—¡Llegué! — gritó Justin cerrando la puerta detrás de él y frunció el ceño al escuchar la casa en silencio; algo bastante raro. Normalmente cuando él llegaba se encontraba el televisor encendido o a su princesa reír, pero nada. Esta vez no se escuchaba nada y eso le preocupaba. ¿Acaso sus chicas estaban durmiendo? Ya había pasado la hora de la siesta de la pequeña y si estaban en casa porque el auto de su chica estaba. Así que, ¿Porque tanto silencio? Dejó a un lado su maletín junto a su chaqueta y subió las escaleras. Fue a la sala de juegos de su pequeña, pero ninguna de las dos estaba. Se dobló la camisa a sus codos y entró a su habitación encontrándose a sus chicas viendo película. Suspiró de alivio al verlas y sonrío al ver como su pequeña se abrazaba del pecho de mamá mientras dormía con el chupete en la boca.
—Llegaste— susurró su chica viéndolo y este asintió acercándose a la cama sin hacer mucho ruido. Su bebé era muy sensible al dormir y el más mínimo ruido se despertaba; él no quería eso.
—¿No se ha levantado de su siesta? - preguntó y esta negó volviendo a ver la película de muñequitos llamada Home. Su hija amaba esa película y ella también; era tan graciosa.
—Esta mimosa — contestó _____ y Justin sonrío acostándose en la cama cerca de sus chicas. Era raro que su princesa durmiera más de dos horas corridas. Le costaba dormirse cuando su chica la obligaba a coger su siesta y que fueran las seis de la tarde y su princesa siguiera durmiendo era un milagro. — Lleva toda la mañana sin tocar el piso, quiere que la cargue todo el tiempo y que la mime— sonrío besando la cabecita de su princesa antes de volver a ver la película. Cundo su princesa se ponía mimosa no había nada que pudiera hacer para que esta jugara o tocara el piso. Todo lo que quería era que la cargaran y le dieran mimos. No había soltado su cuello para nada y cuando fue acostarla en la cuna empezó a llorar. _____ detestaba ver a su princesa llorar; lo hacía con tanto sentimiento como si de verdad le doliera lo que le estaba pasando y ella no podía resistirse. Si su princesa quería mimos, ella se los daba.
—Mi princesa— susurró Justin besando la mejilla de su princesa y miró a su chica. Está alzó una ceja y este río besando sus labios. —¿Como te sientes? —preguntó y está lo miró con ternura. ¿Quien diría que el chico frío, distante y controlador cambiaría tan drásticamente? Su Justin ya no era el mismo chico de antes; ahora era amoroso, atento, dedicado, comprensivo y era más abierto en sus emociones. Siempre se preocupaba por ella, la ayudaba con las tareas del hogar y con la pequeña y lo más importante; siempre las ponía primero que el trabajo. Algo que verdaderamente agradecía porque no soportaría que volviera a ser como antes.
—Muy bien—contestó está y Justin asintió acariciando el vientre levemente abultado de su chica. Aún se le hacía imposible creer que en menos de un año su chica había vuelto a quedar embarazada. Su princesa apenas había cumplido su primer año y ahora iba a ser papá de nuevo. ¡Iba a tener otro bebé! Jamás imaginó que seria papá; no después de haber descubierto su problema. Lo había intentado con su ex, pero no había funcionado. Se había dado por vencido, pero la vida lo había sorprendido dándole a su princesa y dentro de unos meses tendría un campeón; su primer campeón. Simplemente maravilloso.
ESTÁS LEYENDO
Perfect Choice {Bieber Short Story}
Hayran Kurgu-Ya estoy harta Justin-sollozó viendo al hombre que ama y este bufó sobándose la sienes. No tenía tiempo para discutir con ___ ahora mismo, tenía que irse. -Si sales por esa puerta, no volverás a verme y lo nuestro acabara para siempre-dijo y este m...