-Eres un fracasado- Se reprochó pasando su mano por la frente -No puede ser que a tus 36 años aun no puedas tener una vida "estable"- Dijo golpeando la pequeña mesa que estaba frente a el. -Sin dinero- Otro golpe -Sin trabajo, -Otro golpe - Sin casa.- Una patada- Y a parte de todo eres un mantenido. -Dijo lanzando la pequeña mesa a la pared.
Remus estaba pasando por uno de sus pequeños momentos de auto-reproche.
- ¿Por qué no simplemente me mató? Tal vez así dejaría de molestar, no sirvo para nada, excepto tal vez para dar lástima- Se decía sarcásticamente frente a un espejo.
- Sr. Lupin, ¿esta usted bien?- Preguntó del otro lado de la puerta, la Sra. Lauren, la dueña del edificio donde Remus vivía. -Disculpe que lo moleste, escuche un ruido y quise cerciorarme de que todo este en orden.
Remus inhalo profundamente, puso su mejor sonrisa y abrió la puerta.
- Claro que no molesta, - Dijo con una pequeña sonrisa. - Disculpe el bullicio, me he caído por accidente. - La Sra. Lauren era una viejecita de más de 50 años que vivía sola en el piso de bajo del de Remus.
-Usted siempre tan galante Sr. Lupin. Bien, siendo así me retiro. - Dijo inclinando la cabeza.
-Adelante, que pase un lindo día. - Dijo Remus. Cerro la puerta y giro. Al ver hacía la ventana una lechuza pico la misma. Remus se aproximó y abrió la ventana mientras la lechuza voló por la sala dejando caer un sobre en las manos de Remus. -Gracias. - le dijo a la lechuza mientras esta salía volando por la ventana.
Al ver el escudo sus manos comenzaron a temblar, Dumbledore.
Abrió con rapidez el sobre y encontró solo una pequeña nota.Canuto va hacia allá, Fénix.
Eso era todo lo que la nota decía, el cerebro de Remus comenzó a trabajar, pero antes de hacerse una idea tocaron a su puerta.
-¿Quién?- Preguntó Remus antes de abrir. Nadie respondió, solo un pequeño ladrido lo hizo entender quien era aquella persona, Sirius.
-Entra, rápido.- Le ordeno al perro cuando abrió la puerta. - Hola- Dijo con una sonrisa mientras cerraba la puerta tras si.
- Hola, Remus. -Respondió Sirius con la misma sonrisa.
- ¿Cómo has estado?- Preguntó el castaño.
- Viejo y hambriento, ¿ y tu?- Bromeó Sirius.
- Viejo, pero no hambriento. ¿Quieres algo de comer?- Dijo entrando en la cocina.
- Por favor. - Dijo Sirius sentándose en el pequeño sillón. - ¿Pequeño ataque?- Preguntó viendo la mesa rota.
- Es inevitable y lo sabes. - Dijo Remus.- ¿Qué ha pasado?- Dijo cambiando de tema.
- La última prueba, eso ha pasado. Voldemort regreso. - Al escuchar estas ultimas palabras Remus dejo caer el plato, lo miro serio y se pasó una mano por el cabello mientras negaba.
- Eso no puede ser- Dijo
- Lo es Remus, lo es. Un chico murió. Cedric Digory.- Dijo Sirius con pena.
- ¿Cedric? ¿Estas ..? - Preguntó Remus.
- Lamento decir que si, según entiendo era buen chico y buen estudiante.-
- Si..- Fue todo lo que atino a decir Remus. - ¿Y.. Y Harry? ¿Esta... Esta bien?-
- No, esta muy asustado. El lo vio todo, la muerte de Cedric, el regreso de Voldemort. Salió vivo de milagro, volvió a estar cerca de morir, Remus, peleo contra él.- Dijo Sirius con la mirada perdida. Remus inhalo y siguió cocinando.
- Supongo a que vienes.- Dijo.
- Entonces, ¿Aceptas? La Orden regresa Remus. Te necesitamos.-Dijo Sirius.
- Sabes que no puedo negarme. Es una forma de agradecer a Dumbledore que pague mi alquiler, mis deudas, mi comida. En fin, mi vida. - Dijo Remus frustrado.
- No lo veas así, Remus. Pero en fin, desde que te conozco piensas así.- Dijo Sirius.
- Canuto, no quiero pelear, no ahora.- aseguró Remus.
- Esta bien, ¿Puedo quedarme a dormir? En camas separadas. -Dijo burlón.
- Si, pero antes hay que comer. -Dijo indicándole que tomara asiento en la silla.
- Claro, mamá. -
- Come todas las verduras, pequeño. - Dijo Remus con voz "Femenina"
- Oye, pero si bien que disfrutas falsear la voz- Se burlo Sirius.
- Claro, bebé- Se burlo Remus con la misma voz.En otro lugar de Londres.
- ¡Tú!- Exclamó un hombre de mediana edad y tés blanca.
- Oh no. -Dijo una joven con rostro en forma de corazón.- Enserio, enserio lo lamento. No fue mi intención- Dijo recogiendo los papeles del hombre.
- En esta semana ya son 3, ¡tres! Las veces que usted me tira, dudo que sea una auror decente, es mas, dudo que realmente sea auror.- Dijo el hombre con furia.
- ¡Oiga!, me he disculpado, no hay razón para que me ofenda. Se que soy torpe, pero eso no quiere decir que yo no pueda ser auror.- Dijo Ella cambiando su cabello a rojo.
- Ya veo, es una híbrido.-
- ¿Me ha llamado híbrido? ¡Es un...!-
- ¡Tonks!- La llamó un hombre moreno desde la puerta de su oficina.
- Le ha salvado la campana. -Dijo Tonks yendo hacia Kingsley.
- ¿Me ha amenazado?, es un ¡Híbrido!- Gritó el hombre. Tonks giró sobre sus talones con el cabello y los ojos rojos.
- Maldito viejo...- Dijo alzando la varita, Kingsley corrió hacia a ella y la arrastro de regreso a su oficina. Antes de cerrar la puerta Tonks grito.
- ¡Viejo Chiflado!- Le grito señalando sus ojos y después a el.
- Tonks, basta.- Ordenó Kingsley.
- Me ha llamado híbrido, Sr.- Se defendió.
- Lo escuche, pero debes de ser tolerante. Eres una auror. -Dijo Kingsley sentándose.
- No volverá a suceder, Sr.- Dijo Tonks apenada.
- Eso espero, siéntate.- Ordenó
- Gracias, Sr.- Dijo Tonks mientras se sentaba.
- Tonks, la puerta esta cerrada.- Dijo Kingsley.
- Ya lo note- Dijo Tonks viendo hacía atrás.- Así que... ¿Qué hay, morenazo? ¿Necesitas ayuda? ¿Algún problema en Azkaban? ¿Puedo ir?- Dijo esto último emocionada.
- No, lo siento. - Dijo Kingsley riendo.
- Diablos, sabes lo mucho que deseo estar en combate. Pero en fin... ¿En qué te puedo ayudar?- Dijo un poco desanimada.
- ¿Qué crees de Dumbledore?- Preguntó Kingsley serio.
- Que es un viejo chiflado- Dijo subiendo sus pies al escritorio de Kingsley- No me mal interpretes,- Dijo al ver el ceño fruncido de Kingsley- Ya sabes, todas las personas sabias, están un poco locas. Pero Dumbledore es mucho más que sabio, así que... Dumbledore esta muy chiflado.- Dijo riendo.- El punto es, a pesar de que trabajo en el ministerio... Yo siempre lo apoyo. Y si, creo que El-Que-No-Debe-Ser-Nombrado regreso, si Dumbledore lo dice es cierto.
- Eso es lo que creí que dirías- Dijo con una amplia sonrisa.
- Esa sonrisa me da miedo, pero me gusta. -Dijo Tonks sonriendo- ¿Qué tiene que ver Dumbledore? Que importa que tiene que ver, se que será divertido.-
- ¿Sabes qué es la Orden del Fénix?- Preguntó Kingsley. A lo que Tonks solo soltó una carcajada.
- ¿La Orden del Fénix no es un club nudista? Por Merlín Kingsley, ese club es para mujeres. ¿Cómo llegaste ahí?- Dijo Tonks aun riendo. Kingsley río un poco.
- No Tonks, hablo del...-
- Del club secreto fundado por Dumbledore, no recuerdo la fecha, pero si. Si lo conozco, lo del club nudista solo fue una broma. Pero el club existe. - Dijo riendo.
- Si, ese club... No el nudista. -Aseguró Kingsley.
- ¿Qué tiene que ver la Orden del Fénix conmigo?- Preguntó Tonks.
- Mm... ¿Tienes algo qué hacer hoy, después de tú turno?- Preguntó Kingsley.
- Claro que tengo que hacer, Kingsley. Si no llego temprano mi helado se derrite... Mi cama se enfría y mi maratón se acaba- Dijo riendo.
- ¿No tienes nada qué hacer, cierto?- Dijo Kingsley riendo mientras Tonks negaba con una sonrisa.
- Sabes que no.- Dijo Tonks con una sonrisa.
- Bien, ¿a las 6?-
- 6:30, el helado. Tu entiendes. -Dijo guiñando un ojo.- Nos vemos- Dijo antes de salir de la oficina.- Buenas tardes, Tonks- Dijo el dueño del bar.
-¿Qué hay, Tom? ¿Supiste que los Chudley Cannons perdieron? Me debes dos sickles.- Dijo Tonks.
- Calla, la próxima ganaran, ¿Doble o nada?- Preguntó Tom.
- Después hablamos de eso, ¿Has visto a...?- Apenas iba a terminar su pregunta cuando la puerta del bar se abrió.
- ¡Morenazo! Justo a ti te estaba buscando.- Lo llamo Tonks.
- Por allá- Indicó Kingsley.
Ambos se sentaron en una mesa de la esquina.
- Bien, entonces ¿Qué pasa?- Preguntó Tonks ansiosa.
- Tenemos que esperar a Alastor.- Dijo Kingsley.
- No hay necesidad, ya estoy aquí.- Dijo con un gruñido Alastor Moody.
- ¡OjoLoco! ¿Tu también eres parte del club nudista?- Preguntó Tonks con burla.
- Cállate niña, o harás que nos maten a todos.- Aseguró Ojo Loco.
- Entonces Tonks...- Empezó Kingsley.
- Sea lo que sea, acepto.- Dijo Tonks.
- Bien, en 2 días es la primera reunión. Esta es la dirección -Dijo dandole un papelito- A las 4, puntual.- Recalcó Kingsley.
- Esta bien, ¿Quieren tomar algo? Yo invito. - Dijo Tonks.
- Yo tengo que hablar con Dumbledore. Pero gracias por la oferta. Adiós. - Dijo Moody levantándose.
- ¿Tu te quedas Morenazo?-
- Sabes que no puedo, perdón. Nos vemos mañana en el ministerio.- Dijo a modo de despedida Kingsley.
- ¡Aguafiestas!- Le grito Tonks. Se levanto y fue hacia la barra. - Bien, Tom. Hablemos sobre mi dinero. -
- Doble o nada, ya lo dije.- Dijo Tom.
- Triple y hay apuesta.- Dijo Tonks extendiendo una mano.
- Bien- Dijo Tom estrechándosela. - ¿Lo mismo de siempre?-
- No gracias. Tengo que irme. - Aseguró Tonks.
- Hasta luego entonces.-
- Adiós, Tom.- Salió del bar.- Allá voy helado.- Se dijo con un deje de tristeza. - Otra noche a solas, ¡Que divertido! - Dijo con sarcasmo.