Parte 2

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Situación no sexual.
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Dean se sentó en una mesa completamente solo para desayunar. Solo hasta que sintió una mano apretar su hombro y vio a un lado suyo a Castiel, cruzando sus pies por la banca para sentarse a su lado.

"Bien, ¿Cuál será la lección de hoy?" le preguntó a Dean con esa voz ronca que poco había escuchado.

Dean se rio al escuchar la pregunta y negó con la cabeza. Comió una última cucharada de cereal de su plato, un último sorbo de jugo de naranja, robó la manzana del plato de Cas y se levantó, tomando a Castiel por la muñeca para que se levantara con él.

Caminaron durante unos segundos con Castiel colgando aún de la mano de Dean y en total silencio, hasta la entrada del bosque donde se detuvieron.

"¿Por qué quieres hacer esto?" le pregunta Dean a Cas mordiendo la manzana, logrando que varias gotas de jugo se resbalaran de las comisuras de su boca, haciendo que Cas se relamiera los labios y sonriera.

"¿En serio quieres saber?" le dijo Cas, mirando hacia los árboles tratando de evadir su mirada. Dean asintió y Cas le miró de nuevo. "Es ridículo..." Dean levantó los hombros en respuesta y le sonrió. Castiel suspiró y le miró, más tiempo del debido, le miró morder la manzana y miró sus labios besarla de la misma forma hambrienta que lo había besado la noche anterior. "No quiero..." dijo, y se refregó los ojos "No quiero ir virgen a la universidad..." susurró, a Dean se le apretó el pecho al escuchar lo que Cas dijo y le sonrió, asintiendo para que continuara. "No quiero no saber nada... Y, y esta es mi oportunidad de aprender algo..."

"¿Conmigo?" le preguntó Dean dándole una última mordida a la manzana y tirando el tronco hacia unos arbustos. Cas se sonrió.

"Ese no era el plan, ni siquiera lo había pensado..." y le miró, esos dulces ojos azules brillaron mientras le miraba "Pero Lisa ayudó, y aproveché la oportunidad." Dean se rio y elimino la distancia entre ellos con dos pasos largos, encontrándose de pronto frente a él y lo tomó por los hombros, robándole un beso corto y sonriendole al final.

"Vamos a enseñarte..."

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Cas y Dean llegaron a una parte del bosque a las que le habían prohibido ir, Cas se veía ciertamente incómodo.

"¿Por qué no vamos a las cabañas?" le preguntó, visiblemente ansioso.

"Tranquilo, tigre..." se rio Dean y Cas le miro confundido. Dean suspiro y recordó como era su reputación. "¿Qué te han dicho de mí?" Castiel se sorprendió por la pregunta y suspiró mirándole los verdes ojos que combinaban con el bosque.

"¿A qué te refieres?" le contestó evadiendo de nuevo su mirada.

"En la escuela..." le aclaro Dean, acercándose a él y tomando su barbilla. "¿Qué te han dicho de mí?" Cas tomó su mano de su barbilla y la apretó.

"Nadie me ha dicho nada, se lo que todos saben..." Dean le soltó y se alejó unos pasos de él.

"Claro, piensas que soy el símbolo gay-sexual y que solo uso a los chicos y los dejo como basura..." Castiel negó con la cabeza y le tomó de nuevo la mano por la espalda.

"No... Eso no es lo que pienso..." Dean se volteo y lo miró, confundido y consternado. ¿Qué pensaba Castiel de él? ¿Por qué se le había ofrecido en bandeja de plata tan fácilmente? "Pienso que eres demasiado para lo que dicen de ti..." le susurro Castiel viéndose los pies. Dean le volvió a levantar el rostro con la mano libre. "Por eso nunca pensé en hacer todo lo que quiero hacer contigo... Eres..." Castiel miró hacia el cielo. "Prácticamente inalcanzable..." Dean soltó una carcajada y Castiel le siguió. La risa de Cas le había provocado un apretujón en el pecho que nunca había sentido, pero que le había gustado.

La risa se fue extinguiendo poco a poco hasta que solo pudieron escuchar sus propias respiraciones.

Sus miradas se conectaron y Dean le acarició la mejilla suavemente.

"La primera lección es Conocernos..." le susurró cerca de los labios. "Quiero saber todo de ti y que tu conozcas todo de mi..." y le robó un suave beso que logro que los sentidos de Castiel fallaran por un instante.

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La tarde los había alcanzado hablando hasta el mínimo detalle de ellos mismos.

Dean se había enterado de lo estrictos que eran los padres de Castiel y de su desaprobación hacia las preferencias de su hijo.

Cas, por otra parte, se había emocionado con las historias de Dean sobre su hermanito menor y sobre los viajes que hacía con su padre.

Habían hablado tanto que conocían cada punto y cada seña de la vida del otro.

Habían conocido tanto de cada uno que sentían como poco a poco se formaba un lazo profundo entre los dos, un lazo que los unía de una forma indescriptible.

"¿Qué harás después de la graduación, Dean?" le preguntó Castiel tomando su mano y sobando sus nudillos con su pulgar.

Estaban sentados recostados en el tronco de un árbol, con las manos entrelazadas y sus hombros chocando.

"Irme... Irme lejos de esta estúpida ciudad y lejos de la estúpida escuela..." le contestó apretando su mano. "Quiero viajar, conocer el país, conocer el mundo..." Cas le regalo una sonrisa y asintió con la cabeza, dándole la razón. "¿Qué harás tú?" le preguntó de vuelta, regalándole un beso en la coronilla, aspirando el olor a arce y manzana de su cabello.

"Mis padres quieren que sea médico..." susurró, enojado y al mismo tiempo resignado. "Yo solo quiero vivir lejos de ellos..." se acomodó de lado para tener una mejor vista de su acompañante y le sonrió, tomándole por la nuca y robándole un beso, un beso lento y extasiado, un beso suave y sin prisa.

Un beso que Dean no quiso que terminara.

Y por un momento, de la nada, mientras Cas le recorría el cuello con besos lentos y húmedos, una epifanía le llego a la cabeza.

Quería que Cas se fuera de ese estúpido lugar, con él.

Teach me. (Destiel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora