La Chica De La Correspondencia

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-No lo puedo creer Carl, ¿Cómo dejaste que actuará así? Debías haberme dado un gran golpe. Pobre chica. - Le dije indignado a Carl, debió hacer algo.

-Lo siento joven, pero usted no me lo permitió. Además, no tan pobre, ella lo puso en su lugar y disculpe usted pero lo dejo con la palabra en la boca. Pocas personas hacen eso.

-Querrás decir nadie hace eso conmigo, menos una chica. Ella es rara. Ni siquiera entiendo porque baje, estaba muy bien en mi cuarto. Cuando de repente sentí que tenía que salir, que tenía que saber que hablaba contigo, aun siento esta terrible necesidad de saber quién es y porque estaba aquí. - Le dije mientras recordaba pequeños episodios de lo ocurrido antes.

-Joven, ella es la chica de la correspondencia, ya la había visto otras veces, es decir todos los días pero nunca había venido aquí. - Me dijo mientras continuaba limpiando los muebles de la sala.

-Y eso ¿Por qué? Acaso no sabe quien vive aquí, si otras chicas supieran que cada vez que no me encuentran en su cama es porque estoy aquí. Cuántas ya estarían en la puerta, pidiéndote que las dejes pasar a verme. - le respondí.

-Lo se joven, ya han venido algunas pero lo negué totalmente, tal y como usted ordenó pero ella ni pregunto por usted solo vino a entregar un sobre para usted. Y bueno, no viene porque nunca envían correspondencia para esta casa. - Me respondió lo más natural que pudo, pero noté como se tenso mientras esperaba mi reacción.

-Tienes razón Carl, parece que ella no sabe quien soy. - dije pensativo - Pues tendrá que conocerme. - Dije muy fuerte.

-Joven, no creo que eso sea lo correcto ¿Por qué no deja las cosas como están? - me respondió temeroso.

-Oh no Carl, yo siempre consigo lo que quiero y tendré a esa chica pérdida por mi. Lo prometo. - Dije seguro de mi mismo, como siempre.

-Esto acabará muy mal... - Dijo Carl lamentándose.

-Hagamos una apuesta, ¿que te gustaría que hiciera, cualquier cosa, si pierdo?-

-Joven Nicholas, no creo que esto este bien... - comenzó a decir pero lo interrumpí.

-Solo dilo Carl, es una orden. - Le grite, me da rabia cuando no hacen lo que quiero.

-Esta bien joven, me gustaría que por una semana usted se encargará de toda la mansión solo, limpieza, cocina, orden, jardín, todo. -

- Woww tu si que sabes aprovechar, pero hagamos más interesante esta apuesta, dos semanas y ese tiempo tendrás vacaciones. Y si gano, quiero que - no sabía que quería, lo tengo todo- ya quiero que me ayudes a convencerla para que trabaje aquí.

-No joven, ¿Como voy a hacer eso? Además ¿para que la quiere trabajando aquí? - me dijo impactado por mi petición.

Lo mire molesto - Yo se para que la quiero, tu solo cumples tu parte de la apuesta si gano, lo cual es lo más probable. - le dije mientras me dirigía a mi habitación - ya sabes Carl, ve pensando como me ayudarás a convencerla.

-Como ordene joven Nicholas - lo escuche decir, pero yo ya había desaparecido por el pasillo hacia mi habitación.

Me tiré a mi suave cama, tenia que pensar en como comenzar a hablarle. Como hacer que su primera impresión de mi cambie.

El mejor para estas cosas es LIAM, tenia que llamarlo.

-Hey bro! Soy Nicholas, necesito... - comencé a decirle pero me interrumpió.

-Ahora no Nicholas, te llamo dentro de unas horas. - me respondió y corto la llamada.

*Y ahora ¿Qué le pasa a Poltreh? * pensé.

Bueno no importa, por ahora dormiré un rato hasta que el me llame y me diga lo que le ha pasado.

Ni siquiera había cerrado los ojos cuando mi teléfono comenzó a soñar.

*Ja Liam, ya sabía que no podía vivir sin mi*

-Hola, ¿Qué pasó Poly? ¿Te arrepentiste de tratarme así? - le dije con burla.

-Sabes que eso sonó muy raro ¿verdad Nicholas? - dijo la otra voz, burlándose de mi.

-Pattinson, no vi que eras tú! What's happenin?-Le dije para disimular mi vergüenza.

-Hey esa es mi frase!- me reprochó -Nada, que estoy aburrido en el trabajo, estás libre? -

-Mmm ¿y ahora quien suena raro eh? ¿Es acaso una cita guapo Thomy? - Le dije en tono burlón.

-Claro que si cariño, nos vemos dentro de media hora en el bar de siempre. - Me dijo en tono coqueto y cortó.

Bien, ya no podía dormir. Ahora tenia que ir a divertirme. Después de todo hoy había sido un día muy largo.

Rápidamente me arregle y ya estaba saliendo de mi casa con mi hermoso auto. El bar al que siempre íbamos no estaba tan lejos. Pero siempre es bueno llevar el auto, para presumir lo y conseguir más chicas tontas dispuestas a todo por dinero.

Cuando llegue vi a Thomas bajando de su auto ya estacionado.

-Hey bro! ¿qué tal? - me dijo animado

-Ya sabes lo de siempre, no quiero hablar de ello. No ha sido un gran día hoy, ¿Por qué no entramos de una buena vez? - Le dije tratando de sonar entusiasmado.

-Sabes que igual tienes que contármelo luego ¿no?, por algo soy tu terapeuta. - Me dijo serio.

-No se como se me ocurrió contratarte como terapeuta, ah espera nunca te contrate, tú te nombraste solo. - le dije fingiendo molestia, mientras entrábamos al bar.

-Lo sé, es que soy genial! - me dijo mientras echaba su brazo sobre mi hombro.

El bar estaba casi vacío, los días lunes como hoy, era siempre así. Nos sentamos, alejados de todas las mesas. Karim se nos acerco, como siempre tan provocativa, lo cierto era que ya había pasado por nuestras camas.

-Nico, Thomy, hola. ¿qué les puedo ofrecer hoy? - dijo con su intento fallido de voz sexy.

-Por el momento dos Daikiris - Respondió Thomas, cortante.

-En seguida se los traigo, guapos. - Dijo y se marcho, moviendo demasiado sus caderas.

-No entiendo como pudimos acostarnos con ella, que asco - dijo Thomas, provocando nuestras fuertes risas.

Después de un largo rato, decidimos llamar a Liam, no podías estar pasándola bien sin él, es parte de la pandilla.

-Hey Poly, otra vez soy yo mi amor. - Dije mientras Thomas y yo nos moríamos de la risa.

Probablemente ya nos habíamos pasado de copas.

-Hola, lo siento Liam, ahora no se encuentra disponible. ¿Desea dejarle algún recado? O ¿solo le digo que su novio llamó? - respondió una voz suave.

-ES UNA CHICA - grité, a punto de arrojar al suelo mi teléfono.