13.Depresión

60 5 22
                                    

No tarde en entregarle los archivos a la secretaria de trabajo social, ella me miro confundida ya que mis brazos comenzaban a temblar presentía algo, algo muy malo. Me fui rápidamente perdiendo su extraña mirada sobre mí, me parecía conocida de algún lugar, era una mujer muy bella para sus años y no parecía tener mucho tiempo trabajando aquí.

Camine por los pasillos, a su vez ganando la mirada de los chicos, eso me parecía normal cuando era "Charlie" pero no cuando soy "Charlotte", aunque por alguna razón hoy no me siento como una de esas dos.

-¿Eres nueva?

Me pregunto un moreno guapo demasiado alto, no parecía de aquí, tenía rasgos Italianos.

-No, llevo más que tú aquí.

-Creo que me acordaría de ti si fuera así-Dio una sonrisa de medio lado y camino con lentitud hacia mi-llamas un poco o bueno, mucho la atención.

Moje mis labios y trate de perderlo, era guapo, pero estaba harta de esta clase de hombres, esos que te endulzan con palabras hermosas solo para luego pasarse de listos en la primera cita.

-Gracias-corte-tengo que regresar al aula.

El soltó una risilla

-¿Tienes miedo?-me tomo por la muñeca-Estás temblando-Clavo sus ojos color miel en mí, me recordó a Nathan, eran demasiado seguros de sí mismos. No pude evitar suspirar, sentí una clase de Deja vu-No te hare nada, no te pongas así-Dijo en el momento en que acerco demasiado su rostro a mí.

-Hace un poco de frio-Alegue y relaje los hombros, mi orgullo salió y noto que en esta situación yo era más que una presa fácil para los hermosos ojos miel de aquel chico-Gusto en conocerte, pero debo volver al aula.-me solté de su agarre sin parecer muy grosera y le sonreí, me dirigí de vuelta a mi aula.

Entonces de nuevo alguien me tomó por el hombro, gire fastidiada y me encontré con media sonrisa de Jeremy.

-¿Qué fue todo eso?, ¿Tú le puedes decir "No" a un chico?-Este chico comenzaba a pasar de ser mi más grande sueño encantador, aun niñato de mierda chismoso-Es raro en ti... Charlie

Suspire, me estoy hartando de él.

-¿No te podría esperar a la hora del almuerzo para soltar todas esas estupideces?

El soltó una carcajada

-No deberías hablarle así a la persona que más te puede perjudicar.-Puse los pies en a tierra y me sentí tan mal, recuerdo a Nathan diciéndome que él se había arreglado para que este bocaza no digiera nada. Pero al parecer, no sería tan fácil-¿O ya te sientes demasiado perdida para recordarlo?

-No.

Dije secamente

-Perfecto-me jaloneo de la mano lejos de los pasillos de aquel instituto y me llevo al patio trasero donde estaban los drogos y los punks de segunda, me senté en una banquilla despintada y él me hizo compañía, creía saber lo que planeaba por la forma en que me veía-Quiero un buen polvo, de esos que me imagino das.

Tan directo y sin magia al contrario de Nathan, me frustraba que este tipo me tratara como una prostituta barata. Me daban ganas de golpearlo pero recordaba que todo estaba en mi contra.

-No soy una prostituta, y no poseo de un historial de vida sexual activa.

La verdad, no me lo creerán, pero ni siquiera he iniciado ese historial.

-¿Quieres hacerte pasar por una santa?, porque eres todo lo contrario.

-Te imaginaba más inteligente, Jeremy.

..Vendiendo Citas..Donde viven las historias. Descúbrelo ahora