Siempre me he considerado un chico afortunado y lleno de cosas buenas, y no lo digo de manera narcisista, si no que así lo veo yo. Nunca me han pasado cosas que se pueden considerar malas o muy graves, lo peor que me ha pasado es... repetir el examen final del penúltimo año de secundaria pero nada más, así que nunca he sido lo que llaman "una persona desafortunada".
A estas alturas se preguntarán quien soy, pues me llamo Jasón Woods, tengo 23 años, y trabajo de editor en la revista "Wonderful Science". En mis tiempos libres me dedico a pasear por la ciudad, leer artículos varios, además de buscar y coleccionar objetos raros.
En uno de mis recorridos por la ciudad, encontré una pequeña tienda que me pareció muy curiosa, así que decidí entrar. Lo primero que llamó mi atención fue el hecho de que era una estructura muy vieja, la madera estaba envejecida y los objetos estaban algo cubiertos de polvo y telarañas, al igual que el resto de la tienda. El encargado, un señor en el cual se le veían varios años encima, me observaba con cara dubitativa o al menos eso fue lo que interpreté.
Al mirar los objetos, vi una especie de lámpara con forma de jarrón alargado que llamó mi atención, por lo cual me acerqué y lo tomé en mis manos, lo inspeccioné más de cerca y con un par más de miradas, me convenció, por lo que decidí comprarlo. Al acercarme al mostrador, el anciano me dijo:-Has tomado un objeto muy especial, joven- Su voz sonaba algo forzada y muy ronca, como si estuviera enfermo. El anciano tomó el jarrón y pasó el lector de precios por la etiqueta que estaba atada a él –Son 200 dólares, pero por la sensación que me traes, te lo dejaré a 70 -
-¿Lo dice en serio?-Pregunte yo con incredulidad. El anciano asintió con la cabeza y una sonrisa. -Muchas gracias, no sé qué decir- Le respondí con mucha sorpresa mientras abría mi billetera y sacaba el dinero, en ese momento, el anciano exclamo:
"Pero... debo advertirte joven, el poseer esta lampara no te traerá nada bueno... si decides conservarlo... estás bajo tu propio riesgo...-
Muy extrañado de sus palabras, le di el dinero y él me dio la lampara envuelta en papel de burbujas, musité un buenas tardes y me fui de la tienda con muchas preguntas en mi cabeza.
Al llegar a mi hogar, saqué el jarrón de su empaque y lo puse en la mesa mientras lo contemplaba durante unos minutos. Realmente las palabras del anciano me confundieron, era solo una lampara con forma de jarrón, la mala suerte solo era superstición y cuento para asustar a los niños traviesos y mantener viva la inocencia en ellos, haciéndoles creer que existen los fantasmas, o al menos, eso creía yo. Pasaron varias semanas desde que adquirí la lámpara de cristal, las palabras del anciano aun retumbaban en mi cabeza, haciéndome dudar, pero siempre intentaba ignorarlas para que no me molestaran mientras trabajaba. Un día, al volver del trabajo ya muy tarde (Al menos 11:30 de la noche) me encontré con una sorpresa que me impacto y asusto mucho...ccHJ#hb

ESTÁS LEYENDO
El Misterio De La Lampara De Cristal.
Misteri / ThrillerJason Woods es un joven adulto de 23 años , el cual trabaja de editor para una revista llamada "Wonderful Science", ademas de ser coleccionista de objetos raros y que sean de su gusto. Un día se topo con una lampara de cristal la cual llamo mucho s...