La indecisión de James.

Madrugada.

Dos horas después una dulce sensación despertó a James. La polla de Cristiano, aún dentro de él, se mecía suavemente.

Mientras se iba endureciendo y engordando. Su ano estaba lubricado, muy lubricado, de modo que se dispuso a otra tanda de placer.

Cristiano estaba trabajando en el culo de James con sencillez y maestría. Se movía con un ritmo lento, mientras lo besaba y lamía el cuello.

James suspiraba, completamente entregado. Cristiano le dio vuelta boca abajo.

Sus manos comenzaron a acariciar el cuerpo del colombiano, bajando lentamente hasta su pene y comenzó a masturbarlo, James comenzó a gemir de placer. El miembro de Cristiano había alcanzado su máxima plenitud en dureza y volumen y se lo estaba haciendo sentir a fondo a James.

Se lo estaba moviendo con ritmo un poco más rápido y creciente. James acomodó sus nalgas para facilitarle la tarea. Con cada una de sus embestidas, Cristiano seguía masturbando a James.
El pensamiento de que su hombre lo estaba masturbando, junto con la sensación en su culo, fueron demasiado para James y se corrió durante la cogida que le estaban dando.

James quedó agotado, con el culo totalmente entregado, mientras Cristiano seguía en lo suyo, poco a poco más rápido. Ahora su miembro entraba y salía cada vez más enérgicamente del culo de James.

Con sus manos, Cristiano se aferraba al cuerpo del colombiano mientras continuaba echándole ese aliento caliente y húmedo que lo volvían loco, aún más cuando estaba diciéndole cosas apasionadas que, con el trastorno de su mente mareada por el placer, no alcanzaba a entender.

Pronto Cristiano alcanzó su cúspide y enterrándole al fondo su polla rígida comenzó nuevamente a lanzarle otra tanda de chorros de semen a James.

Por la mañana, cuando James despertó, Cristiano estaba ya
levantado y todavía desnudo caminaba por la habitación recogiendo su ropa para irse a desayunar para luego entrenar.

Lo primero que James pudo ver al abrir los ojos fue el miembro de su amado bamboleándose mientras se movía de aquí para allá.

Cuando Cristiano lo vio despierto, le agarró el rostro y lo dirigió hacia él plantándole un enorme beso con lengua, frotando sus miembros uno contra otro.

Cristiano: Espérame esta noche temprano amor.

Durante el día James continúo entrenando normalmente, pero esta vez tenía una sonrisa que no le cabía en el rostro, estaba más concentrado.

Regresó al hotel temprano, Cristiano lo estaba esperando en su habitación y le dijo con la voz más varonil y seductora.

Cristiano: Hola. Me pasé el día pensando en las cosas que quiero hacer contigo.

Y abrazándolo empezó a comerle la boca a besos, en el medio del pasillo, donde cualquiera podría verlos.
James trató de detenerlo en medio de la manada de besos que le estaba dando: Cri-is is que algu-ien nos pue-de verr.

Pero Cristiano seguía devorándole la boca y su lengua iba destruyendo
las excusas baratas de James, lo fue besando sin separarse hasta llevarlo a la habitación, casi no respiraban.

Ya adentro Cristiano le agarró la cabeza a James con ambas manos y la bajó hasta la altura de su bulto que se veía imponente en sus pantalones.

Se lo desabrochó y su abundante polla saltó a la libertad, emanaba un olor irresistible a macho y se la podía ver humedecida por sus líquidos
pre-seminales, lo que le agregaba morbosidad.

James no pudo menos que meterla en su boca y comenzar a lamerle los
jugos en la rugosa cavidad que rodeaba a su glande, la comenzó a chupar y chupar.

Cristiano se echaba hacia delante, James perdida toda la compostura, se la mamaba perdidamente, succionando golosamente mientras su lengua se dejaba llevar por cuenta propia.

Cristiano lo fue llevando hasta la cama, donde quedó de espaldas, y arrodillado, James quedó frente a su polla se la agarró con ambas manos y la siguió chupando.

Cristiano comenzó a gemir, tenía unos huevos grandes y llenos de leche. James quería esa leche. Y no pararía hasta vaciarla en su boca.

Con una de sus manos comenzó a acariciarle el culo y con la otra comenzó a pajearlo lentamente, mientras su boca continuaba con la jugosa chupada que seguía haciéndole cada vez con más dedicación.

Las formadas piernas de Cristiano se extendían rígidas y se sacudían con movimientos bruscos. Mientras boca de James continuaba chupando sin detenerse.

Los jadeos de Cristiano eran cada vez más rápidos y de pronto todo su cuerpo se puso rígido y continuó así durante un momento interminable y luego su polla comenzó a sacudirse dentro de su boca, y los chorros de semen caliente se derramaban uno tras otro y James los iba saboreando y tragando golosamente.

Cuando fueron terminando James siguió tragando, lamiendo y chupando hasta extraerle la última gota. Luego se la besó un poco más y se tendió a su lado.

Cristiano: Eres solamente mío y yo soy todo tuyo.

Mirándole a los ojos. Cristiano se terminó de desnudar y comenzó a desnudar también a James. Entonces, montándole la polla en su culo, comenzó a cogerlo. James tenía el ojete muy cerrado, pero con sus movimientos pronto se la tuvo metida hasta el fondo.

Y se corrió con largos chorros dentro de él. Cristiano lo festejó con suspiros de gran placer y empujó su polla hacia abajo para enterrársela completamente.

Quedaron rendidos nuevamente, acostados boca arriba, mientras sus respiraciones se iban aflojando.

El resto de la noche continuaron mimándose, con ternura
entremezclada de lujuria. Con el sentimiento de dos enamorados.

Cristiano lo penetró más veces, James le absorbió las bolas, le chupó el culo y se masturbaban los endurecidos miembros.

Continuaron revolcándonos por la mañana, al mediodía y por la noche.

Desde ese entonces James y Cristiano mantienen una relación sólida, donde después de los entrenamientos y los partidos van a sus casas para repetir lo que pasó en aquella reconciliación.