Tan solo después de pronunciar esas palabras, las ansias en mi interior comenzaron y fueron incrementándose a medida de que el tiempo avanzaba. La primera en presentarse frente a nosotras fue una niña de aproximadamente diez años. Supuse que había sido específica al decir que los fanáticos menores a los catorce años no tendrían el derecho de ni siquiera entrar a la preselección. Rodé los ojos mentalmente porque no quería ser una grosera.
–Hola mi nombre es Pam y quisiera cantar una canción de Justin...
– ¡Bieber! –Soltó Paula de repente interrumpiendo a la niña, por un segundo Pam la miró con los ojos perplejos y se puso un poco tensa. Apretaba los puños y después de respirar una vez, se relajó hasta regresar al estado inicial en el que estaba.
–No, no es Bieber. –Espetó algo irritada, ¿acaso había otro fulano llamado Justin que no tuviera el apellido de Bieber? Como sea en cualquier momento lo sabría.
– ¿Entonces te refieres a...? –Valery alargó su pregunta esperando a que la pequeña Pam completara la oración.
–A Justin Timberlake. El Justin más talentoso de todos los tiempos, no hay punto de comparación entre él y Bieber, –levanto su dedo índice y añadió– porque se necesitarían como mil Biebers para llenar los zapatos de Timberlake.
Después de que la niña pronunciara esas palabras, giré mi cabeza al lado izquierdo para ver a una Valery completamente ajena a la realidad, simplemente se concentraba en revisar el esmalte rojo del cual estaban pintadas sus uñas. Le di una patada por debajo de la mesa para que prestara atención, bajo sus manos de la mesa y miró fijamente a Pam. Luego giró su cabeza a mi dirección y me mostró una mueca de dolor, me encogí de hombros y al ladear mi cabeza a la derecha me encontré con una Paula que miraba con horror a Pam. Tenía los ojos abiertos ampliamente y ambas manos cubrían su boca, lo que indicaba que ella había ahogado un grito, o tal vez era posible que haya gritado y no la oí por darle tremendo puntapié a mi prima.
Carraspeé antes de hablar, porque ninguna niña iba a atontarme como lo hizo con Paula.
–Continua Pam. –Pedí.
–Cantaré un remix, resumiendo la maravillosa trayectoria que mi cantante tiene. –Afirmo orgullosa.
Todo lo que Pam hacía impactaba más y más a la pobre de Paula que al parecer no estaba acostumbrada a ver este tipo de reacción en una niña de diez años. Y mi prima miraba con atención a Pam, aunque soltaba bostezos cuando la pequeña nos daba la espalda. Yo también estaba un poco aburrida, pero no podía ignorar a la niña, se sentiría muy ofendida si solo la callaba y decía: "siguiente".
Diez minutos después término de cantar y Paula seguía tan impresionada como al principio, ahora el turno del puntapié le tocaba a ella. Le di una suave patada y ella me observo molesta. Le hice un gesto con las manos indicándole que tenía que dejar de lado su ensimismamiento, ella asintió y después de un profundo suspiro volvió a tener la misma expresión cálida de siempre.
–Señorita Alisa, las cámaras de televisión ya llegaron, –me informan a través del audífono que tenía en mi oído izquierdo, después de que Pam termina de cantar.
–Bueno entonces háganlos pasar, aún deben armar los equipos y se perdieron una gran cantidad de talento. –Digo observando a Pam, era pequeña, pero muy talentosa eso demuestra que nunca se es tan pequeño para hacer nuestros sueños realidad.
–Gracias por tan excelente audición Pam, –dice Paula con un tono gentil–, fue excelente, tanto que no creo que te olvidemos por ser la primera. –Sonríe ampliamente.
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Un Millón por tu Fanatismo | Actualizaciones Lentas
Novela JuvenilSi te ofrecieran un millón de dólares para olvidar absolutamente tu fanatismo. ¿Aceptarías? Bellísima portada hecha por: @Juli_Gualteros :D