Capítulo 3: ¡No me rendiré!

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El mes paso rápido y divertido, todos los alumnos me habían entregado las autorizaciones para el viaje a Atami, estaba muy ansiosa, ir en tren fue fantástico las vistas eran increíbles y a la vez agotador ya que los chicos no se estaban quieto ni aunque le dieran una tila.

-Bien chicos ya hemos llegado portaos bien y divertiros. Chillaron "¡Sí!", todos excepto Fujimura-kun parecía abatido por algo.

El día en Atami fue maravilloso, sol, mar y una arena fina.

-Porque no hacemos una competición. Le dijo Ozu-kun a Fujimura-kun con chulería a lo que él respondió con la mano paso.

Quería saber  porque estaba así pero para ello tendría que esperar para hablar con él.

-¿Tienes miedo?- Dijo uno del grupo de Ozu-kun -La competición será cacería de sujetadores de biquinis.

-Ni hablar, como hagáis eso no volveréis a tener una excursión en todo el curso.

-Jo, no fastidies Lorren-sensei.

-Yo ya dije que paso y más porque eso es para pervertidos. Protesto Fujimura-kun.

-Aguafiestas. Protestaron todos. Algo le  pasaba, al caer la noche espere que todos se fueran a dormir y cuando vi mi oportunidad le cogí de la chaqueta hasta llevarle a un sitio solitario.

-Sempai ¿Qué diablos te pasa? Por casi me muero del susto. Intentaba aparentar normalidad ante mí pero a mí no me engaña le pasaba algo y me gustaría saberlo.

-No aparentes que estas bien ahora, te llevo observando todo el día y sé que pasa algo. Me mira otra vez con los ojos de mármol.

-No pasa nada tranquila estoy bien. Mira para otro lado ocultando su rostro.

-¡Mentiroso! Sé que estas mal, pensé que era tu sempai ¿Es qué no confías en mí?

-¡Eses es el problema! Chillo dándome un susto.

-¿Eh? ¿Qué quieres decir?

-Lo de sempai, si te lo dije fue porque no me atrevía decir lo que verdaderamente siento por ti- enmudeció y cogió aire -Se lo de tú ex, Homura-san me lo contó el mismo día que dijiste lo que soy para ti en el pasillo pero eso no me hará cambiar lo que siento, se incluso que amas a Homura-san por eso luchare para que me veas como un hombre y no como un niño ¡No me rendiré! Mientras me abrazaba oía su corazón latiendo fuerte ¿O era el mío? Sentía como si mi corazón se dividiera en dos y no sabía porque.

Los días en Atami dejaron muchos recuerdos buenos pero el que se quedó más grabado fue lo que me dijo Fujimura-kun, aún resuenan esas palabras en mi cabeza, una y otra vez.

Te tengoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora