Capitulo 3

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          Entramos y el lugar no estaba mal, la música era genial, solo que había demasiada gente. Nos pusimos en grupo con otras amigas que encontramos dentro de la fiesta. Varios de los chicos me miraban o miraban a mi amiga, talvez estábamos demasiado feas para la ocasión o quizá no teníamos ni idea de cómo vestir en fin cualquiera que sea la razón prefería creer que la miraban a ella.

Bailamos y cantamos hasta que unos chicos se llevaron a bailar a mis amigas, yo me dirigí a una mesa que aparentaba ser una barra de bebidas y tome una soda, me senté y note que desde una esquina un chico me miraba y yo me sentía muy intimidada.

Era alto, moreno de una buena contextura y gran físico, con un par de tatuajes que dejaba a la vista su camiseta negra que combinaba muy bien con un jean que usaba con unos zapatos grises muy cómodos, bueno se veían así.

El no dejaba de verme y yo ya no me sentía muy a gusto en ese lugar así que rápidamente busque la salida de ese lugar pero entonces Sol me tomo del brazo y me miro algo extrañada fue entonces que caí en cuenta de que parecía una loca por como ella me miraba.

- Estas bien?- dijo preocupada y a la vez extrañada.

-Ah...emm si, ¿dónde está Romí?-Pregunte aun alterada.

-Ya se fue...dijo que te dijera que siente mucho tener que irse, pero que su madre la había llamado de emergencia.

-Oh...este...está bien-le dije y ella me tomo de la mano haciendo que la siga.

-¿A donde me llevas?- le dije.

-Vamos te presentare unos amigos.

Yo la mire algo enfadada y luego mire de nuevo a ese chico en la esquina ya con algo de compañía pues él estaba ahora con varios amigos.

Sol se acercó hacia aquel chico y lo saludo.

-Paulo- dijo mientras lo abrazaba

- Sol- Dijo devolviéndole el abrazo -¿quién es esa niña linda que llevas a tu lado? -Dijo mirándome con la misma cara con la que hace un rato me miraba alejado solo que esta vez sonreía.

-Paulo ella es Camila- nos presento

-Hola niña Cami- me dijo

-Camila...- dije algo grosera- Hola Paulo.

Sol me miro, sonrió nerviosamente y comenzó a conversar con los otros chicos que según recuerdo el de más edad se llamaba Santiago, el otro Emilio y Paulo... ese nombre que desde ese momento no se me borraría por alguna razón:

-Tomémonos fotos ¿qué dicen?

-Claro hermana, quiero una foto con ella- Dijo abrazándome.

Sonreí nerviosamente y dije:

-¿Hermana? ¿Son acaso hermanos?... este... Está bien- como señal de disculpa por ser grosera anteriormente.

-No no lo somos pero yo la quiero así, es como mi hermana –me dijo sonriendo.

Sol tomo la foto y un chico paso manchando de pintura negra el rostro de Paulo y el hizo lo mismo conmigo, me enfade y corrí al baño entre las risas de todos por aquel juego que para mí era estúpido.

-Por qué no se dejan de esos juegos tan estúpidos...-Dije muy enfadada.

Sol entro, me miro y dijo:

-Aun tienes pintura en tu mejilla.

-Gracias- le dije mientras me limpiaba.

El de pronto apareció en los lavabos del baño de mujeres.

-¿Me pones jabón en la cara? ¿Me ayudas a limpiarme Camila?

-¿Que te hace pensar que lo hare?-le dije botando furiosamente el papel usado en el basurero.

-Por favor- dijo con una mirada tierna llena de arrepentimiento que me hacía cambiar totalmente de opinión sobre lo que pensaba de él y que dejaba en son de burla sus tantos tatuajes que lo hacían ver malo y duro o bueno eso al menos aparentaba pero en realidad no lo era.

Así que tome algo de jabón y comencé a frotar suavemente en su rostro. El me miro, yo lo mire y ambos sonreímos. El lavo su cara. Sol sonrió y se coló con unos amigos.

Después de salir del baño Paulo me saco a bailar y mientras bailábamos, intento repetidamente besarme pero no lo logro, esquivaba todos sus intentos y no se lo permití.

-¿No me dejaras darte un beso? – Me dijo en el oído

-Ah... ¿eso era lo que intentabas?- le dije sonriendo pícaramente.

-Si- me afirmo

-Pues no- sonreí

-Piensas que soy estúpido ¿verdad?- dijo mirándome y sonriendo

-Jajaj crees serlo?- le dije algo sarcástica

-Eso me dijiste ¿no es cierto?

-ohh...lo siento no quise decir eso solo que me enoje mucho perdón- Le dije casi suplicando su perdón.

-Tranquila todo está bien no hay que disculpar


Historia de un amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora