Beso!

12 4 2
                                    

- Bueno usted sabe que yo soy fiel seguidor de Cristo y que nunca mataría a nadie, ni aria nada que vaya en contra de la ley de Dios. Pero sí, quiero quedarme y convencerla de que deje todo este mundo cruel en el que usted se encuentra y que me deje convencerla de que me dé una oportunidad.

- Te entiendo aunque no me creas. Solo que yo no estoy en este mundo de perdición yo soy el mundo de perdición, pero ya que no quieres ser mi sicario la última oportunidad que te puedo ofrecer para quedarte aquí es que seas mi amante.

- ¿Amante?

- Si, ¿No sabes lo que es?

Le pregunte con una risita maliciosa. Vi como asentía parecía un robot, todavía estaba digiriendo lo que acaba de escuchar. Hace mucho que no estoy con nadie hace un año que no contrato a ningún amante después de que Severiano mato a Josué ese fue el ultimo. Sé que se escucha feo una mujer que para contratando amantes, pero cuando un hombre me gustaba simplemente mandaba a Simón a investigarlo y hacer el trato con dicho individuo. Todos sabían los riesgos y a que s enfrentaban también sabían que no podían esperar nada de mí, ellos para mi eran como maquinas de placer.

- Solo te voy a poner una cosa clara Moisés nada de sentimientos no quiero hacerte daño. ¿Estás claro?

El hombre todavía esta de piedra con mi propuesta.

- No sé qué decir sabes que te amo y que haría cualquier cosa por ti, ¿Pero amantes?

- ¿Bueno que dices no tengo mucho tiempo?

- Está bien acepto.

No puedo negar que en ese momento mi corazón salto de alegría y no se cual es la razón.

- Acepto sin dudarlo, pero con una condición.

- Ok. Te escucho.

- Deseo que me dejes enamorarte, que me permitas conocerte, saber todo de ti. Y sobre todo que no me trates como a uno más, yo soy diferente.

Me quede pensándolo un rato, y a decir verdad creo que es un trato muy justo.

- Está bien, trato hecho.

Me levante del mueble y me senté en su regazo y sin darle tiempo a nada, lo bese. El hombre estaba de piedra, pero poco a poco me siguió el beso. Sus labios son tan suaves y dulces, todo él están perfecto y lo bueno de todo esto es que él no lo sabe. No puedo negar que tengo miedo de que cuando sepa todo de mi me odie, o se decepcione de mi, pero para mí un trato es un trato y lo voy a cumplir no se qué hago pensando todo esto si no soy mujer de cursilerías. Pero si debo admitir que me siento diferente con él.

Siempre he escuchado que ha un buen desalmado le llega alguien que tiene el poder de romperle el corazón. Si será el que romperá el mío no me desagradaría para nada.

Terminamos el beso por falta de aire y dejo mi frente apoyada en la suya, lo miro pero el todavía tiene los ojos cerrados.

- Es el mejor beso que me han dado en años.

- No es para menos, tengo experiencia.

Le digo con altanería.

- No es lindo que después de besar a la persona que amas te diga que ha besado muchos hombre.

Me dice el idiota con cara de fastidio, me gusta verlo enojado.

- No lo digas así no son tantos.

- ¿Cuántos en total?

- ¿De verdad quieres saber?

- Claro que sí.

- 13.

- ¿Qué? ¿13? Es demasiado ¿todos eran tus novios?

El pobre esta hecho un lio, no sabe que decir ni que preguntar.

- No son tantos. Y no, yo nunca tuve un novio solo son hombre que me gustan, Simón y yo le proponemos un trato justo nada de sentimientos involucrados es algo así como un negocio.

- Me das miedo pareces tan fría y calculadora.

- Lo soy.

Le digo con una risita y me marcho dejándolo sin saber que decir.

Ya en la planta baja me encuentro con Simón y Santiago.

- Los quiero en mi despacho ahora.

Vienen detrás de mí porque creen que estoy enojada y la suerte es que no saben que hoy es uno de los días más feliz de mi triste vida.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 30, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

POR FE A TI...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora