Son las 16:27, estoy en el aeropuerto de Narita para coger el avión de regreso a casa, llevo solo una maleta, llena de ropas y recuerdos que seguro que con el tiempo olvidare.
-¡Bettyyyyyyyyyyyyyyyy! Me grita una voz conocida, yo me doy la vuelta y le veo a él jadeando de haber corrido por todo el aeropuerto buscándome, cuando lo veo mi corazón empieza a latir a 1.000 por hora y pienso como empezó toda esta historia.
Todo comezón un año ante, me había convertido en una profesora de español en Japón gracias a una amiga que me recomendó a una escuela de chicos llamada "Diábolos" un nombre extraño para una escuela de secundaria alta. Yo tenía que dar clase a los de tercer año que eran los veteranos de la escuela.
El día antes de empezar mientras iba a comprar oí un escandalera en un callejón, me acerque para ver lo que pasaba, eran unos jóvenes que estaban buscando camorra con otro joven que parecía indefenso, en el momento que le iban a pegarle una voz paro el golpe.
-Vosotros dejadle en paz- La voz venía desde lo alto de unas escalera, un chico, alto de pelo negro y ropas de calle -No os da vergüenza pegarle a un chaval más pequeño, porque no os metéis con uno de vuestro tamaño ¿Eh? Pego un salto desde lo alto de la escalera, cayendo detrás de los matones.
-¿Y a ti quien co...? El chico le cayó de un puñetazo en toda la boca al matón que parecía el dominante.
-¿Jefe se encuentras bien? ¿Tu cómo te atreves pegar a nuestro jefe? pagaras por tú osadía.
-O que miedo me dais, tu chaval vete a casa yo me encargo de esto. Mientras lo decía se tocó la nariz.
-Tú chulo no te creas Brus Lee, el chaval se queda ahí ya que tenemos cuentas pendientes. El chaval temblaba como un flan y yo intentaba huir del lugar pero algo me decía quédate, era como verme a mí misma cuando era joven. No me podía mover, el chico y el jefe de la banda empezaron a pegarse, él tenía mucha ventaja, le animaba en silencio desde detrás de un cubo de la basura, en esto que el resto de la banda se pusieron a ayudar a su jefe pero el chico no se achico lucho limpia mente contra todos, ya cuando vieron que no eran rival salieron huyendo con el cuerpo todo magullado.
-¡Hey! no os valláis- Se apoyó en la pared y se limpió un poco la sangre de la boca, se dirigió al chaval -¿Chaval estas bien? Pregunto sin preocuparse por sí mismo.
-Sí, pero tú estás sangrando del costado.
-Va, esto no es nada. Parece que uno de esos bastardos le había pinchado con algo.
Corrí sin pensar hasta donde estaban ellos para socorrerlo.
-Si no te curas eso luego será peor. Le dije rajando un cacho de tela de mi ropa para hacerle un vendaje.
-¿Eh? ¿De dónde...? ¡Hay eso duele!- Aparto mis manos de la herida -¿Se puede saber qué haces?
-Estas herido necesitas ayuda, te llevare a un médico a que te lo mire vale y no rechiste. Lo cogí de la mano mientras él se queja y tira pero yo no le hago caso, me lo lleve a una clínica. En la clínica mientras le curaban yo me quede con el chaval que estaba llorando.
-Tú no tienes la culpa tranquilo. Le limpio las lágrimas con mi pañuelo, después de que le curaran él se marchó por la puerta sin decir una palabra "Ya podía habérmelo agradecido" pienso. Pague la factura, lleve al chaval a la residencia que daba la casualidad que era la residencia de la escuela donde empezaría a trabajar, me agradeció por lo que hice y se metió antes de que le echaran la bronca el tutor de la residencia, me fui a casa con la sensación de haber hecho algo bueno.
Al día siguiente me presente ante todos mis alumnos, el tutor me dio unas palmadas en el espalda como deseándome buena suerte, respire hondo y empecé mi trabajo.
-Buenos días a todos, como dijo ante vuestro... Me interrumpido el ruido de la puerta al abrirse, era el chico que había salvado a el chaval.
-Siento llegar tarde pero me...- Se quedó un instante mirándome -Eres la entrometida de ayer.
-¿Cómo? En cima que te ayudo me insulta maleducado, deberías ser más agradecido.
-¡El chulo de ayer!- Chillo uno de los alumnos, mire y era el mismo que llamaban jefe -¿No me digas que estudias aquí? Oh como nos lo vamos a pasar vengándonos ¿De qué dormitorio eres?
-Soy el líder del dormitorio "Dragón". Eso era otro rollo de la residencia de alumnos, los dormitorios. La residencias se dividía en cuatro dormitorios de ciento y pico de habitaciones una para cada alumno se nota que es una escuela grande y cada una de las residencia tenía su nombre que eran "Dragones", "Fénix", "Tortuga" y "Serpiente", luego los alumnos formaban sus banda, la que mejor fuera mandaría en las escuela por eso fueron las palmadas en la espalda.
-No, no, no, nada de venganzas, en mi clase todos son compañeros porque habéis nacido bajo el mismo cielo, vale y como iba diciendo mi nombre es Betty Lorren para ustedes me llamareis Lorren-sensei- lo escribí en la pizarra con mucha decisión -Y seré vuestra profesora de lengua española está claro. Los dos me miraron con cara de "¿Qué le pasa a esa tía?" Pero yo pasaba porque a mí me importaba un bledo lo de quien mandara en la escuela yo vine a enseñar no aguantar a niños de parvulario.
Pase lista uno a uno hasta que llegue al nombre de él, se apellidaba como un guitarrista que me gustaba y su nombre como el de un cantante que adoro.
-¿Fujimura-kun?
-Aquí, Lorren-sensei. Me contexto con chulería, yo pase veinte quilo y empecé a dar clases.
Al finalizar mi clase Fujimura-kun se me acerco con una cara seria parecía enfadado.
-Gracias Lorren-sensei.
-¿Eh? A por lo de ayer no es nada, yo...
-No lo vuelvas hacer y más a un perro callejero como yo, no me hace falta de su ayuda, lo captas. En ese momento vi sus hermosos ojos, grises y eran fríos como el mármol.
-A mí me da igual lo que seas tú, estabas mal herido y te ayude porque me dio la gana. En ese instante me vino a la mente el recuerdo cuando yo tan bien decía que era como un perro callejero, me di cuenta de que me estaba pareciendo a alguien de mí pasado a quien tanto apreciaba.
-Tú no me conoces asique no intentes ayudarme.
-Créeme sé cómo te sientes ya que yo también le he dicho lo que me has dicho a alguien de mi pasado, después de todo cambie y me convertí en lo que ves ahora una profesora de idiomas. Me pide disculpa por comportarse como un tonto con lágrimas y yo le perdono.
Después de nuestra charla le escribí una nota para que se la llevara a su siguiente profesor disculpándome por haberlo retenido tanto tiempo.
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Te tengo
RomanceBetty es una joven profesora que empezará dar clases de lengua española, en ella conocerá a un joven estudiante que su caracte le recuerda al de ella cuando iba a la secundaria, también se encontrará a un antiguo profesor del que ella se enamoró.