capitulo 2

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Las letras me emborronaban la visión. Página tras página. Los ojos se me cansaban y los párpados se me caían. No me concentraba. Llevaba tres horas en el mismo tema de literatura. Finalmente me rendí y sucumbí al móvil. Al fin y al cabo no iba a estudiar. Llamé a J-J. Me colgó. Estaría liándose con algún desgraciado. Azrael me dejó esperando hasta que saltó el buzón de voz. Normal,yo también lo hubiese hecho. Charlie tenía el móvil apagado asi que recurrí a la última persona que me quedaba. Lola.
-Son las 12 Em,¿qué quieres?-me saludó.
-ya,yo también tengo reloj-le recordé.
Aún sin verla supe que ponía los ojos en blanco. Muy típico suyo.
-¿Me lo dices?-insistió
-hagamos una escapada-le sugerí-vayámonos al pueblo de al lado. O a la bahía. No,la bahía estará vacia- puntualicé- Tengo que salir de aquí.
-mañana hay insti. Como mucho hasta las dos.
-pero sui no vas. Cuatro- negocié
-tres y media- finalizó.

***

En Los Tallares siempre estaban en fiestas. Daba igual que lloviese,que tronase. Había alcohol corriendo por todas partes y música constante. Tal vez por eso solo era un pueblo universitario. Sea como fuere, era el lugar perfecto para olvidar las penas. No bebí. No puedo decir lo mismo de Lola. Nos alejamos hasta que la música era un eco,llegando a la parte rocosa,con parejas empalagosas. Me contó que no iba bien con Carlos,que no entendería el porque pero no me lo podía contar. Otra más que se unía al 'Emma es tonta y no capta nada. Lloró, amargamente. Solo pensé en abrazarla. Yo conocía a una Lola fuerte y feliz. Era la primera vez que la veía mal. Nunca le afectaba nada y sin embargo ahora...
Pasó media hora y ella no cesaba en su llanto. repetía disculpas y cada vez que me intentaba apartar me apretaba más fuerte. Las lágrimas limpiaban el alma. Lo sabía. Por eso no hice nada por consolarle. Se adormiló entre mis brazos y al fin me liberó de su agarre.
Le coloqué suavemente los mechones rebeldes tras sus orejas llenas de aros. Yo había llegado al otro pueblo para despejar mi cabeza pero solo conseguí que más interrogantes se adentraran en ella. La triste sonrisa de la chica ablandó mi corazón. Cuanto más destruida, más bonita.
-pensarás qué soy una idiota- apoyó su peso en mis piernas y se hizo un ovillo entre la incomodidad de las rocas. Me miró fijamente desde ahí abajo. Una sombra de duda atravesó sus ojos. Hizo amago de decir algo,pero se lo replanteó y cerró la boca. Me encogí de hombros.
-no sabes cuanto- suspiré. Saqué una cajetilla. -¿quieres?- le tendí el contenedor de felicidad abierto. negó. - tu misma- encendí uno.-¿prefieres el silencio o...?
Personalmente no me apetecía hablar,pero ver a la chica marcada como 'de hierro' en su punto más débil, me hizo darme cuenta de que había algo;algo que se me escapaba de las manos.
-¿ De qué quieres hablar?, ¿de por qué parezco una niña pequeña a la que han pinchado su globo? ¿de por qué llevo 4 días sin ir al instituto?
-De porqué vas a dejarlo con Charlie.-intenté sonar dulce,comprensiva, pero el tono de dureza se podía palpar. Su mandíbula se apretó. Era la persona más curiosa de la tierra. Iba a averiguarlo si o si. Torció el gestó.
-hay cosas Em,a las que la gente no está preparada. Hay veces que cuando alguien hace algo malo, horrible, y tiene un accidente, el subconsciente lo oculta hasta que la persona está preparada para saberlo. J-J te quiere. Como nunca lo ha hecho conmigo, eres sin duda la que más le importas. Es por así decirlo,tu subconsciente- la miré, incrédula- no me refierro a que hayas hecho algo malo- aclaró- pero te oculta cosas hasta que estés preparada para saberlo. No sabes como es de verdad. Crees que es una verdadera cabrona contigo, pero no te haces idea, no es su culpa. En absoluto,pero si que es la persona más cruel que jamás he conocido. Contigo se esfuerza en cambiar, y tu no lo valoras. A ti nunca te ha machacado. No en serio. No se sabe lo que se tiene hasta que se pierde. Debes de ser algo que valga realmente la pena, porque no me explico que te diferencia de las demás. Charlie también es mi subconsciente. La diferencia es que yo odio mi mente verdadera, un imitador no es bienvenido. No puedo más. Las circunstancias superan lo demás, está vez es así. Te lleva a un punto donde recapacitas y piensas '¿donde empezó todo?'. Adivina,no hay respuesta. Creo que es bastante más de lo qué debía decirte. Date cuenta de esto al menos.
Las palabras de Lola no ayudaron a mi jaleo. Si todos necesitábamos un subconsciente humano, ¿cuál era el de J-J?. La conocía tanto que en verdad no sabia nada. Su pasado era una mancha que cada día se corroía más. Un escalofrío recorrió mi espalda. Exactamente,¿cuánto podía confiar en ella? Lo sabía todo. Todo menos lo de Azrael claro. Mi cigarro se consumió y Lola cayó en las garras del sueño. Me quedé sola,como siempre, observando los tonos azulados y negros del horizonte. La textura de la noche me atraía hacía la oscuridad.


La carretera estaba vacía. Me venía bien,estaba demasiado empanada para pensar en condiciones. Mi amiga soltó un sonido gutural,desperezándose.
-¿hora?-bostezó
- las 2
Me sonrió.
-creo que es la primera vez que vuelvo tan pronto a mi casa.
Reí suavemente. Estaba cansada, tanto física como mentalmente.- ¿cómo me has conseguido meter aquí?
-pasaron un par de tíos,de esos que viven en el gimnasio.-la miré de reojo- les pedí ayuda y bueno,te metieron mano pero mejor que te toqueteen a despertarte.
Resopló divertida.
-Nunca te enderé.
-Nunca podrás.
Rió.
Apoyó su cabeza en la ventanilla.
-Todo va a ir mejor- me prometió.- todo va a ir mejor.
En verdad estaba convenciéndose a ella misma,tampoco me importaba.
-Em,va a sonar extraño pero, ¿puedo quedarme en tu casa esta noche? No me apetece ver a Carlos.
Carlos. Sus rizos negros y sus dientes blancos. Era un amigo impresionante. Solo se tenía queja de él al estar borracho, rara vez lo estaba. Era un cacho de pan. ¿Qué habría hecho tan malo? Ocultar cosas a veces es mejor.
Como si me estuviese leyendo la mente me recordó
-no te puedo contar que pasa con él.
Hice una mueca.
-lo sé. Mi casa es tu casa.

Esa noche no paré de rodar en la cama,le di vueltas a todo,hasta al más mínimo detalle. Lola dormitó agusto,roncando y quitandome mi paz,a la que estaba acostumbrada por ser hija única. A mi madre no le importó que Lola se quedase durante unos días en casa,ella no es que la habitase mucho. No cambiaría el ambiente. La rutina escolar se adueñó de mis días laborales y me perdí en ella.

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⏰ Última actualización: Sep 20, 2015 ⏰

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