Capítulo 2

452 41 4
                                    

- Canuto, ¿Estas seguro de que esa casa esta habitable?- Preguntó Remus.
- Tengo que admitir que no, Lunático.- Dijo Sirius.
- Bien, ¿Listo?- Preguntó Remus.
- No- Aseguró Sirius mientras tomaba la mano de Remus y aparecía dentro de la mansión Black.
Comenzaron a caminar hacia dentro de la casa cuando un ruido los hizo retroceder.
- Transfórmate- Susurro Remus a Sirius . Ahora en su lugar había un enorme perro negro. - Homenum revelio.- Susurro.
- Soy yo Remus. -Dijo la voz de Dumbledore.
- Muéstrese - Dijo Remus sin bajar la varita. Albus salió de entre la oscuridad con una amplia sonrisa.
- ¿Cómo estás, Remus?- Preguntó Albus.
- Profesor, perdone. Tenía que asegurarme de que fuera usted.-
- No te preocupes, Remus. Estuvo bien lo que hiciste.- Aseguró Dumbledore. -¿Sirius, podrías mostrarme la casa?- Preguntó Dumbledore.
- Claro, Profesor.- Dijo Sirius ahora transformado en hombre.
Después de caminar por todo el primer piso Dumbledore anunció su retirada nos sin antes pedir a Sirius no salir.
- ¿Ya no volveré con Remus?- Preguntó Sirius furioso.
- Lamento decir que no, Sirius. Las cosas están...-
- Que importa que me encierren de nuevo en Azkaban ¿Se da cuenta que si me quedo aquí me volveré loco?-Gritó Sirius.
- No esta a discusión.- Sentenció Dumbledore.
- Pero..-
- Sirius, creo... Que lo más razonable es que te quedes. Si a ti no te importa que te encierren de nuevo, entonces hazlo por Harry. Por favor.
- ¿Están locos?- Gritó Sirius.- Doce años en Azkaban, 2 años viviendo como un perro, comiendo ratas. Y ahora, ¡ahora quieren encerrarme en esta casa! El lugar que mas odie y odio.- Sirius comenzaba a destruir cosas.
- Sirius, relájate.- Dijo Remus con cautela.- Mira, se lo difícil que es y fue para ti, pero debes ser paciente.
- Me retiro, mañana es la primera reunión. - Dijo Dumbledore a Remus el cual solo asintió.
- ¿No se quedara a seguir dando ordenes?- Gritó Sirius con sarcasmo mientras Dumbledore desaparecía por la puerta.
- Lo hace por tu bien.- Dijo Remus.
- Ahora no Lunático. Sabes muy bien que odio esta casa.-
- También se muy bien que quieres a Harry, piensa que todo esto es por el.- Dijo Remus- Cambiando de tema, ¿En dónde dormiré?- Preguntó con una sonrisa.
- ¿Te quedaras?- Preguntó Sirius.
- Si me permites, pero sino, me puedo ir.- Dijo caminando a la puerta.
- No seas dramático, vamos.- Dijo Sirius haciendo una señal para que lo siguiera.
Apenas Remus piso el primer escalón tropezó.
- ¿Cómo diablos..?- Estaba apunto de preguntar Remus.
- ¿Kreacher? ¿¡QUIEN DEMONIOS ANDA AHI!? ¿¡QUIÉN SE HA ATREVIDO A ENTRAR EN LA ANCESTRAL CASA DE LOS BLACK!?-
- Wabulgara, que sorpresa- Dijo Sirius con una sonrisa. En un cuadro enorme estaba, lo que Remus supuso era la madre de Sirius.
- ¡TU! ¿CÓMO OSAS ENTRAR AQUÍ DE NUEVO? ¡FUERA DE AQUÍ!
- Am.. No me da la gana. - Dijo Sirius buscando algo al rededor del cuadro. - ¡Ah! Mira, me he encontrado esto- Dijo señalando un par de cortinas- Adiós, Walburga.
- ¿Ella es..?- Preguntó Remus
- Mi tierna y hermosa madre, lo siento, debí presentarlos.- Sirius abrió de nuevo las cortinas - Walburga, mira, el es Remus mi mejor amigo además de licántropo. Remus, mi madre adorada, bien adiós.- Sirius volvió a cerrar las cortinas.
- Creo que le agrade- Dijo Remus con una sonrisa cuando Walburga comenzó a gritar desde dentro de las cortinas.
- Eso creo.- Dijo Sirius.

Al día siguiente.

En La mansión Black.

- Canuto, son las  2 de la tarde, ya despierta.- Gritaba Remus desde afuera del cuarto de Sirius.
- Deja de molestar, Lunático.- Gritó Sirius.
- Hoy es la reunión, la casa es un desastre, aun no te bañas, y dudo que estés vestido.- Dijo Remus acomodándose el cuello de la camisa.
- ¿No puedo bajar desnudo?- Preguntó Sirius aun sin abrir la puerta.
- Creo que dañarías la vista de todos.- Dijo Remus riendo.
- Que gracioso, Lunático.- Dijo Sirius con sarcasmo.
- Gracias, te espero abajo.-Dijo Remus bajando las escaleras.
- ¿Lunático, no sabes leer la hora?- Preguntó Sirius una hora después bajando las escaleras.
- Lo intento ¿Por qué?- Preguntó Remus confundido.
- A penas van a dar las 12 p.m.- Dijo.
- Lo se- Dijo Remus señalando su reloj.- Necesitaba que despertaras, tenemos que mover algunas cosas de aquí, quitar un poco de polvo.-
- Con la varita acabaríamos en 10 minutos.- Aseguró Sirius.
- No pienso hacerlo con la varita, cuando podemos hacerlo con las manos.- Dijo Remus mirándolo fijamente.

3 horas después.
En un lugar no muy lejano a la mansión Black.

- Tonks, debes llegar puntual, es la primera reunión. Eso significa dormir solo 30 minutos, no mas, no menos.- Se decía antes de dejarse caer en el sofá y dormir.  Se recostó y 2 segundos después ya estaba dormida.
- ¿Nymphadora Tonks, cómo puede ser que haya pasado esto?-  Gritó Tonks cuando se dio cuenta de la hora, eran las 4:20 p.m.
- Se supone que deberías de haber dormido 30 minutos, no mas, no menos.- Dijo lleno al cuarto de baño. Se lavó la cara y se cepilló los dientes, terminó y salió en busca de la dirección que decía el papel.

En la reunión.

- Las cosas van a empeorar, esto apenas comienza. Es mi deber preguntarles a cada uno de ustedes ¿Están seguros de continuar?- Preguntó Dumbledore. Antes de que cualquiera alcanzará a contestar sonó el timbre de la mansión. La mansión se tornó en silencio, todos los ahí presentes sacaron la varita.
- TRAIDORES DE LA SANGRE, UN HÍBRIDO, FUERA DE MI CASA, FUERA.- Gritaba Walburga.
- Abre por favor, Remus. Sirius, Kingsley ¿Podrían cerrar las cortinas?.- Decía Dumbledore con tranquilidad. Remus, Sirius y Kingsley se levantaron.
- Perdón, enserio lo lamento. No volverá a suceder.- Decía una mujer con la cabeza agachada cuando Remus abrió.
- No te preocupes, pasa.- Dijo Remus sonriendo por el comportamiento de la chica.
Tonks levanto la cabeza con el una sonrisa.
- Gracias- Dijo viéndolo a los ojos, por extraño que pareciese no pudo dejar de ver sus ojos, los conocía, conocía esos ojos hermosos color miel. Remus fue el que rompió esa conexión porque le estaba sucediendo lo mismo que a la chica, comenzó a caminar hacia la casa, la chica con cara en forma de corazón sonrío y entro a la casa cerro la puerta tras si, camino hacia dentro de la casa hasta que se paro en seco, Kingsley estaba frente a ella, la vio y negó.
- Perdón.- Susurro Tonks.
- Te dije que llegaras puntual- Susurro Kingsley- Entra.- Dijo señalando una puerta, camino hacia ella y entro.
- Buenas noches- Dijo a todos los presentes.- Siento haber llegado tarde, enserio perdonen.
- No te preocupes, Nymphadora.- Dijo Dumbledore con una sonrisa, ella sonrió de medio lado.- Toma asiento.- Dijo a Tonks.
Se sentó a un lado de Kingsley  y de un hombre que sabia había visto en algún lugar, le recordaba a alguien. La reunión continuo y al pasar el tiempo iba llegando a su fin.
- Creo que es todo, muchas gracias por asistir, buenas noches. Tengo que retirarme- Dijo a los presentes.- Minerva, Severus, ¿Nos vamos?- Ambos profesores asintieron y salieron detrás de Dumbledore.
- ¿Qué hay? Soy Tonks.- Dijo al hombre de su derecha.
- ¿Tonks? ¿Tu nombre no es Nymphadora?- Preguntó el hombre.
- Si, pero lo...-
- Lo odias.- Termino el hombre.
- Exacto. ¿Te he visto antes?- Preguntó Tonks, el hombre sonrío y asintió.
- En carteles tal vez, en tu casa también. Pensé que me podrías recordar. Soy Sirius, Sirius Black.- Cuando termino de decir eso, Tonks lo recordó de golpe, era un prófugo, era su deber entregarlo. Pero no lo hizo, si estaba dentro de la orden era porque era inocente. A quien engañaba, no lo entregaría por el simple hecho de que era su tío, al cual siempre creyó inocente.
- ¿Sirius? Enserio te ves mucho mejor a como te ves en los carteles.- Dijo Tonks sonriendo.- Se que es o seria raro, pero ¿Puedo darte un abrazo?- Preguntó Tonks en vos baja, Sirius río y asintió, volteo hacia ella y la abrazo. Remus que veía esto desde frente sonrío inconscientemente y pensó " Apenas y la conoce, eso es un récord"
- Lunático, ven.- Lo llamo Sirius. Remus fue hacia el.
- Mira, ella es...-
- ¿Qué hay?.- Saludo la chica.

Ahora o nunca.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora