Perfect Choice {Bieber Short Story}

Parte I

—Claro que si mamá, solo no he tenido tiempo—dijo ___ abriendo la puerta de su auto. –Ya sabes, los exámenes y la academia, estoy muerta—dijo encendiendo el auto. –Pero prometo pasar este fin de semana por allá—aseguro. Llevaba días que no veía a sus padres y los extrañaba. No Vivian tan lejos, pero como dijo antes, estaba llena de trabajos de la universidad mas la academia de baile. Consumía su tiempo. Además, luego estaba Justin aunque ese no era un problema desde hace meses. ___ apretó la mandíbula al pensar en que apenas lo veía. Le enfurecía que este pusiera el trabajo primero antes que a ella. ___ entendía su trabajo ya que era un fiscal y nada se podía hacer sin su permiso, pero también estaba ella. Apenas se veían. Ya estaba harta de la situación. ¿Hace cuanto que no cenaban juntos? ya ni se acuerda. Ella siempre preparaba la cena, pero se quedaba dormida esperándolo. Cuando se levantaba, el desayuno ya estaba listo. Y en la noche, se quedaba dormida esperándolo. Estaba harta y le dolía que él no pensara en ella. El debió pensar en ella, pero no lo hacía. Cada vez que ella le reclamaba por teléfono ya que no lo veía en el día, este decía que  no tenía tiempo. Que luego hablarían cuando llegara a casa, pero ella se quedaba dormida. SI le preguntan si tenían sexo, la respuesta era no. el ya no la tocaba, solo le daba un frio beso en los labios y ya. Ella lo necesitaba, pero este se echaba a un lado. Siempre era así. Ella sabía que él era frio, distante ya que así lo conoció, pero el cambiaba con ella. Siempre trataba de ser romántico y amoroso por ella, pero últimamente ya no lo era. Había veces que ni siquiera llegaba a la casa y eso le inquietaba. Miles de veces ha pensado que Justin tiene a otra, en este caso su compañera. Esa fiscal desde que llego al departamento de policía, no había dejado de coquetear con él. Ella sabia puesto a que Justin se lo dijo y eso le inquietaba. La chica era una mujer comparada con ella. Ella era de la misma edad que Justin,  tenia pechos grandes, era fuerte y le gustaba ese mundo de policía. En cambio ella, apenas tenía cuerpo, tenía cinco años menor que Justin y ella odiaba ese mundo de policía. Pero así conoció a Justin y tenía que aceptarlo. El amaba su carrera y ella tenía que aceptarlo. Además, ser novia de un fiscal tenía sus ventajas. Tenía protección, tenía un seguro de vida entre otros.

— ¿Vendrás con Justin?—le preguntó su mamá y ___ apretó la mandíbula. –Hace tiempo que no lo veo—dijo. Claro que no lo veía porque Justin no tenía tiempo. Ni siquiera para sus padres tenía tiempo.

—No lo sé mamá, sabes que trabaja mucho—dijo manejando a su departamento.

— ¿Está todo bien entre ustedes?—preguntó su mamá preocupada y ___ suspiró. ¿Estaban bien ellos? ___ no lo sabía. Ahora que su madre lo mencionaba, no sabía si Justin estaba así por su culpa o por el trabajo. Que ella recuerde nunca ha hecho nada que lo moleste. Siempre sigue sus instrucciones. Siempre consulta todo con él antes de tomar una decisión. Justin tenía que saber todo sus movimientos. ¿La razón? Para saber si era seguro para ella. Justin la protegía de todo y ___ se lo agradecía. Ya tuvo una mala experiencia que fue cuando se conocieron. Ella volvía de la escuela cuando unos tipos se acercaron a robarle incluso intentaron violarle, pero el llego justo a tiempo para eso y desde ahí, el prometió protegerla. Primero por su seguridad, pero luego porque se enamoraron. El siempre le decía que se moría si le pasa algo a ella porque es su pequeña. ¿Ella había ocasionado que Justin se distanciara? Ahora tenía esa duda.

–Todo está bien mamá—contesto. —Hablamos luego mamá—dijo antes de colgar. Miro la hora en su reloj y suspiró aparcando en su lugar. Estaba cansada. Solo quería llegar y dormir. La academia le consumía todas sus energías. Cogió su mochila y cerro con seguro. Subió al ascensor y abrió la puerta. Fruncio el ceño al ver las luces de la sala. Rápidamente fue a esta y su sorpresa fue ver a Justin en esta. ¿Qué hacia el ahí? El no le había dicho nada de que venía temprano, tampoco estaba su auto. — ¿Justin?—lo llamo y este se giro a verla.