Y aunque clame tu nombre y el viento y la sombra de la muerte me vea y suspire, ¿Que he de encontrar más que el encanto con el que me has cegado?, te vienes y voy , pero la ausencia no se acuesta y reposa con los humos de un amor, no tengo que analizar, no tengo que desear, la vista se esconde, el color azul abunda, ¿Cual es el color de ese llanto si no tengo más que el alimento de tus besos?. Lloro, pero escucho, escucho el dialecto de la lagrima, de la naturaleza del amor, espero la delicada ráfaga de una luz, de una ausencia, de una espera anunciada y de un surgir de letras. Espero ver tu reflejo en el espejo, ver que la transpiración del llanto de alegría hume en el vidrio el colorado rojo de mejillas y en tus lentes mi pupila, solo quiero ser suspiro y desvanecerme en tus brazos, has de alejarme pero he de multiplicarme, no has de ausentarte y no habrás de entristecerte pues he llegado y me he posado en este mármol que conforma tu sentimiento, no te desharás de mi y yo te conservare en un escrito.