12.REALIDAD

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"Las cosas se toman como vienen", no recuerdo quien me había mencionado aquello pero, si lo tuviese de frente, se lo agradecería. Las chicas tratamos de planear todo siempre cuando en realidad nada nunca sale como queremos, lo ideal era improvisar pero tampoco arriesgar totalmente.

-Yo también.

Le conteste al chico que tenia recostado en su mayoría sobre mí, sus labios rozaban parte de mis clavículas pero la tranquilidad absoluta estaba presente, era como un descanso de todas esas situaciones indeseables en las que habíamos estado enredados los dos, encendí la radio y justamente empezaba una canción que parecía que la difunta amy winehouse había escrito para Nathan.

-Siempre que estoy en un lugar te encuentro, ¿Siempre lo tienes planeado?, al principio creí que era una casualidad.

-Me gusta esa canción.-Respondí incomoda por su comentario, era muy pretencioso, me molestaba que pensara que mi mundo giraba alrededor de él y si así fuera, ¿Por qué tenía que ser tan seco siempre?-Creo que es ideal para ti.

No dijo nada, apretó sus puños escuchando Back to Black de AMY WINEHOUSE, cayendo en la cuenta de las verdades que esa canción decía de él.

Despeine su cabello con mi mano, sentía un instinto maternal algunas veces pero con Nathan a veces era muy fuerte, quería cuidarlo, hacerlo sentir bien que se desahogara conmigo; pero el simplemente no confiaba y yo comenzaba a cansarme de este juego.

-Esa letra es muy dura para mí

Hizo referencia a la melodía que estaba por acabar.

-Llevame a mi casa.

Dije sabiendo que esta escena acabaría en un beso si seguíamos pegados, algo que quería, pero también algo de lo que estaba cansada de luchar.

-¿Tan pronto?, estás segura de lo que pides Charlotte.

Beso mi mano de forma dulce para luego morderla de forma atrevida pero con suficiente ternura que me causaría un cosquilleo de satisfacción, suspire, ya no quiero vivir así.

-Sí, ya estoy cansada de esto.

Dije y una mueca se formo en su rostro, sentí lágrimas secas deslizarse por mi rostro, estoy cansada de ser tratada como un juguete, estoy cansada de que me busques cuando quieras Harrison, estoy cansada de no saber nada de ti. Se acomodo en el asiento y encendió el auto, no dijo nada, se veía molesto pero al mismo tiempo comprensivo, el tiempo iba congelándose a medida que yo veía por la ventana a las parejas felices compartiendo una sombrilla o un abrazo para darse calor, quiero a alguien así, sentí como cayo cada pieza en su lugar, le he hecho daño a muchos chicos; he roto muchas relaciones, he jugado con los sentimientos de muchos hombres y aun así yo me sentía la víctima, era solo karma lo que me pasaba, no siempre iba estar en la cima y era momento de dejarlo ya he tenido suficiente de esto.

Ya he caído en la realidad.

El auto dejo la marcha y se estaciono frente a mi hogar, Nathan no dijo nada, ¿Cómo nos despediríamos para siempre?, tantas cosas en tan poco tiempo. Los dos fuimos solo una aventura, lo tome por el rostro y selle sus labios con los míos. Lo necesitaba era adictivo, el no comprendió pero su mano acaricio mi espalda y soltó la coleta que me había hecho, me pose sobre él, las ventanillas se empañaron; lo abrace por el cuello y mordí su labio inferior hasta que se le hincho lo suficiente para que no besara a nadie más después de por un tiempo, escuche su risilla y entonces su juguetona mano se metió debajo de mi ropa y se poso en mi trasero, donde aprovecho para apretarlo.

La intensidad subió y ya nos importaba una mierda, era deseo puro, los dos lo sabíamos, será la última vez.

Me deshice de su camisa y sentí como su sudor seco se pegaba con las yemas de mis dedos al momento de acariciar esa piel tan prohibida, el me tomo por la cintura moviendo mis cadera de arriba abajo sobre su erección, yo suspire agotada pero extasiada mientras besaba mi cuello con ardió calor.

..Vendiendo Citas..Donde viven las historias. Descúbrelo ahora