Capitulo 2

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Tomo un taxi y me dirijo a la casa de Romina como habíamos quedado y miro por la ventana a la gente pasar, a los chicos reír y a varias personas conversar, cuando de repente escucho el sonido de mi celular, lo busco desesperadamente dentro de mi bolso y justo cuando lo encuentro al instante contesto:

-Hola

-¿Camila...?

-¿si?

-soy Sol... - Sol es una chica muy guapa, bajita, rubia y de buen cuerpo, con un carácter alegre y un poco despistado pero de buenos sentimientos aunque con un poco de problemas por sus varias aventurillas con chicos comprometidos.

-¿Dónde estás?

-llegando a casa de Romina...eh quedado con ella para ir a una fiesta...

-Yo también iré.... ¿nos encontramos?

-vale...en la fiesta nos vemos....

-si hay las espero...

Era bueno saber que me encontraría con una amiga con la que hace mucho tiempo deje de verme por la falta de tiempo y demás cosas que nos separaron.

En fin, colgué mi teléfono lo volví a meter en mi bolso, pague el taxi y me baje. Toque el timbre de la casa de Romi y de inmediato alguien abrió la puerta.

-Camila¡¡– Su voz la reconocí de inmediato-

-Sra. Acosta –Andrea Acosta es la madre de mi amiga, una mujer alta, un tanto gordita, de cabellos oscuros, tez blanca y un carisma demasiado agradable aunque algo enfadosa.

- Romina se encuentra arriba, le diré que se apresure.

-Bien- le digo mientras me dispongo a sentarme en uno de los sofás que se encontraban en la sala de color blanco hueso lleno de fotografías de ellas dos y sus abuelos, hasta que llego mi vista a una estantería un tanto alta que tenía muchos recuerdos de días especiales y viajes inolvidables que hacían que su sala se viera perfecta.

-Hola Camila...-Mírame que te parece ¿estoy guapa?- ella vestía unos jeans azules con unos zapatos negros de muñeca, una blusa blanca floja y una chaqueta negra de cuero que le asentaba muy bien con su cabellera corta y lisa.

-Claro que si hasta me da envidia- ambas reímos y nos dispusimos a salir de la casa.

-Adiós mi princesa- dijo su madre mientras abríamos la puerta principal.

-Adiós ma.

-Adiós Sra. Acosta.

-Adiós Camila.

Tomamos un taxi para ir a la fiesta.

-Si no nos agrada el ambiente ¿nos vamos?- dijo Romina

-Claro pero antes tengo que ver a una amiga.

- ¿amiga? ¿Quién?- me pregunto con desánimo y curiosidad...

-Bueno es Sol...se nos ha colado y creo...que bueno...

-Tranquila Camila está bien...que venga creo que la pasaremos genial este día ¿no crees? Mira es hay – dijo mientras señalaba el lugar.

Bajamos, Romina pago el taxi y tan pronto como pudo se puso a jalonearme directo a un grupo de chicos, amigos suyos supongo.

-Hola muchachos- dijo muy entusiasmada

-Hola Romina-dijo un chico alto, rubio, con apariencia de ir todos los días al gym.

-Mateo mira te presento ella es Camila

-Hola Cami- Sonrió

-Hola- dije sonriendo muy tímidamente.

-Cami- dijo una joven muy guapa con un jeans ajustados, una blusa rosada que deja ver todos sus atributos, tacones negros y una sonrisa enorme de oreja a oreja.

-oh...hola Sol- dije mirándola de pies a cabeza como todos los demás.

-¿Vamos a entrar?- dijo muy alegre

–Si- respondí

-Pues vamos pronto- dijo jaloneándome y yo a Romi.

-Nos vemos- dijo Romi enfadada.

Y nos dirigimos a la entrada de la fiesta. Y mientras Sol saludaba a muchas personas yo intentaba convencer a Romina de que no se enfadara y que la pasaríamos bien a pesar de todo.


Historia de un amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora