preguntó el juez al abogado de Grier.
-No, no señor -contestó él.
-Puede volver a su lugar señorita Brooks -le dijo el juez.
-Gracias -susurró ella.
Se puso de pie y comenzó a caminar. Entonces me paré y me acerqué rápidamente a ella.
-Señor Dallas, siéntese -me dijo el juez. No le presté atención y la miré fijo a los ojos.
-Tengo besarte para que esto sea más real -le susurré.
-No -dijo ella por lo bajo.
-Sí -dije y me incliné hacia su rostro.
Capturé sus labios de manera suave, cerrando al instante mis ojos. Todo lo que estaba a nuestro alrededor pasó a un segundo plano. Solo estaba ella frente a mí. Ella y esta maldita sensación que me trae loco. Sus labios se dejaron mover suaves junto a los míos.
- ¡Jovencitos! -elevó la voz el juez. ______ se alejó rápidamente de mí.
-Lo siento -se disculpó ella.
-Usted no tiene ni idea de lo feo que es pasar una noche alejado de esos labios -le dije.
-Vuelva a su asiento, señor Dallas -me dijo. Asentí y volví a sentarme.
Giré mi cabeza para ver a _____, ella me miró y negó con la cabeza para luego mirar al frente.
Creo que no debí hacer eso, pero fue más fuerte que yo.
Uno de los miembros del jurado se levantó y le entregó un papel al juez. Este lo leyó y nos miró a todos.
-Ya tenemos la sentencia -dijo el juez. Respiré profundamente. Y me imaginé lo que iba a ser pasar unos 2 o 3 años aquí dentro. Cerré los ojos y esperé a escuchar -La corte a decidido absolver al señor Cameron Dallas, bajo la fianza de unos dos mil dólares.
El aire que estaba aguantando en mis pulmones salió rápidamente. Miré a Mike y él sonrió.
Escuché a lo lejos un festejo de risas. Giré y eran Taylor y Jack.
- ¡Maldición! -rugió Grier -¡Son todos unos incompetentes! ¡No saben nada!
-Señor Grier, ¡Cálmese! -le dijo el juez.
- ¡Y usted más que ningún otro, señor juez! -le gritó.
- ¡No voy a tolerar la falta de respeto a mi autoridad! -le dijo él -¡Enciérrenlo para que aprenda a respetar a la ley!
Vimos como los guardias lo llevaban, para adentro. Cher se acercó a mí y me abrazó. Pude responderle el gesto.
-Te juro que estaba muy preocupada primito -me dijo. Me alejé de ella y le sonreí.
-Lo sé, tonta -le dije divertido.
-Pensé que ibas a quedarte en ese horrible lugar.
-Pero como ves, no fue así.
-Bueno, ya damos por terminado esto -habló el juez -Señor Dallas, puede irse... pero la próxima vez no habrá perdón.
-Lo entiendo -le contesté -¿Qué harán con Grier?
-Lo dejaré una noche para que aprenda a comportarse -me contestó.
- ¿No podrían ser dos? -pedí.
-Lo siento, pero no -me dijo.
Asentí divertido. El honorable juez se puso de pie y se fue de allí. Los miembros del jurado comenzaron a hacer lo mismo. Mis amigos se acercaron a mí. Tay me abrazó con fuerza, como si hace mucho no lo hiciera.
-Pensamos que te pudrirías adentro -dijo contentó el castaño.
- Tanto que hasta estábamos haciendo turnos para quien te traía los cigarrillos -dijo Jack.
-Gracias a Dios no fue así -dijo Cher contenta y me volvió a abrazar.
-Todo salió mejor de lo que esperé -habló Mike-Y todo gracias a la señorita Brooks.
Me giré a buscarla y ya no estaba.
-¿Dónde está? -pregunté.
-Creo que se fue -dijo Cher apuntando a la puerta que se acababa de cerrar.
- ¿Cómo que se fue? -dije confundido.
Entonces puse mis piernas a correr para encontrarla. Salí y la divisé caminando.
-¡______! -la llamé. Ella comenzó a caminar más rápido, entonces comencé a correr de nuevo hasta que logré alcanzarla. La tomé del brazo y la detuve.
- ¿Qué quieres? -me preguntó nerviosa.
- ¿Qué pasa? -le pregunté.
- ¿Qué pasa? ¡Pasa que trato de ayudarte y tú tu aprovechas! -me dijo enojada.
- ¿Lo dices por el beso? -dije algo confundido.
-Dime, ¿Qué necesidad tenías? Bastante ya hice poniéndome en contra de Nash, no debiste hacer eso...
-Lo siento, lo siento -me disculpe.
- ¿De verdad lo sientes? -preguntó con ese tono firme y enojado aún.
-Realmente... no -contesté.
- ¡Lo ves! Eres... eres un cínico.
-Espera un segundo...
-Ya no te quiero cerca -dijo apretando los dientes - ¡Ni como amigo, ni como nada!
-Pero ______...
- ¡Pero ______, nada! ¡Me cansé Cameron, realmente me cansé! ¡Me cansé de tu inmadurez, de tu cinismo, de la falta de consideración!
-No es la primera vez que te beso...
-Lo sé, pero fue la última -sentenció. Entonces sentí una presión en mi pecho -Querías una respuesta directa, entonces la tendrás. ¡No! ¡No tienes ninguna posibilidad!
- ¿Así lo quieres? -le dije un poco molesto.
- ¡Sí, así lo quiero! ¡Ya no me mires, ya no me hables! ¡Has de cuenta que no me conoces! Y quédate tranquilo, no me veras en tu casa. Le diré a tu prima que ahora nos juntaremos en la mía o en la de Emma...
-Pues aún así no vas a deshacerte de mí -le comenté.
-Si lo dices por lo de la oficina de mi mamá, quédate tranquilo, haré como si no estuvieras.
Pero esto se terminó, y espero que ahora si haya quedado bien claro.
Comenzó a caminar, dejándome con toda la bronca del mundo.
- ¡Ya volverás arrastrándote a mí! -le dije fuerte ya que se alejaba más.
- ¡Eso lo veremos! -me contestó.
- ¡Loca!
- ¡Imbécil!
Me quedé ahí quieto, mirando como desaparecía. ¡Al demonio! ¿Quién la necesita?
¡Yo soy el que tuvo que haber dicho esas cosas, cuando me cansara de ella!