Las personas aveces no medimos nuestras acciones, aveces tratamos de hacer cosas solo para encajar, lamentablemente la mayoría de las personas hemos cometido errores como éstos.
Es increíble como podemos clasificar a una persona solo por su físico, cuando lo que en verdad importa es lo de adentro.
Una palabra puede tener muchos significados para una persona desde un te quiero hasta un te odio. Las personas no nos debería importar lo que digan de nosotros, que quiero decir con esto, no debes dejar que un eres fea, gorda, etc nos importe.
Existen muchos casos de personas que por palabras como esas se han suicidado, no nos damos cuenta del daño que hemos causado hasta que las cosas ya están echas. Lo único que necesitamos TODOS aunque parezca muy repetitivo es amor.
No todos creemos en el amor pero todos de cierta forma lo necesitamos. Aveces la salvación para alguien, es esta, puede parecer cursi pero es verdad, este es mi caso.
Como les habia dicho, es increíble como una persona crítica por el físico y no por lo que hay dentro. Mis vacaciones me las pase de maravilla, visite Querétaro y junto con este muchos restaurantes, no me limitaba a comer nada, Miriam me decía que me estaba poniendo gorda, no le daba importancia ya que yo me sentía bien con mi cuerpo, no me veía gorda y mucho menos me sentía. Todo fue cosa de entrar al colegio para que mi verdadera pesadilla comenzará.
La forma en que me recibieron no fue la que yo mejor pensaba, palabras como Oye deberías hacer ejercicio, te estas poniendo gorda, o, Pero mirate esa cara es la de una gorda, no era lo que yo me esperaba para un primer día de clases, los profesores también me llegaron a hacer ese tipo de comentarios pero aún no me importaba.
Todo inicio con 63 kilos si, 63 kilos. Mi profesor de deportes pidió el típico exámen médico, ahí inicio todo, coloque este sobre mi banca para que cuando fuera mi turno lo entregará. Rodrigo el chistoso del salón tomo mi exámen médico, en cuanto vio el peso se empezó a reír de mi y a llamarme gorda, Grito a los cuatro vientos mi peso y como si este fuera un chiste todos se comenzaron a reír.
El profesor pidió orden mientras yo pedí ir al baño, me coloque frente al espejo y me vi fijamente, cada rasgo de mi cada facción, todo, lo primero que pude ver fue mi cara, me veía cachetona y respecto a mi figura no me veía mal, me convencí de que no estaba gorda solo cachetona pero se podía solucionar, salí del baño con una sonrisa y me dije a mi misma que era hermosa y no me debía importar lo que decían los demás.
Cuando llegué a casa salude como de costumbre y Miriam me abrazo o eso se suponía que hacer pero no en su lugar con su brazo toco mis "lonjas" me aleje de ella con repugnacion.
Estas gorda Kamila.
De nuevo me sentí mal así que subí corriendo a mi habitación y cuándo estuve frente al espejo me alse la playera, si, tenia una que otra llantita pero eso se podía solucionar con ejercicio.
Creí que los comentarios pasarían en cuanto empezará a hacer ejercicio, pero me equivoque los rumores empezaron a correr y se burlaban más de mi, empece a sentir me muy gorda y fea, todos los días me miraba en el espejo y veía a alguien gorda, observaba mis fotos de Queretaro y ahí estaba Kamila la gorda.
Lágrimas caían de mis ojos cada noche haciendo que mis ojos quedarán hinchados, mis supuestas amigas no estaban ahí para apoyarme y eso me dolia, observaba a Miriam comer tan saludable y luego la veía a ella, tan delgada y hermosa, lo que un hombre deseaba en una mujer.
Pasaban las semanas y yo empecé a comer menos, poco tiempo después me tocó ir al doctor obvio me pesaron, para mi desilusión no logre bajar de peso.
Mi autoestima estaba por los suelos, no había quien me apoyará, nadie desmentia las cosas. Recurrí a él método más eficaz de todos, por las mañanas no desyunaba, en las tardes comia muy poco y por la noche tampoco comia, dos semanas después me volví a pesar y sólo había logrado bajar dos kilos, aún no conseguía mi meta, me empecé a vendar el abdomen y ya casi no comia más que fruta y pira agua.
Quise acelerar el proceso y junto con eso empece a hacer ejercicio, casi no dormía y a pesar de que mi cara era un fracaso me empezaba a sentir bien.
La ropa que me colocaba era holgada por lo que creían en el colegio que era gorda, la idea volvía a mi de nuevo me sentía y me veía gorda. En el colegio Oía que además de que me llamasen gorda también me decían fea. Ese día cuando llegue a casa tome una navaja y extendí mi brazo, hice un pequeño corte que me aliviano mucho, lágrimas caían por mi rostro, sabía que esa no era yo, sabía que lo que estaba haciendo estaba mal y sólo me lastimaba a mi.
Los días transcurrían y me veía demacrada, mi madre no me decía nada y Miriam solo se burlaba de mi, el cansancio se empezaba a ser presente más seguido, habían veces que la vista se me nublaba, sabía porque, sabía que si no comia seguiría igual, pero no me importaba yo debía ser delgada.
Dos días después me tocaba deportes, recuerdo que era un día caluroso, el profesor nos había echo correr al rededor de todo el patio, mis piernas comenzaban a pasarme y mi vista se nublaba, me empecé a quedar atrás y los pocos que pasaban a mi alrededor me llamaban gorda, lo último que escuche fue apuestas maldita gorda.
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Yo Soy Él Que Sanara Tus Heridas (Historia Terminada)
Short StoryAveces las personas solemos insultar a otros respecto a su aspecto físico, gustos o forma de ser, pero nunca nos ponemos a pensar el significado que tienen para estas personas los insultos que tu le dices. Kamila es una chica de catorce años que a p...