Capítulo 10

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-Bien, conseguí llegar al mundo Digimon, ahora tengo que encontrar a los niños elegidos, será fácil porque en el mundo digital son los únicos humanos-dijo riendo-pero lo primero es encontrar un digimon para mí, sino no podré combatir en este mundo.

Andoria se dirigió hacia el lugar donde nacían los digimon y se cuidaban, allí uno de los digimon cuidadores le mostró distintos tipos de digimon, pero ninguno era compatible con ella, hasta que vio a un pequeño ángel.

-¿Cuál es tu nombre?-preguntó Andoria.

-Lucemon-dijo el ángel.

-¿Querrías ser mi compañero y ayudarme con una tarea?

-Claro, te estaba esperando.

-¿A mí?

-Sí, a tí, yo seré tu compañero, estoy destinado a ello.

Los dos establecieron un vínculo muy poderoso entre los dos, y ante Andoria, apareció un digivice, era más poderoso que los pertenecientes a los niños, que guarda el poder del digimon.

-Lucemon, tenemos que encontrar a los niños elegidos, ayúdame.

-Bien, pues pongámonos en marcha.

Se fueron a buscar a los niños. A mitad de camino se encuentra a los niños reunidos luchando contra digimon con ruedas negras, al terminar el combate y haber podido salvarlos, Andoria se presenta ante ellos y les explica su situación y la de ellos, pero al parecer, anteriormente, Devimon les había tendido una trampa y los separó, pero con mucho trabajo se volvieron a reunir.

Los niños y Andoria intentan hacerle frente a Apocalymon, pero éste destruye los ocho emblemas impidiendo que los digimon evoluciones, sin embargo ellos descubren que los emblemas solo eran un objeto, la verdadera fuerza estaba en su interior, entonces hacen evolucionar a los digimon y logran derrotar a Apocalymon. El Mundo Digital empieza a reconstruirse y renacen los digimon que dieron su vida para proteger la paz de su mundo.

-Bueno, supongo que esto es el final, Andoria-dijo Tai.

-Claro que no, en unos años aparecerán nuevos niños elegidos, y yo estaré allí para guiarlos, así que nos volveremos a ver-dijo Andoria sonriendo.

-Pues si es ese caso, te esperaremos-dijo Mimi.

-¡Claro!-dijo Andoria.

Andoria se despide de todos y se dirige al futuro del mundo para ver el nuevo problema que había aparecido, un chico que se hacía llamar el Emperador de los Digimon estaba controlando los digimon con aros malignos, espirales malignas y agujas de control.

La elegidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora