Colocamos una mesa del jardín frontal, cerca de la fuente que estaba ubicada al medio del inmenso jardín. El día de escoger a los candidatos había llegado, después de publicar la convocatoria en todos los periódicos y hacer un comercial para televisión.
Lo del comercial en televisión fue debido a mamá, insistió en que tenía que hacer uno. Fue la primera vez que aparecí ante las cámaras, recuerdo los reflectores sobre mí y la cámara enfocándome. No me sentí nerviosa, dije cada una de las líneas que los guionistas escribieron.
Solo fue necesaria una toma, cosa que dejo boquiabierta a las personas de la televisión. Siempre causaba esa reacción, dejaba a todos así. Con la boca abierta para que una mosca entrara en ella.
¿Una mosca dentro de la boca de una persona? Tal vez piensas, ugh que asco. Pero una vez escuche a mi abuela decir que si una mosca entra en tu boca te casarás muy pronto. Lo cual me causo mucha risa porque papá tiro la limonada que bebía por la nariz. Después estuvo como casi por media hora quejándose de que todo desprendía un aroma a limón. Lo triste es que desde ese día no veo a mi abuela, tal vez sea debido a ese chiste que mamá califico como de “mal gusto” y después hizo énfasis en la siguiente frase “mamá corrompes el equilibrio en el que vive la pequeña Alisa”. Yo solo rodé los ojos al escuchar la última frase no era una niña influenciable. Era una adolescente con ideales propios. Y mi última idea ya casi tenía vida propia, yo junto a otras dos personas me encargaría de elegir a los preseleccionados que más tarde darían lugar a los seleccionados oficiales.
La fila para ingresar al pequeño grupo de quince preseleccionados era interminable, fui a la habitación donde estaban ubicadas todas las cámaras de seguridad y revise la que se encargaba de vigilar la entrada de la mansión. Había más de doscientas personas esperando fuera de puerta metálica. Vi a varias Directioners, Beliebers, Lovatics, Katycats, Sheerios, etc. Si te nombro todos los fandoms terminare llenando una hoja de al menos un metro de largo, pero comprendes lo que digo. Incluso creo que algunas se tomaron la molestia de dormir en las afuera porque estaban recogiendo sus tiendas de campaña. Entretanto otras cantaban las canciones de sus ídolos lo más alto posible y claro no podían faltar esas pequeñas diferencias que existían entre fandoms
Directioners y Prisioners a menos de un metro de distancia… Una combinación desastrosa, todo el mundo sabe que esos fandoms se llevan igual que un perro y un gato encerrados en la misma habitación. En el colegio siempre veía que había pequeñas trifulcas que no pasaban de insultos a golpes, normalmente siempre se gritaban cosas durante los descansos entretanto los demás se encargaban de ver las peleas como fieles espectadores hasta que un maestro o la directora venía a “terminar con la diversión” siempre se trataba de las mismas chicas y para la mala suerte de Paula (una compañera de mi salón) tenía una amiga Directioner y otra Prisioner.
Pobre Paula, la conocía desde el primer día que entre a esa escuela. Gentil y dulce, son las palabras precisas para describirla, tal vez es a causa de eso que aguanta los constantes dolores de cabeza que le dan Micaela y Brianna. Paula se sienta en medio de ambas para evitar un asesinato, ella es muy justa con ambas y siempre logra cerrarles la boca, es por eso que la elegí para que fuera una de las jueces para ayudarme a escoger los preseleccionados, yo sola viendo tantas persona no creo ser capaz de ver tanta locura sin irritarme un poco. Y la otra compañera que elegí para esta tarea que me había asignado yo sola (¿quién se da tareas a sí misma? Solo yo, no conozco a nadie más que haga algo parecido) es mi prima Valery, mi subordinada que siempre dice que tengo razón en todo.
–Por favor no quiero ver más peleas ni discusiones entre fandom, las y los fanáticos que sean vistos promoviendo peleas serán expulsados. –Dije tranquilamente a través de un micrófono que se encargaba de llevar mi voz hasta las afueras del jardín, mire las cámaras de seguridad y vi que por un momento todos se quedaron completamente paralizados. Una chica le jalaba el cabello a otra mientras tanto la misma intentaba clavarle las uñas en la cara. Un muchacho con la camiseta de Lady Gaga sujetaba cada uno de los discos de su ídola con mucho orgullo y otra Monster se quedaba estupefacta observando al muchacho.
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Un Millón por tu Fanatismo | Actualizaciones Lentas
Genç KurguSi te ofrecieran un millón de dólares para olvidar absolutamente tu fanatismo. ¿Aceptarías? Bellísima portada hecha por: @Juli_Gualteros :D