Capítulo 7 (parte 1)

96 10 13
                                    

                  Narra Scar:
 

    Eran las 10:30 de la mañana del sábado y yo estaba escuchando mi Playlist en Spotify, en ese momento me empieza a punzar la cabeza muy fuertemente, baje el volumen de la música pero no daba resultado el dolor aumentaba cada segundo.

  Abrí la puerta de mi habitación agarrándome la cabeza del dolor e hice lo mismo con la puerta de entrada de mi casa; cuando estuve lo suficientemente lejos de mi casa el dolor ya se me había calmado.

 Seguí caminando, ya que había salido de casa me iba a comprar helado.


Llego a la heladería y pido medio kilo, ¿qué? acabo de sufrir una espantosa jaqueca, necesito helado.


Cuando salgo del hermoso paraíso del helado, me choco con algo, o más bien, con alguien.


Ese alguien me ayuda a levantarme, está de mangas cortas y sus bíceps lo dicen todo; seguro horas enteras de gimnasio. Tiene el pelo castaño claro y los ojos de un mismo castaño hipnotizante, mide aproximadamente un metro noventa, lo cual es demasiado para mi metro sesenta y seis.


-Lo siento, soy un idiota - dijo, mientras me ayudaba a pararme. - Por cierto, me llamo Darren. - contó con una hermosa sonrisa de oreja a oreja que atravesaba su cara.


-Ah, no pasa nada - digo, perdida en sus ojos, luego de dos segundos reacciono, no soy así, estoy cayendo en sus redes de chico lindo. - pero la próxima te fijas, idiota. - digo, dándole un empujoncito.


-Que alivio, creí que eras como las demás chicas bonitas, esas que creen que tienen que actuar de manera 'sexy', 'delicada', 'inocente', etc. -dijo, soltando un suspiro.


STAP, ¿me dijo linda? aunque por dentro sentí un remolino de mariposas mutantes furiosas amenazando con salirse de mi estómago, sigo con mi papel normal de 'no causas en mí lo que causas en las otras.'


-Me alegro de no ser otra puta más -digo, guiñándole el ojo - me tengo que ir, este helado no se va a comer solo. - y empiezo a tomar rumbo para mi casa.


-¡ESPERA! -oigo que grito- te acompaño -dice, corriendo hacia mi los pocos metros que nos empezaban a separar.


-¿Y bien? - dice, creo que notó mi cara de confusión, porque prosiguió -te dije mi nombre, pero no me dijiste el tuyo - dijo, con un puchero.

Increíblemente sexy 


-Ah, eso, me llamo Scarlett, y no hagas ese puchero, pareces un idiota - mentí.


-Creí que pensabas que era increíblemente sexy - dijo notablemente conteniendo una carcajada.


Por toda mi cara se depositó un color rojo, y automáticamente escucho su carcajada.


Hasta cuando se ríe es sexy


Me aseguré de sólo haberlo pensado.

Amigas sobre todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora