No sólo el fuego quema.

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¿Y qué se supone que debo hacer ahora con la mirada de Samuel incendiando todo mi ser? ¿Correr? No, Alex me mataría si se entera, ¿Declararme? No, eso ya lo hice en la secundaria, ¿Besarle? No eso... Eso no suena tan mal...

Siento su intimidante mirada sobre mi cuerpo, y su mano se posa posesivamente sobre mi mandíbula.

-¿Qué se supone que hacías con Alejandro?- espeta seriamente y sin quitar sus pardos ojos de los míos.

-No tengo porque darte explicaciones, Samuel- digo serio, de nuevo, arriesgándose más de la cuenta.

-Sí tienes que- murmura pero se detiene a media frase pensativo. Sí, Sam, al fin procesas que no somos nada, para mi suerte, o mi desgracia.

-Exacto, no tengo nada que contarte- quito su mano de mi mandíbula sintiéndome incompleto al instante y observando como su mirada ensombrece -No somos nada.

De pronto esa frase me cae como balde de agua fría haciendo que una sensación recorra mi cuerpo. Es verdad, no somos nada, nada en absoluto, sólo Samuel jugando conmigo como siempre.

¡Pero ya me harté!

-Además, Alejandro es mi- mejor amigo, Guille, mejor a- mi novio- ay no, que gilipollez más grande acabo de decir.

-¡¿Qué?!- la quijada de Samuel cae al piso -¡¿Ese enano?!

-¡Oye! ¡No es un enano! Es...- ¿Un hobbit? ¿Un pitufo? ¿Un ratón?- ¡tierno!

Samuel estaba a punto de decir algo pero la puerta se abrió de golpe.

-¿Quién es tierno?- pregunta Rubén mientras se lanza al sofá.

Salvado por la campana.
-Ale...

-Mi novio- le interrumpo a Samuel con una sonrisa socarrona mientras me alejo de él y me siento en el apoya brazos del sofá. Oh, que bien se siente ser el que lleva el control de todo.
-¿Novio?- levanta una ceja Rubén.

-Sí, como lo has oido- sonrío tranquilo -se acaba de ir.

Rubén me mira sorprendido y deja de cambiar los canales de la televisión -¿Qué?- digo tranquilo -¿Acaso es tan raro que sea gay?

-N-no solo que... ¿Es el que acaba de salir?

-Sí- dice Samuel enojado y sentándose frente a nosotros en uno de los pequeños sillones -¿Acaso te ha gustado?- sonríe socarrón mientras da un sorbo a la cerveza que ya lleva en la mano.

-No seas idiota, Samuel- le miro seriamente y devuelvo mi vista a Rubén -¿Y? ¿Qué tal? ¿Está guapo, no?

Duda un poco pero contesta -Es... Peculiar- Oh no, Rubén solo ocupa palabras raras cuando, o está tratando de impresionar o no sabe como hablar sin insultar.
-¿Peculiar?- ríe Samuel complacido.

Esto ya se ha vuelto una guerra, y todos mi proyectiles van contra Samuel. Diriguidos justo contra su estúpida, perfecta y guapa cara de cabrón.

-Mmm no lo sé- dice pensativo -No es un gran adonis griego pero si es llamativo, ¿Sabes?- levanto una ceja y escucho la risa de Samuel. ¿“Llamativo”? ¿De qué hablas? ¿De Alejandro o de un juego nuevo?

-Pues para mi es muy guapo- digo resaltando el “guapo” y de inmediato sintiendo la mirada come alma devora vidas de Samuel -Y para que deciros como es en la cama ¡Bua! ¡El mejor! -sonrío ampliamente al ver como Samuel está que suelta humo por sus orejas.

-Guille, no es por nada pero no me apetece saber tanto- ríe algo incómodo Rubén viendo la triste escena, yo intentado sacar celos a Samuel con un chico que siquiera me gusta en verdad, que siento hasta como incesto al siquiera decir esas frases.

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⏰ Última actualización: Aug 30, 2015 ⏰

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