Humos

3 0 0
                                    


En caldero de olores primaverales observaron tus pupilas un claro paisaje de verdes prados y un cemento fresco que engullía dedos temporalmente; en pergamino un pelo caía y con él se propagaban los recuerdos de un amanecer frio con una voz soñolienta. Tres hojas planeaban y se desvanecían en un viento con susurros; la brisa con vuelta elíptica rodeaba tu cuello, se perfumaba de tus besos y se adentraba a tus alvéolos para exiliarse triunfante segundos después. Un canto, dílmico, extrosforo de cenzontle enmudecía sus acordes y dejaba resonar tus labios al contacto con el sol que escapaba en ramas; el tronco se doblaba y dejaba que se deslizaran en su superficie las claras aguas de una lluvia fugaz. Los vapores se presentaban, empapaban el bello rostro y rebotaban en ojeras de estudio vespertino. Lagrimas nadaban y limpiaban perfectos ojos que reflejaban una risa cálidamente cinética que simulaba a excepcional mamífero nativo de la sabana. Una espiral se formaba en el ambiente y con un lila resplandeciente absorbía en sus aristas los colores diversos de tu solemne personalidad. El destello se creaba, se sentaba y gritaba por los aires una belleza universal; las telas se encogían y se abrían en movimientos lentos y claros sobre el piso retumbante de pasos de baile, los números del centenar aplaudían y tras ellos un corazón palpitaba por ojos marrones que observaban un caldero recursivo por un sueño anestésico que provocaba tu cordial presencia efímera .

Perspectiva del amorWhere stories live. Discover now