mi respiración Se entre cortó. No era bueno tenerle tan cerca. Aun así me sentía especialmente segura cuando me cogía de aquella manera. Me dirigió al exterior del local. Olía a mar. Afuera sólo había parejas metiéndose mano y haciéndo lo que al parecer podría ser una revisión de estómago con la lengua. Se sentó en el suelo de madera y encendió un cigarrillo. El fuego prendiendo el tabaco era uno de los detalles qué siempre había considerado asombrosos. Los colores rojos mezclándose con el marrón... Pero los modernistas de ahora incitaban a la verdura y a evitar el cáncer de pulmón. Millones de humanos pasarían 80 años sin poder observar una maravilla visual como aquella a la luz de la luna. Aunque tal vez los movimientos especializados de azrael contribullesen a ello. Me dejé caer a su lado y apoyé la cabeza en su hombro. Dos años. Dos años de tortura y gloria. Expulsó el humo y llenó el aire de humo. Aspiré su olor a menta y jabón. Mientras pudiese disfrutar de esos momentos me bastaba.
-Em... Quiero darte tu regalo de cumpleaños. -me dijó tranquilamente. Cerré los ojos. El mundo daba vueltas pero el seguía siendo un soporte.
Suspiré.
-eso puede esperar Az-le aseguré.
Me apartó suavemente de él y noté un vacío a mi lado.Metió la mano en el bolsillo y me tendió una cajita. Al abrila ví una cadena de muñeca de oro,sencilla,con una 'E' dorada. Miré al chico y luego a la pulsera y de nuevo al chico,con la boca abierta. Nunca hubiese pensado que él me regalaría nada. Al ver qué no contestaba apartó la vista de mi cara y Apretó la mandíbula.
-Az...
-no te gusta,lo sé-me interrumpió. Estúpido idiota. Como odiaba las interrupciones
- no imbécil. Es preciosa- le dije borde.
Su mirada se iluminó un poco y puso una mueca divertida a la par que yo me ponía de morros. Me agarró la muñeca y me cerró la cadena alrededor de esta.
-Emma-susurró. Volví mi rostro hacia el suyo. La luz le palidecía la cara, aunque seguía bastante apuesto. Su comportamiento era distinto. No era el típico capullo que tenia que aguantar día a día. El tiempo se ralentizó e inconscientemente me incliné hacia él.
-¡Por fin te encuentro!-exclamó J-J detrás nuestra. Me separé notablemente del cuerpo de Az y la mire con una sonrisa forzada.- Todos están esperando un baile encima de la barra como prometiste. -echó un vistazo a la situación y se sentó entre medias. -¿interrumpo algo?-Negué lentamente- pues venga,adentro -me incitó. Sacudí la cabeza y me adentré en el ambiente cargado.
* * *Las seis de la mañana. No me había sentido tan activa en mi vida. La gente había comenzado a marcharse. Yo dormiría ahí, junto con J-J y Az. A la mañana siguiente(dentro de unas horas) tendríamos que limpiar todo. Me senté en una esquina y sonriente vi pasar el tiempo,despedí a los invitados y murmuraba 'gracias' a las alabanzas de la fiesta, hasta que los párpados me pesaron tanto que simplemente me arrastré a un sueño.
Un murmullo incesante revoloteaba en mis oidos. Abrí los ojos. Me dolía el cuerpo demasiado para moverme. Pestañeé. -No Azrael esto no va a así- J-J afónica hablaba de una forma distinta a su tono con retintin.
-Dejame..
-No. No te dejo nada. Mirala.-estaba segura de que hablaba de mi.- Si no hubiese estado recordandote lo que no puedes hacer, ella no estaría como un mendigo en este local de mierda.
- Se perfectamente lo que puedo y no puedo hacer Jeanine.-había advertencia en su voz. Jeanine.decirle ese nombre no era nada bueno.
-No me llames así Azrael. No me llamo así. Y si tuvieses tu cabeza tan ordenada como se supone que la tienes no habrías hecho ninguna tonteria.- le regañó.
-Tu no lo entiendes. Tu no tienes sentimientos -se defendió Az.
-No. No los tengo. Pero aun así ¿que parte de ella no es tuya no entiendes?-le preguntó duramente
-Ella... Ella me hace cambiar.
Esas palabras se clavaron bien al fondo de mi ser y por eso no pude reprimir un pequeño sonidito. Ambos se callaron y aguardaron a que yo me levantase. Pero no lo hice. J-J soltó aire contenido.
-No digas gilipolleces. No vuelvas a acercarte a ella. Acuerdate de tu papel. No puedes cambiar hasta que entre al Malgium. No vas a salvarte por una cara bonita. Por mucho que quieras cambiar. No lo harás. Porque tienes tanta mierda que ya no puedes volver atrás.
No recuerdo que pasó tras eso. Y no tuvo sentido alguno. No hasta unos meses después. Para entonces ya fue demasiado tarde. Sin embargo esa noche dormí hasta tarde y disfruté de lo que quedaba de mi. Y no me arrepiento de ello.
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cicatrices
Romancelas cosas no pasas porque si. no conocí a J-J porque si. no conocí a Az porque si. Todo tiene una explicación. llamalo Dios, llamalo karma, llamalo energías de la tierra. yo lo llamo el interior del malgium. el motivo por el que lo supe fue por mi m...