Capítulo #4

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Después de llegar a casa me duché y después me dormí. Cuando desperté me sentí descansado muy relajado a decir verdad. Hoy sería en que compraría en otra pizzería y estaba contento por eso. Tenía que seguir los consejos de Gen, ella sabe lo que dice, además es mi mejor amiga y nunca me daría un mal consejo.

Cuando el reloj marcó las diecinueve horas el hambre se apoderaba de mi estómago, es increíble cómo es que como demasiado pero nunca subo de peso, gracias metabolismo.

En fin, me paré de la cama pues veía una película en netflix en mi laptop. Busqué mi cartera y saqué la tarjeta de la pizzería que aquella chica con la que choqué me entregó, la tarjeta decía "ciao pizza" haciendo referencia a lo italiano y a la pizza obviamente. Fui a la sala de mi departamento para marcar a la pizzería desde el teléfono fijo.

Marqué y hubo dos tonos antes de que alguien me atendiera

"Ciao Pizza, ¿a quién estoy atendiendo?" dijeron, era obvio que el entusiasmo era algo fingido.

-Niall –dije, creo que deben practicar su saludo.

-Hola Niall, ¿ya sabes lo que vas a ordenar o prefieres que te de informes?

-Solo ordenaré una pizza individual, de pepperoni por favor.

-Claro ¿algún ingrediente extra?

-Queso...y papas si es que las venden.

-Por su puesto. ¿Algo más con su orden? -no, contesté –¿A nombre de quien hago esta orden?

Le dije mi nombre y le di mis datos para que trajeran la pizza a mi departamento. Dijeron que la pizza llegaría en 30 minutos, y así fue como sucedió, exactamente 30 minutos después tocaron mi puerta y caminé hacia allí para abrir con mi cartera en mano.

Cuando abrí la puerta, algo raro sucedió pues no era un repartidor normal, me refiero a que lo habitual es que sea un chico pero no era así a menos de que fuera afeminado y tuviera una cabellera larga. No podía ver su rostro porque estaba de espaldas, muy extraño...y cuando se dio la vuelta...un flechazo de admiración hacia su singular belleza, es tan simple pero linda...es como amor a primera

-¿pizza de pepperoni individual? –me dijo.

Sonreí, porque mi pensamiento y su pregunta habían formado una graciosa frase "amor a primera pizza" que bien sonaba –Si así es. ¿Cuánto te debo? –le pregunté.

-son quince dólares, el extra queso no es tan favorable a veces. Y las patatas tampoco son muy baratas

-Tienes razón, es que es la primera vez que ordeno ahí.

-Ya veo...los reyes nos han dejado muchos nuevos clientes. Le daré un consejo; ordene los jueves, hay descuentos en todas las pizzas.

-Pues gracias...perdona ¿cuál es tu nombre?

-Bethany, pero es muy largo así que solo Beth.

-Bien, Beth... Dime, ¿no hay hombres repartidores en "ciao pizza"?

-Oh claro que los hay, pero necesito empleo para pagar la universidad y es lo que conseguí. No me quejo...bueno si lo hago pero realmente necesito trabajar...No quiero ser grosera, pero necesito que me pague, tengo que ir de vuelta a la pizzería.

-Que idiota soy –dije y le entregué el dinero –ahí lo tienes.

-Uhm...hay otros quince dólares de sobra aquí señor.

-Tómalos como propina para la universidad. Y deja de tratarme como un anciano, no soy tan mayor.

-Pues... gracias...y está bien. Me tengo que ir, gracias de nuevo.

Y caminó por el pasillo hacia el ascensor, necesitaba volver a verla y necesitaba contárselo a alguien. Entré al departamento y cerré la puerta, tomé mi celular y marqué un número.

-Gen... conocí a una chica, y necesito volver a verla con urgencia ¿algún consejo?

Amor a primera pizza||N.HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora