Capitulo 4. Me voy

374 14 2
                                    

Todo paso muy rápido, todo paso en un momento malo, muy, muy malo. Yo no me lo esperaba. Nadie se lo esperaba. Nadie quería que te fueras Pá. Ni yo, ni mamá, ni mi hermana, ni Giuliana, ni tus amigos, NADIE. Eras la mejor persona que conocí, aunque tuviéramos algunos choques, no deshacía nuestra relación. Quiero que estés conmigo, ahora, siempre. Pero es imposible. Nos dejaste un día lluvioso, tuviste un paro cardiaco, habías tenido uno, pero seguías aquí. Tengo que decirte unas palabras en tu entierro pero te vamos a cremar. Vamos a arrojar tus cenizas al lago donde  solíamos ir cuando era más chica.

–        ______, mamá llego.- Dijo Giuliana haciendo un par de muecas.

–        Hola _____- Dijo la mamá de Giuliana con la cara roja, su esposo la acompañaba con los ojos un poco rojos –Lamento lo que paso, pero quiero decirte que él se fue para ayudarte a realizar tus sueños, tu padre era una de las mejores personas que hemos conocido en nuestra vida, siempre muy alegre y cordial. Me gustaría que estuviera aquí – Rompió en llanto y yo la abrase con mucha fuerza mostrando una mirada cálida para que supiera que estaba bien. –Espero que ganes junto a Giuliana el concurso, nosotros no estaremos allí porque solo pueden ir ustedes, pero nosotros las miraremos por televisión todos los días. Ustedes saben que estaremos ahí–

–        Gracias, esto es muy duro, pero lo haré por mi padre que se ha ido, quisiera invitarlos ahora a arrojar las cenizas al lago, nosotros los llevaremos si quieren– Ofrecí, con la cara roja y un par de lágrimas en la cara.

–        ­Claro, estaremos ahí, si necesitan algo quiero que llamen a casa– Se dirigió a mí y después miro a Giuliana la cual asintió. – ¿Y tú que harás Giu, te quedaras con ____ o vendrás con nosotros?

–        Me voy a quedar con mi amiga, aparte mañana me voy a Londres así que quiero dormir más, los veo en el lago– Se dirigió a su mamá y a su papá y les dio un beso en la frente.

Después de que fuimos al lago y arrojamos las cenizas, nos dirigimos a casa de Giuliana para buscar algunas cosas y saludar a familiares que no estarían en el aeropuerto mañana temprano. Todos me dieron su pésame y nos retiramos hacia casa. Llegamos y comimos algo liviano evitando tocar temas muy delicados, charlamos algunos minutos y nos dirigimos hacia mi habitación.

–        _______, ¿Crees que Liam me quiera? – Pregunto Giuliana curiosa, y un poco preocupada.

–        Claro que sí, eres muy hermosa y no creo que deje pasar la oportunidad de poder conocerte un poco más­– Le sonreí y ella me imitó.

–        Yo también creo que Louis te mirara, pero estoy preocupada– Dijo Giuliana con mucha preocupación en sus ojos, casi por llorar.

–        ¿De qué? –

–        No sé, ¿Seremos lo suficientemente buenas como para ganar? –

–        Claro que si cariño, ahora duerme– Di mi última sonrisa, la bese en su mejilla y le recomendé que durmiera. Ella obedeció y pronto caímos dormidas.

Estoy… ¿Soñando? No lo creo, mañana será el día donde por fin conocería al amor de mi vida, pero… ¿Yo sería el amor de su vida? La duda me carcomía todos los días, cada uno de los días de mi vida. ¿Sería la indicada para él? ¿Me querría conocer? ¿Querría estar conmigo? Pronto lo averiguaría.

Llegado el día del vuelo, mi madre y los padres de Giuliana nos acompañaron al aeropuerto para despedirse de nosotras hasta próximo aviso. Digo próximo aviso porque no sabíamos si íbamos a ganar, si íbamos a perder, no sabíamos nada de nuestro futuro. De este momento hasta siempre íbamos a depender de nuestras acciones y nuestros talentos. Espero que ganemos, no quiero estar con mamá después de lo sucedido solo para estorbar, lo mejor es que este sola, y a parte quiero un tiempo para mí, para pensar, pera preguntar y para actuar por mi propio instinto, porque para eso nací, para actuar como yo quiera, y eso es lo que debería hacer todo el mundo.

–        Má, te voy a extrañar, quiero que no te preocupes de nada ¿sí?, te quiero mucho­– Dije con un nudo en la garganta.

–        Hija, yo también te quiero corazoncito de mamá, te amo quiero que te cuides y que prestes atención a todo lo que se te presente en la vida, ¿entendiste? – Dijo derramando algunas lágrimas de sus ojos adormilados y rojos.

–        Má, no llores, me vas a hacer llorar a mí, y no quiero– Respondí a todas sus preguntas y espere a que Giuliana terminara de ser asfixiada por los brazos de su mamá.

–        MAMÁ, DEJA DE TRATAR DE MATARME QUE LO VAS A TERMINAR HACIENDO– Dijo gritando

–        Bueno mi hijita, mi bebe, mi corazoncito–Hablando muy empalagosamente y apretando sus cachetes– Quiero que te cuides y me llames seguido para contarme como te va, que estás haciendo, que te dijeron y todas las cosas que haces en el día, también como es allá. Mándame fotos, cartas y correos electrónicos ¿me escuchaste? –  Dijo en un tono mandón pero a la vez sobreprotector.

–        Sí, sí, má, ya escuche, te quiero y no cocines rico mientras no estoy.

Dicho eso, y de haber saludado a la familia de Giuliana, salimos directo al avión. El lugar era bastante amplio, yo me acomode y dormí durante unas 8 horas hasta que un sonido raro me despertó y los gritos de Giuliana y de la azafata me despertaron.

–        ¿QUÉ, QUÉ PASA? – Grite alto y alterando a Giuliana

–        EL AVIÓN SE VA A CAER

–        SEÑORITA, TRANQUILICESE, EL AVIÓN NO SE VA A CAER, ESTAMOS TENIENDO UNOS PROBLEMAS PERO ESTAMOS POR DESCENDER Y CAMBIAR DE AVIÓN– Dijo en tono fuerte pero amable la azafata.

Giuliana se tranquilizó y el avión descendió hasta un pueblo lejano a Londres, estaba segura que estábamos en UK pero no sabía en qué parte.

Cuando encontraron la falla en el avión hicieron que el avión se quedara en el aeropuerto, para verificar que todo estaba bien. La agencia derivo a todos los pasajeros a un viaje en autobús hacia la ciudad de Londres. La querida, hermosa, y turística Londres… Anhelo con toda mi alma y débil cuerpo tener la oportunidad de estar ahí en este mismo momento, ya, ahora.

Después de 10 horas de viaje con 10 niños (los cuales ya estaban calando mis oídos) llegamos.

–        ¡LLEGAMOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOS! – Grito el conductor y todos empezaron a aplaudir.

–        ¡AL FIN! – Grito Giuliana con desesperación, lo que me hizo largar una débil carcajada.

Cuando bajamos todas nuestras cosas y ya estuvimos en la parada de autobuses, nos sentamos en silencio observando detenidamente todo el sucio y asqueroso lugar. Tenía las paredes despintadas, con algunos grafitis, suelos sucios y con algunos bichos muertos, perros vagabundos dentro, personas con un aspecto poco agradable que pronto se nos quedaron viendo, creo que fue por culpa de Giuliana.

–        Eh, Giuliana, vámonos antes de que te violen con esa ropa, a parte esos tipos dan miedo y el lugar huele asqueroso.

–        Ni loca, quiero ver a un famoso– Dijo, convencida y cruzada de brazos.

–        Veras millones de famosos en el programa, pero, por favor vámonos– Le rogué.

–        Bueno, si tanto insistes vámonos a alquilar un departamento por aquí cerca– Dijo bufando.

Mientras se levantaba, yo miraba a esos horrorosos tipos por el rabillo del ojo. De un momento para otro, se acercaban y yo agarre la mano de Giuliana.

–        ¿Qué pasa? – Levantando la voz, y soltando mi mano, pero pronto volví a tomarla, me le acerque y le susurre.

–        Corre…

Pronto, miro hacia atrás, y miro mis ojos con miedo, mientras las dos nos veíamos corriendo hacia la ciudad. No sé si corrimos 1 kilómetro o más, pero no nos dimos cuenta gracias a la adrenalina que despedía nuestro cuerpo. Esos tipos espantaban y casi nos roban o quien sabe que otra atrocidad más.

Cuando nos encontramos en un departamento lo más cerca del programa, llamamos para ver si nos podían atender ahora, ya que la presentación era mañana. Pero nadie atendió.

¿Por que a mi? (Louis y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora